Dentro del marco evolutivo del desarrollo humano, Bronfenbrenner definió las estructuras concéntricas que interactúan entre sí. El mesosistema es: Sistemas más próximos al individuo, donde se establece todo tipo de relaciones, el hogar, lugar de trabajo, comunidad de vecinos Interrelaciones entre dos o más contextos en los que se desenvuelve y participa activamente la persona Interrelaciones entre dos o más contextos en que la persona no está implicada activamente, pero le afecta lo que ocurre.
El proceso de intervención según el modelo sistémico se caracteriza por: Acomodarse a las características de algún problema Ser abierto o flexible e integrador Centrarse en los responsables de las dificultades que aparecen en la familia.
El proceso de intervención en orientación familiar consta de tres fases principales: Valoración diagnóstica, intervención y seguimiento-evaluación final Incidencia del problema, pruebas aplicadas y áreas exploradas Valoración diagnóstica, técnicas conductuales y seguimiento-evaluación final.
El modelo conductual-cognitivo se basa en Los planteamientos de la teoría conductista y del cognitivismo El diagnóstico y el tratamiento Los principios de prevención y desarrollo.
En la etapa de gestación predomina el enfoque: (enfoques y etapas del modelo conductual-cognitivo) Teoría del aprendizaje social Cognitivo Conductismo clásico.
En la etapa de Ampliación del predomina el enfoque Conductismo clásico Cognitivo Teoría del aprendizaje social.
La formulación de objetivos corresponde a la fase de Evaluación Seguimiento Intervención.
En la resolución de un caso, la fase de intervención concluye con el paso: Entrevistas abiertas a las personas implicadas Valoración del funcionamiento del programa cognitivo Desvanecimiento del programa.
Las fases del proceso de intervención desde el modelo conductual-cognitivo son: Evaluación, intervención y Seguimiento Recogida de la información, intervención y evaluación final En el acuerdo, en el contenido de la comunicación, que no intenta modificar el tipo de relación entre las partes.
La formulación de la Hipótesis Funcional corresponde a la fase Evaluación Seguimiento Aplicación del programa.
La evaluación continua de la intervención corresponde a la fase Seguimiento Intervención Evaluación.
Desde el modelo cognitivo-conductual, la primera fase para llevar a cabo una intervención es: La fase de mantenimiento y generalización del cambio La fase de intervención. La fase de evaluación.
La definición operativa de la conducta Implica que las conductas operativas se pueden observar y medir con facilidad Requiere que los objetivos sean igualmente operativos Se refiere a la necesidad de aplicar un programa de conducta.
¿Cuál es la finalidad del análisis funcional? Identificar los factores que provocan los comportamientos disruptivos Formulación de la hipótesis de intervención Verificar si las conductas modificadas se mantienen en el tiempo.
Desde el modelo conductual-cognitivo, el análisis funcional consiste en: Identificar los factores responsables de las conductas disruptivas y la relación entre ellas Verificar si las conductas modificadas se mantienen Las predicciones sobre la probabilidad y dirección del cambio en la conducta.
Un ejemplo de hipótesis funcional es: Las técnicas de autocontrol Tiene un problema de agresividad porque en su casa sus padres le gritan y no escuchan cuando habla Si aplicamos comunicación positiva entonces conseguiremos mejorar la relación familiar.
En la hipótesis funcional se especifican, entre otros, los siguientes aspectos La relación entre las variables de conducta y sus consecuencias La intervención La evaluación.
El juicio de valor que el orientador emite respecto al problema que quiere solucionar se enmarca en: El problema La hipótesis de intervención La hipótesis funcional.
Cuando en un programa de intervención se logran todos los objetivos planteados, ¿cuál es la siguiente acción que se debe llevar a cabo? Modificar aquellos objetivos que no se hayan alcanzado totalmente Desvanecer el programa de manera progresiva Sustituir los reforzadores intrínsecos por los extrínsecos.
Entre las fases de la intervención, se pueden enumerar las siguientes: Hipótesis funcional, programa de intervención y desvanecimiento del programa Hipótesis de intervención, evaluación continua y desvanecimiento del programa Aplicación del programa, evaluación continua y mantenimiento y generación del cambio.
Señale a continuación la hipótesis de intervención correctamente formulada Si aplicamos la técnica Contrato de contingencias entonces se conseguirá implicar a todos los miembros de la familia en la mejora de sus pautas de comunicación Si los hermanos no pasaran tanto tiempo con las pantallas mejoraría su comunicación Se trata de un problema de inseguridad porque no se siente querida.
Desde el modelo conductual-cognitivo, la hipótesis de intervención consiste en: En el registro de la observación de las conductas disruptivas Hacer predicciones sobre la probabilidad y dirección del cambio del en la conducta, si se modifican las variables que afectan al problema o a la relación que se da entre dichas variables. Identificar las características relevantes del sujeto: estado general y biológico del sujeto: estado general y biológico del sujeto, antecedentes y consecuentes de la conducta y si la conducta y si la conducta que se quiere modificar está presente en el repertorio comportamental.
¿Cuál de las siguientes HI sería una variable correctamente formulada? Si se aplican estrategias de autocontrol, el adolescente podrá observar su propia conducta y constatar su cambio La niña necesita llamar la atención porque no se siente atendida Si el niño fuera consciente de que sus padres quieren lo mejor para él, no se comportaría mal.
Cuál de las siguientes es una hipótesis de intervención correctamente formulada: Que el hijo aprenda a respetar a los restantes miembros de la familia Si los padres dejan de prestarle atención y le refuerzan (de manera positiva) cuando no grita, las conductas disruptivas desaparecerán Si no pasara tanto tiempo con el móvil su rendimiento académico mejoraría.
La formulación de la hipótesis de intervención se realiza a partir de La hipótesis funcional y conductas operativas Del problema que haya expuesto la familia. Los objetivos que se hayan planteado.
Para enunciar la hipótesis de intervención se debe seguir la siguiente formula: Si conseguimos eliminar las conductas disruptivas … entonces el problema mejorará Si aplicamos técnicas concretas … entonces conseguiremos … objetivos / conductas finales Si hacemos … entonces conseguiremos la conducta final con las técnicas.
En el modelo cognitivo-conductual, la última fase de la intervención es La fase de intervención La fase de evaluación La fase de seguimiento.
El mantenimiento y la generalización del cambio, corresponde a Seguimiento Evaluación Intervención.
La fase de seguimiento tiene como finalidad Verificar si las conductas modificadas se mantienen en el tiempo Comprobar que se logran los objetivos inmediatos Seleccionar las técnicas de intervención.
En un caso determinado, la selección de las técnicas de intervención se debe hacer De acuerdo con las acciones que ya hayan empezado a aplicar los miembros del grupo familiar Siguiendo la hipótesis de intervención y el objetivo final entre otros aspectos De ninguna de las formas anteriores.
En un caso de intervención la selección de las técnicas se hace en función de La información proporcionada por los miembros de la familia Cómo se haya formulado la hipótesis de intervención, las características de la conducta problema y de la persona El número de sesiones que se establezcan, así como el período temporal en el que se programen.
En la resolución de un caso de intervención, para la selección de las técnicas se debe tener en cuenta El número de reforzadores positivos y negativos. Las tareas propias del caso. Cómo se haya formulado la hipótesis de intervención.
Cuál es la finalidad de la etapa de seguimiento en el proceso de resolución de un caso: La selección de los reforzadores, técnicas y recursos que se aplicarán Comprobar si las conductas modificadas se mantienen en el tiempo. Identificar las conductas operativas.
La hipótesis de intervención desde un modelo conductual-cognitivo se define como: La verificación de si las conductas modificadas se mantienen en el tiempo y se generalizan a situaciones distintas de aquellas en las que se produjo el aprendizaje. El juicio que el orientador emite respecto al problema que se quiere solucionar Hacer predicciones sobre la probabilidad y dirección del cambio en la conducta, si se modifican las variables que afectan al problema o la relación que se da entre dichas variables.
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