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TEST BORRADO, QUIZÁS LE INTERESEPsicología de la Salud - II Bimestre - abril-agosto 2016

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Título del test:
Psicología de la Salud - II Bimestre - abril-agosto 2016

Descripción:
Banco de preguntas - Parte 4

Autor:
AVATAR

Fecha de Creación:
23/07/2016

Categoría:
Ciencia

Número preguntas: 95
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Temario:
Cuanto mayor es el esfuerzo que el paciente asmático hace para respirar, más se le facilita conseguirlo. V F.
Hoy en día, la terapia farmacológica ya no es necesaria para el tratamiento del asma bronquial. V F.
Los medicamentos que habitualmente se utilizan para el asma pueden clasificarse en dos grandes grupos, según el tipo de acción que desarrollan: los broncodilatadores o aliviadores y los antiinflamatorios. V F.
Los antiinflamatorios son fármacos que van dirigidos a relajar en un breve periodo de tiempo la musculatura lisa bronquial, es decir, a dilatar lo más rápidamente posible los bronquios cuando están contraídos y aliviar las molestias ligadas a esa situación: tos, pitidos, disnea, etc. V F.
Los broncodilatadores (corticoides, cromoglicato disódico y ketotifeno), actúan disminuyendo la inflamación de los bronquios y constituyen el tratamiento base en el asma bronquial. V F.
Los antiinflamatorios no tienen una acción inmediata sobre las molestias del asma bronquial como los broncodilatadores y su efecto es más a largo plazo. V F.
En general, los broncodilatadores y corticoides orales se recomiendan en las crisis agudas de asma. V F.
Los corticoides tópicos inhalados ejercen sólo una acción preventiva y no se usan en la crisis aguda de asma, aunque sea leve. V F.
El cromoglicato y ketotifeno son útiles en la fase intercrisis del asma bronquial como profilácticos. V F.
Diversos estudios demuestran que apenas el 20 por 100 de los asmáticos con terapéutica farmacológica regular para el control de su enfermedad siguen el tratamiento médico prescrito. V F.
Las variables cognitivas, emocionales y comportamentales desempeñan un importante papel en la evolución de la enfermedad asmática. V F.
La información correcta y un apropiado estado de alerta son, entre otros, elementos de poca importancia para controlar el asma y reducir al mínimo su impacto sobre el estilo de vida. V F.
Los pacientes asmáticos que comprenden adecuadamente el tratamiento es menos probable que se sientan indefensos, nieguen su enfermedad, eviten el tratamiento o muestren una baja adhesión al mismo. V F.
Para el manejo del asma, el trabajo del psicólogo de la salud debe incluir el entrenamiento del médico y todo el equipo sanitario en habilidades que resultan cruciales para un correcto manejo de la enfermedad. V F.
Solamente las emociones negativas son descritas frecuentemente por los pacientes como desencadenantes o agravantes del ataque de asma. V F.
El efecto de las emociones en el ataque de asma es diverso y, a menudo, está mediado por variables no emocionales sin las cuales las emociones per se no tendrían efecto. V F.
Weiss (1994) señala cuatro patrones distintos de relación emoción-ataque asmático, una de ellas es la Emoción ------> Asma en la cual una emoción fuerte desencadena la sintomatología asmática. V F.
Weiss (1994) señala cuatro patrones distintos de relación emoción-ataque asmático, una de ellas es la Emoción ------> Conducta -----> Asma en la cual la emoción y la conducta provocan una reacción asmática porque exponen al paciente a un estímulo fisiológico nocivo. V F.
Weiss (1994) señala cuatro patrones distintos de relación emoción-ataque asmático, una de ellas es el Asma <------> Reacción Emocional (------> Síntomas Secundarios) en la cual la emoción elicita un tipo de conducta que propicia la crisis respiratoria. V F.
Weiss (1994) señala cuatro patrones distintos de relación emoción-ataque asmático, una de ellas es el Asma <------> Reacción Emocional (------> Síntomas Secundarios) en la cual una el paciente, por cualquier razón sufre un ataque de asma, reacciona ante el mismo de un modo que agrava su severidad e, incluso, conlleva complicaciones secundarias. V F.
Entre las conductas que podrían llevar a un ataque asmático se incluyen un ejercicio físico arduo, hobbies como la pintura o la talla de madera (cuando exponen al paciente a estímulos nocivos o irritantes) o hábitos como el de fumar. V F.
El propósito de la entrevista en el asma es obtener información detallada, entre otros aspectos, sobre las condiciones que desencadenan y agravan las crisis asmáticas, las estrategias de afrontamiento que el paciente utiliza ante las mismas, las reacciones de los otros y el impacto del asma en el estilo de vida. V F.
Los datos recogidos en la entrevista con relación al asma han de contrastarse con la información recogida a través de otros procedimientos (observación, registros de conducta, etc.). V F.
El Listado de Problemas Conductuales en el Asma puede ser utilizado antes de la entrevista, para servir de guía durante la misma o como fuente adicional de la información que el clínico pudo haber omitido en la entrevista. V F.
El Listado de Problemas Conductuales en el Asma fue creado por Creer (1979) y contiene dos escalas, una para los padres y otra para el niño asmático. V F.
La parte médica del tratamiento del asma debe ser controlada por el especialista en fisioterapia. V F.
Para manejar el asma, es un error trabajar sólo con los pacientes que creen que el problema es fundamentalmente psicológico (se puede controlar con la mente) como con aquellos que el médico remite porque son especialmente difíciles. V F.
Un programa cognitivo del asma tiene que incluir una serie de estrategias para enseñar al paciente las condiciones que desencadenan el cuadro. V F.
Con respecto al asma, las técnicas de relajación y respiración abdominal pueden servir para controlar la ansiedad y facilitar una respiración rítmica, regular y profunda. V F.
Los efectos de las técnicas de relajación y respiración abdominal son mucho más acentuados en aquellos pacientes asmáticos con un componente emocional asociado al trastorno. V F.
Se ha observado que el biofeedback de la variabilidad de frecuencia cardiaca (HRV) puede ser un tratamiento adjunto útil para el tratamiento del asma, pero no ayuda a reducir la dependencia de la medicación esteroide. V F.
En todas las especies animales (y aún vegetales) se puede detectar la presencia de algún tipo de cáncer, constituyendo esta enfermedad una constante en la historia del género humano. V F.
La prevalencia del cáncer en el mundo desarrollado es muy alta, llegando a constituir la primera causa de mortalidad. V F.
Aunque se habla de cáncer en singular, dentro de ese diagnóstico común se encuadran no menos de 100 enfermedades distintas que presentan diferencias fundamentales en su etiología, localización, sintomatología e, incluso, prognosis. V F.
El crecimiento celular incontrolado se denomina en general neoplasia, etimológicamente “nueva formación”. V F.
Las neoplasias pueden ser benignas o malignas y suelen dar lugar a la aparición de un bulto que es lo que se denomina comúnmente como tumor. V F.
Las neoplasias benignas crecen a ritmo lento, no invaden tejidos aledaños y no producen metástasis. V F.
Las neoplasias malignas crecen rápidamente, invaden tejidos aledaños y producen metástasis. V F.
Para poder crecer, las células cancerígenas necesitan oxígeno y otros nutrientes que deben llegarles a través de la sangre. V F.
En el seno de los tumores se observa una formación de una profusa red de capilares que se desarrolla gracias a una sustancia segregada por las propias células tumorales denominada factor genético tumoral, lo que da lugar a un recorte en la aportación de los nutrientes que el organismo necesita para mantener su equilibrio. V F.
Las células normales no permanecen unidas entre sí porque su membrana carece de puntos de adherencia. V F.
Las células cancerosas pueden propagarse, a través del sistema circulatorio y del linfático, a otros puntos del organismo. V F.
Se estima que no menos de un 40 por 100 de los factores de riesgo que favorecen o desencadenan la aparición de algún tipo de cáncer, o bien están ligados al estilo de vida de las personas y a sus comportamientos, o bien se deben a causas ambientales. V F.
Hoy en día se sabe que los alquitranes contenidos en el hollín son sustancias cancerígenas que pueden desencadenar el cáncer. V F.
En el caso del cáncer, los factores de riesgo actúan, en general, de modo aislado. V F.
El amianto, usado como aislante térmico y eléctrico, se ha desarrollado muy directamente con los mesioteliomas pleurales. V F.
El cloruro de vinilo, utilizado en la industria de los plásticos, parece el causante del cáncer maligno de colon. V F.
La contaminación de las grandes ciudades por los componentes de azufre que se desprenden de los medios de transporte y de las chimeneas puede incrementar el riesgo de muerte prematura por cáncer de pulmón. V F.
Más de un 80 por 100 de los casos de cáncer de pulmón se puede atribuir al hábito de fumar y el riesgo de padecer cáncer de pulmón entre los fumadores es diez veces mayor que entre los no fumadores. V F.
El tabaco incrementa la probabilidad de sufrir cáncer de boca, laringe, páncreas y vejiga. V F.
En la actualidad, la prevalencia de cáncer de piel se ha incrementado en un 90 por 100 y se observa en aquellas personas que abusan de los baños de sol o lámparas de cuarzo. V F.
El alcohol ingerido en exceso tiene un potencial efecto cancerígeno que aumenta el riesgo de neoplasias en la boca, laringe, esófago e hígado. V F.
Una alimentación rica en grasas y proteínas y escasa en fibra, característica de los países desarrollados, evita la aparición de uno de los cánceres más comunes, el de colon. V F.
Las nitrosaminas que se ingieren en los alimentos ahumados están estrechamente relacionadas con el cáncer de estómago y colon. V F.
El benzopireno, producto derivado de la combustión de las grasas, se ha relacionado con el cáncer. V F.
Zanjonc afirmaba que las mujeres melancólicas eran más propensas a padecer cáncer que las mujeres que se mostraban activas y seguras de sí mismas. V F.
La personalidad con propensión al cáncer (Tipo B), se ha descrito como apaciguadora, no asertiva, extremadamente paciente y cooperativa, buscadora de armonía y evitadora de conflictos, dócil y defensiva. V F.
Resulta imposible establecer si la personalidad Tipo C es un antecedente o una consecuencia del cáncer. V F.
Estudios con muestras amplias y seguimientos largos no han encontrado una relación significativa entre los rasgos de personalidad y el cáncer, ni entre el llamado patrón de personalidad de predisposición al cáncer y el desarrollo de la enfermedad. V F.
Todos los tipos de estrés se han relacionado por igual con los procesos cancerígenos. V F.
El estrés incontrolable, agudo y de tipo físico parece propiciar el crecimiento de tumores malignos. V F.
Cuando es posible el control del estrés por medios conductuales, el desarrollo del tumor no es afectado. V F.
El estrés físico crónico, aunque sea incontrolable, estimula el desarrollo de tumores malignos. V F.
El estrés social, no es favorecedor del desarrollo de tumores malignos, independientemente de su cronicidad. V F.
El estrés elimina un tipo de células especializadas en combatir las células cancerígenas que circulan en sangre, llamadas células asesinas naturales (NK). V F.
La elevada producción de glucorticoides ante la situación estresante favorece la angiogénesis, es decir, formación de redes capilares a través de las cuales llegan los nutrientes que necesita el tumor maligno para desarrollarse. V F.
El tumor maligno se nutre de la glucosa que se libera en el torrente sanguíneo ante situaciones de estrés, antes de que ésta llegue a los músculos. V F.
El estrés puede deprimir el sistema inmunitario haciendo al organismo más vulnerable al factor cancerígeno. V F.
La carcinogénesis es un proceso silencioso del cual la persona no nota inicialmente síntoma alguno, si exceptuamos, claro está, los epitelomas o cánceres de piel que al ser externos son fácilmente descubiertos. V F.
Parece que tan sólo el 20 por 100 de los bultos en el pecho tienen carácter maligno. V F.
El melanoma se presenta a través del crecimiento súbito de una verruga, peca o lunar. V F.
La cirugía se realiza cuando el cáncer no está muy localizado y es muy extenso. V F.
En el cáncer, la cirugía, por lo general, se acompaña de radioterapia o de quimioterapia. V F.
La radioterapia consiste en el uso de sustancias químicas llamadas citostáticos que actúan contra la mitosis celular y que, por lo tanto, detienen la reproducción de las células cancerígenas. V F.
La quimioterapia busca la curación del cáncer. V F.
La terapia hormonal para el tratamiento del cáncer consiste en la administración de medicamentos que interfieran con la actividad de la hormona o que detengan su producción. V F.
El cáncer es un evento vital estresante y el modo de afrontarlo implica recurrir a las estrategias para hacer frente a las situaciones de estrés. V F.
Dunkel-Schetter, Feinstein, Taylor y Falke (1992) definieron cinco patrones distintos de afrontamiento del cáncer que incluyen: búsqueda del apoyo social, centrarse en lo positivo, distanciamiento, escape y evitación cognitiva y escape y evitación conductual. V F.
Los pacientes de cáncer de pulmón que han sido operados tienden a mostrar mayores niveles de calidad de vida y mejor estado afectivo que los enfermos respiratorios crónicos. V F.
A medio y largo plazo la información puede mejorar las conductas de autocuidado en los pacientes enfermos de cáncer y reducir el miedo y las conductas depresivas. V F.
A los pacientes de cáncer se les debe dar la información gradualmente en función de la fase del proceso asistencial en que la persona se encuentra. Esta información debe ser congruente desde todas las instancias. V F.
Los aspectos psicosociales del cáncer (relacionados con los vómitos, con la imagen corporal, etc.) han de ser tratados, bien por el médico, bien por otro paciente que ha pasado la misma situación. V F.
La información sobre la naturaleza, evolución y pronóstico del cáncer ha de ser dada por el psicólogo. V F.
Las intervenciones informativo-educativas para los pacientes con cáncer, logran efectos positivos en el campo afectivo. V F.
Los problemas más comunes que presentan los pacientes oncológicos son la depresión, la fatiga y el dolor. V F.
La depresión no se asocia con la mortalidad por cáncer. V F.
Entre un 20 por 100 y un 29 por 100 de los pacientes sufrirán síntomas depresivos en algún momento de la enfermedad oncológica. V F.
La euforia suele ser uno de los elementos que más condiciona la vida cotidiana del paciente oncológico y afecta a todas las dimensiones del comportamiento. V F.
Entre un 75 por 100 y un 100 por 100 de los pacientes sometidos a quimioterapia o radioterapia sufren fatiga, que puede persistir varios meses después de la finalización del tratamiento. V F.
Entre un 20 por 100 de los pacientes oncológicos manifiestan quejas de dolor en algún momento de la enfermedad. V F.
La intervención psicológica, en especial la cognitivo-conductual, puede ser efectiva para el alivio del dolor oncológico. V F.
Entre un 64 por 100 de los pacientes oncológicos que sufren metástasis manifiestan quejas de dolor debidas a la enfermedad oncológica. V F.
El objetivo principal de la terapia de grupo para pacientes con cáncer pasa por facilitar la comunicación, el apoyo emocional y mejorar el afrontamiento de la enfermedad. V F.
La efectividad de la terapia de visualización en el cáncer no es más (ni menos) que la de un placebo que se ajusta a un grupo de pacientes dispuestos a luchar contra la enfermedad con todas sus fuerzas. V F.
Los estudios publicados utilizan diferentes formas de intervención de terapia de grupo para pacientes oncológicos (counselling, relajación, visualización, parada de pensamiento, reestructuración cognitiva, modelado, técnicas operantes, resolución de problemas o entrenamiento asertivo). V F.
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