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TEST BORRADO, QUIZÁS LE INTERESEEspañol 4º 3

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Título del test:
Español 4º 3

Descripción:
Comprensión lectora

Autor:
AVATAR
Carlos Upegui


Fecha de Creación:
17/02/2010

Categoría:
Letras

Número preguntas: 9
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Temario:
HADAS ¿QUIÉNES SON? Cuando se habla de hadas, uno siempre piensa en una bondadosa mujer, vestida con una túnica azul larga hasta los pies, tocada con un sombrero en forma de cono que cubre su rubia cabellera, y con una varita mágica en la mano, a punto para satisfacer cualquier deseo; así es como esos famosísimos personajes se ven representados en los cuentos y en las historias infantiles. Pero las hadas de verdad son otra cosa. Las hay morenas y rubias, jóvenes y ancianas, feas y hermosas, elegantes y pordioseras, y en cuanto al carácter más vale no fiarse demasiado, porque no hay nadie más imprevisible que un hada, y nada resulta más peligroso que su mal humor. En tiempos remotos, cuando aún era fácil encontrar alguna en el bosque o en el fondo de una cueva, los hombres procuraban no ofenderlas e incluso las evitaban, porque sabían que estaban tratando con criaturas casi omnipotentes, emparentadas con las diosas y las ninfas de la antigüedad. Entre las bisabuelas de las hadas están las "moiras", divinidades griegas que decidían la suerte de los mortales. La primera, Cloto, hilaba el hilo del destino; la segunda, Láquesis, lo medía, y la tercera, Átropo, lo cortaba. A las tres diosas, hijas de Zeus, que los romanos llamaban también parcas, se las representaba como mujeres ancianas y harapientas, y precisamente de ellas provienen las famosísimas hadas madrinas, que se reúnen en torno a la cuna de los recién nacidos. Otros antepasados ilustres son las fatuas (compañeras de los faunos, capaces de predecir el futuro), las matras, diosas-gallinas que ayudaban a nacer a los niños y predecían su futuro, y las nornas, las moiras escandinavas. Por último, hay que mencionar a las ninfas y a las dríades, figuras mitológicas encantadoras ligadas a los bosques y las aguas, y señoras de la espesura y de las fuentes. Todas estas criaturas sobrenaturales han legado algo de sí a las hadas, hasta convertirlas en lo que son para nosotros: mujeres inmortales, dotadas con increíbles poderes, que van y vienen entre su mundo y el nuestro. .
Pero las hadas de verdad son otra cosa. Las hay morenas y rubias, jóvenes y ancianas, feas y hermosas, elegantes y pordioseras, y en cuanto al carácter más vale no fiarse demasiado, porque no hay nadie más imprevisible que un hada, y nada resulta más peligroso que su mal humor. El "Pero", con el que se inicia este párrafo del texto, permite introducir una información que afirma lo anotado en el primer párrafo. ejemplifica lo anotado en el primer párrafo. explica lo anotado en el primer párrafo. contradice lo anotado en el primer párrafo.
Entre las bisabuelas de las hadas están las "moiras", divinidades griegas que decidían la suerte de los mortales. La primera, Cloto, hilaba el hilo del destino; la segunda, Láquesis, lo medía, y la tercera, Átropo, lo cortaba. A las tres diosas, hijas de Zeus, que los romanos llamaban también parcas, se las representaba como mujeres ancianas y harapientas, y precisamente de ellas provienen las famosísimas hadas madrinas, que se reúnen en torno a la cuna de los recién nacidos. En el texto, la palabra "moiras" se escribe entre comillas con el fin de resaltar el nombre con el que se conocían ciertas divinidades griegas. indicar un tipo de hadas que son más importantes que las hadas madrinas. indicar que esta palabra se tomó de otro texto que habla sobre las hadas. mostrar la grandeza y superioridad de las bisabuelas de las hadas.
Entre las bisabuelas de las hadas están las "moiras", divinidades griegas que decidían la suerte de los mortales. La primera, Cloto, hilaba el hilo del destino; la segunda, Láquesis, lo medía, y la tercera, Átropo, lo cortaba. A las tres diosas, hijas de Zeus, que los romanos llamaban también parcas, se las representaba como mujeres ancianas y harapientas, y precisamente de ellas provienen las famosísimas hadas madrinas, que se reúnen en torno a la cuna de los recién nacidos. Otros antepasados ilustres son las fatuas (compañeras de los faunos, capaces de predecir el futuro), las matras, diosas-gallinas que ayudaban a nacer a los niños y predecían su futuro, y las nornas, las moiras escandinavas. Por último, hay que mencionar a las ninfas y a las dríades, figuras mitológicas encantadoras ligadas a los bosques y las aguas, y señoras de la espesura y de las fuentes. En el texto anterior, con la historia de las moiras se quiere mostrar la tradición de las hadas. resaltar el origen gitano de las hadas. explicar los antepasados de las hadas. describir las divinidades griegas.
Entre las bisabuelas de las hadas están las moiras, divinidades griegas que decidían la suerte de los mortales. La primera, Cloto, hilaba el hilo del destino; la segunda, Láquesis, lo medía, y la tercera, Átropo, lo cortaba. A las tres diosas, hijas de Zeus, que los romanos llamaban también parcas, se las representaba como mujeres ancianas y harapientas, y precisamente de ellas provienen las famosísimas hadas madrinas, que se reúnen en torno a la cuna de los recién nacidos. Otros antepasados ilustres son las fatuas (compañeras de los faunos, capaces de predecir el futuro), las matras, diosas-gallinas que ayudaban a nacer a los niños y predecían su futuro, y las nornas, las moiras escandinavas. Por último, hay que mencionar a las ninfas y a las dríades, figuras mitológicas encantadoras ligadas a los bosques y las aguas, y señoras de la espesura y de las fuentes. Todas estas criaturas sobrenaturales han legado algo de sí a las hadas, hasta convertirlas en lo que son para nosotros: mujeres inmortales, dotadas con increíbles poderes, que van y vienen entre su mundo y el nuestro. Según el texto, las divinidades griegas que decidían la suerte de los mortales son Nereida, Dríada y Tetis. Eco, Medusa y Fade. Cloto, Láquesis y Átropo. Fatuas, Nornas y Moiras.
HADAS ¿QUIÉNES SON? Cuando se habla de hadas, uno siempre piensa en una bondadosa mujer, vestida con una túnica azul larga hasta los pies, tocada con un sombrero en forma de cono que cubre su rubia cabellera, y con una varita mágica en la mano, a punto para satisfacer cualquier deseo; así es como esos famosísimos personajes se ven representados en los cuentos y en las historias infantiles. Pero las hadas de verdad son otra cosa. Las hay morenas y rubias, jóvenes y ancianas, feas y hermosas, elegantes y pordioseras, y en cuanto al carácter más vale no fiarse demasiado, porque no hay nadie más imprevisible que un hada, y nada resulta más peligroso que su mal humor. En tiempos remotos, cuando aún era fácil encontrar alguna en el bosque o en el fondo de una cueva, los hombres procuraban no ofenderlas e incluso las evitaban, porque sabían que estaban tratando con criaturas casi omnipotentes, emparentadas con las diosas y las ninfas de la antigüedad. Entre las bisabuelas de las hadas están las moiras, divinidades griegas que decidían la suerte de los mortales. La primera, Cloto, hilaba el hilo del destino; la segunda, Láquesis, lo medía, y la tercera, Átropo, lo cortaba. A las tres diosas, hijas de Zeus, que los romanos llamaban también parcas, se las representaba como mujeres ancianas y harapientas, y precisamente de ellas provienen las famosísimas hadas madrinas, que se reúnen en torno a la cuna de los recién nacidos. Otros antepasados ilustres son las fatuas (compañeras de los faunos, capaces de predecir el futuro), las matras, diosas-gallinas que ayudaban a nacer a los niños y predecían su futuro, y las nornas, las moiras escandinavas. Por último, hay que mencionar a las ninfas y a las dríades, figuras mitológicas encantadoras ligadas a los bosques y las aguas, y señoras de la espesura y de las fuentes. Todas estas criaturas sobrenaturales han legado algo de sí a las hadas, hasta convertirlas en lo que son para nosotros: mujeres inmortales, dotadas con increíbles poderes, que van y vienen entre su mundo y el nuestro. El texto trata sobre los antepasados ilustres de las hadas. el origen y las características de las hadas. las funciones de las divinidades griegas. los antepasados ilustres de las moiras.
HADAS ¿QUIÉNES SON? Cuando se habla de hadas, uno siempre piensa en una bondadosa mujer, vestida con una túnica azul larga hasta los pies, tocada con un sombrero en forma de cono que cubre su rubia cabellera, y con una varita mágica en la mano, a punto para satisfacer cualquier deseo; así es como esos famosísimos personajes se ven representados en los cuentos y en las historias infantiles. Pero las hadas de verdad son otra cosa. Las hay morenas y rubias, jóvenes y ancianas, feas y hermosas, elegantes y pordioseras, y en cuanto al carácter más vale no fiarse demasiado, porque no hay nadie más imprevisible que un hada, y nada resulta más peligroso que su mal humor. En tiempos remotos, cuando aún era fácil encontrar alguna en el bosque o en el fondo de una cueva, los hombres procuraban no ofenderlas e incluso las evitaban, porque sabían que estaban tratando con criaturas casi omnipotentes, emparentadas con las diosas y las ninfas de la antigüedad. Entre las bisabuelas de las hadas están las moiras, divinidades griegas que decidían la suerte de los mortales. La primera, Cloto, hilaba el hilo del destino; la segunda, Láquesis, lo medía, y la tercera, Átropo, lo cortaba. A las tres diosas, hijas de Zeus, que los romanos llamaban también parcas, se las representaba como mujeres ancianas y harapientas, y precisamente de ellas provienen las famosísimas hadas madrinas, que se reúnen en torno a la cuna de los recién nacidos. Otros antepasados ilustres son las fatuas (compañeras de los faunos, capaces de predecir el futuro), las matras, diosas-gallinas que ayudaban a nacer a los niños y predecían su futuro, y las nornas, las moiras escandinavas. Por último, hay que mencionar a las ninfas y a las dríades, figuras mitológicas encantadoras ligadas a los bosques y las aguas, y señoras de la espesura y de las fuentes. Todas estas criaturas sobrenaturales han legado algo de sí a las hadas, hasta convertirlas en lo que son para nosotros: mujeres inmortales, dotadas con increíbles poderes, que van y vienen entre su mundo y el nuestro. En el texto anterior, la información se organiza desde cómo pensamos las hadas, hasta cómo son para nosotros realmente las hadas. quiénes eran las hadas en tiempos remotos, hasta quiénes son sus antepasados. de dónde vienen las hadas, hasta quiénes son los antepasados de las hadas. quiénes son las bisabuelas de las hadas, hasta cómo son las hadas realmente.
SEÑALES QUE HABLAN En los espacios públicos las señales cumplen tres funciones básicas: facilitar la convivencia diciéndonos cómo comportarnos dentro de un espacio que es colectivo, de todos y para todos en igualdad de condiciones. Algunas señales nos ponen condiciones: no pitar, no estacionarce, transitar en una dirección, etc. Otra función de las señales es ayudarnos a vivir la ciudad, guiándonos y dándonos información relevante. Y la más importante: cuidar nuestras vidas, previniéndonos sobre las situaciones de riesgo, para así disminuir los accidentes. Hay muchas más señales a nuesto alrededor. Las que traen los equipos eléctricos, los juguetes, los insecticidas, las prendas de vestir. Las que nos guían en los centros comerciales, en el transmilenio, las de seguridad industrial. Pero, ¿sabemos leerlas? ¿entendemos sus mensajes? Porque no siempre son fáciles de descifrar a simple vista, aunque pretendan ser un lenguaje universal que vence las barreras de los idiomas en este mundo globalizado de hoy. Por fortuna sigue unos cuantos códigos comunes, internacionales, que nos pueden dar una pista inicial. Los más importantes: la forma y el color. Sin embargo, como nadie nace aprendido, debemos alfabetizarnos y alfabetizar los niños en la lectura de señales (y enseñarles su importacia). Una forma de hacerlo es inventar con ellas muchos juegos para estas vacaciones, dentro de la casa o en los paseos. Las "tres funciones básicas" de las señales se explican en los párrafos 1 y 2 2 y 3 3 y 4 1 y 4.
SEÑALES QUE HABLAN Hay muchas más señales a nuestro alrededor. Las que traen los equipos eléctricos, los juguetes, los insecticidas, las prendas de vestir. Las que nos guían en los centros comerciales, en el transmilenio. Las de seguridad industrial. Pero, ¿sabemos leerlas? ¿entendemos su mensaje? Porque no siempre son fáciles de descifrar a simple vista, aunque pretendan ser un lenguaje universal que vence las barreras de los idiomas en este mundo globalizado de hoy. Por fortuna siguen unos cuantos códigos comúnes, internacionales, que nos pueden dar una pista inicial. Los más importantes: la forma y el color. En el parrafo, La autora habla de las características de las señales. los tipos de señales. los usos de las señales. cómo leer las señales.
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