Los penalistas ilustrados... Consideraban que el secreto de las actuaciones favorecía un proceso más justo. Condenaban las acusaciones secretas. Sostenían que, en determinados casos, una acusación secreta podía aumentar la eficacia penal. Defendían la práctica de las acusaciones secretas en todos los casos.
En el XIX las reformas legislativas en materia penal arrancan esencialmente en: Las Cortes de Cádiz. El Sexenio Revolucionario. El reinado de Isabel II. La Primera República.
Los primeros penalistas españoles, en los siglos XVI y XVII: Nunca escribieron sobre el delito de herejía. Abogaron por castigar a herejes, paganos y protestantes, pero no a judíos y musulmanes. Establecieron la identidad entre los delitos de herejía y paganismo. Prestaron un interés especial al delito de herejía.
En el siglo XIX, el primer país europeo que llevó a cabo la codificación completa de su ordenamiento legal fue: Alemania. Francia. Gran Bretaña. España.
Tanto la mayoría de los ilustrados como los primeros reformistas penales liberales defendían que: Las penas debían ser proporcionales al daño económico causado a la víctima. No debía existir proporcionalidad entre delito y pena. Debía existir una proporcionalidad entre delito y pena. La proporcionalidad entre delito y pena debía estar vinculada a la personalidad del delincuente.
¿Qué autor italiano jugó un papel esencial en el cuestionamiento del Derecho Penal en el Antiguo Régimen? Giacommo Lumfardo. Gualberto Malatesta. Cesare Beccaria. Giacomo Puccini.
El Código Penal de 1870: Solo mencionaba los derechos individuales en su preámbulo. Protegía los derechos individuales, tutelados por la Constitución de 1869, penalizando el ataque contra los mismos. No podía regular los derechos individuales porque no estaban tutelados por la Constitución. Remitía la regulación de los derechos individuales a una ley posterior específica para esta cuestión.
Jeremy Bentham (1748-1832) sostenía que era posible reformar al delincuente para devolver a la sociedad un hombre honrado: A través del trabajo y la soledad. Mediante penas infamantes. Garantizando una buena alimentación a los presos. Aumentando los permisos de salida de los presos para facilitar su reinserción en la sociedad.
Entre los penalistas defensores del régimen franquista destacan: Cuello Calón, Kent y Sánchez Tijerina. Cuello Calón, Jiménez de Asúa y Sánchez Tejerina. Cuello Calón, Jiménez de Asúa y Cadalso. Cuello Calón, Salillas y Sánchez Tejerina. Ninguna de las anteiores.
Durante la Guerra Civil y la postguerra la multitud de causas iniciadas en los tribunales franquistas ocasionaron: El traslado forzoso de jueces civiles al ámbito militar. El traslado de las causas por delitos menores a la jurisdicción civil. La utilización de militares de cualquier graduación como personal de justicia. La amnistía para los acusados de delitos menores. Ninguna de las anteriores.
En 1975 el perfil mayoritario de los presos de las cárceles españolas era por delitos de: Difusión de propaganda política. Hurtos, robos con violencia y pequeños atracos. Participación en actividades sindicales ilegales. Tráfico, tenencia y consumo de drogas.
En 1980 se hizo público un Proyecto de nuevo Código Penal que contaba entre sus novedades con: La reducción del tiempo máximo de prisión a 20 años. El mantenimiento de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. El establecimiento del agravante de multirreincidencia. La incorporación de los delitos de opinión.
Durante la Edad Moderna qué colectivo no disfrutaba de estatuto privilegiado: Personal al servicio de la Hacienda regia. Militares. Personal al servicio del Consejo de Castilla. Clero.
La Inquisición aparece en la Edad Media como un instrumento dispuesto por la Iglesia para: Perseguir la herejía. Organizar las cruzadas. Perseguir judíos, musulmanes y paganos. Fomentar la catequesis en las aulas.
En los fueros locales medievales los condenados por homicidio: Se incorporan a la mesnada real para prestar servicios en las fronteras con Al-Ándalus. Entran a profesar en una orden religiosa. Quedan expuestos a la "venganza de sangre" de los familiares, además de abonar una multa de cuantía reducida. Entregan su patrimonio a los familiares de la víctima.
Los condenados por el llamado "Proceso de Burgos" celebrado en 1970 fueron sentenciados a: Muerte y liberados tres años después por las fuertes presiones internacionales. Muerte y fusilados. Muerte, siendo conmutada sus penas por las de prisión. 30 años.
El castigo establecido en el Código Penal de 1848 para los delitos políticos de rebelión y sedición era: El tormento público. La pena capital para los responsables y la prisión para el resto de los participantes. El destierro a perpetuidad. El envío a los presidios norteafricanos y guineanos.
Durante el siglo XIX la prisión de mujeres francesa más característica fue la: Maison d`arrét, de justice et correction de Saint Lazare. Prison por femmes malhonnétes de Perpignan. Maison de correction de Madame Pompadour. Couvent des Carmélites de Paris.
Las "piculinas" era el nombre coloquial que se daba a las: Menores delincuentes. Presas comunes extranjeras. Prostitutas que ejercían la calle. Presas políticas menores de 25 años.
Tras la ofensa el procedimiento a seguir en el duelo estaba establecido en: La Ley de Procedimientos Especiales. El Tratado del Riepto de Rodrigo Díaz. La Novísima Recopilación. Los padrinos acordaban los pasos a seguir.
El Código de Justicia Militar de 1945 estableció el procedimiento sumarísimo, según el cual: El juicio tiene lugar en un plazo brevísimo, aunque la emisión de la sentencia y su ejecución pueden dilatarse meses. El juicio tiene lugar en un plazo brevísimo y la sentencia se emite con carácter inmediato, aunque su ejecución puede dilatarse meses. La celebración del juicio, la emisión de la sentencia y su ejecución se producen en un plazo brevísimo, incluso solo de horas. El acusado dispone de un plazo cautelar de tres semanas para encontrar un abogado defensor y de otras tres para apelar la sentencia si le es desfavorable.
Cuando la Inquisición condenaba a pena de muerte a los herejes no arrepentidos, la sentencia era ejecutada por: Las autoridades civiles, a quienes el tribunal inquisitorial relajaba o entregaba al reo. Los tribunales militares. Los alcaldes del Honrado Concejo de la Mesta. El verdugo de la Inquisición.
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