Auditoría y Consultoría 01

El trabajo del consultor requiere un alto grado de: Deseo de quedar bien con el cliente. Disponibilidad temporal. Conocimiento del entorno competitivo. Implicación y compromiso.

La consultoría empresarial ayuda a los clientes a alcanzar sus objetivos mediante: Un trabajo colaborativo. Un trabajo asociativo. Un servicio de outsourcing. Servicios añadidos que se facturan al cliente, además de los básicos, que no se facturan.

¿Cuántos años de experiencia suele tener el consultor semisenior?. De uno a tres años. De dos a seis años. Entre tres y cinco años. Más de seis años de experiencia.

¿La edad es un factor clave en el proceso de selección de un consultor empresarial: Nunca. Siempre. Depende de la especialidad de la consultoría. Depende del sector de actividad de la clientela del despacho profesional.

La actividad profesional de la consultoría empresarial deriva, en primer lugar, de: Las necesidades de la administración pública. Los cambios internos de estas organizaciones. Los cambios socioeconómicos de las empresas y organizaciones. Los cambios del entorno.

El inicio de la consultoría se remonta a: El siglo XII. Los orígenes mismos de la humanidad. La Edad Media. El final de la segunda guerra mundial.

Los ingresos del sector de consultoría: Decrecen como consecuencia de una contracción de la demanda en los últimos años. Crecen en los últimos años como consecuencia del crecimiento en la demanda. Depende del período analizado, el crecimiento es inestable. En general, se han mantenido estables en los últimos años.

Los conocimientos, fruto de la cualificación y de la experiencia, permiten al consultor: "Saber cómo hacerlo". "Saber qué decir". "Saber qué pedir". "Saber hacer".

La consultoría empresarial es una actividad desarrollada por: Empresas de gran consumo. Empresas subcontratadas. Empresas de servicios profesionales. Empresas de servicios económico-financieros.

Una de las tareas y funciones que desarrolla el consultor empresarial es: Adaptarse a las necesidades de cada cliente. Adaptarse a los plazos temporales. Fidelizar a los antiguos clientes del despacho profesional. Captar antiguos clientes mediante acciones comerciales agresivas.

Además de las competencias personales y profesionales, también se exige a los consultores : Un compromiso social. Un comportamiento ético. Madurez intelectual. Un comportamiento público intachable.

¿Qué porcentaje de los trabajadores del sector de la consultoría empresarial están dedicados a proyectos de innovación?. El 13,6%. El 42%. Casi un tercio de los consultores se dedican a proyectos de innovación. No existen datos cuantitativos que indiquen ese porcentaje.

Como experto en el sector, el consultor debe contar con: Un nivel alto de formación generalista en su sector de actividad. Un alto grado de formación especializada en su ámbito profesional. Personal junior que le proporcione un soporte especializado en la toma de decisiones. Conocimientos especializados, aunque no tenga una actitud positiva en su relación con los clientes.

Según su pertenencia a la organización, el consultor puede ser: Primario o secundario. Interno, externo e interactivo. Interno o externo. Propio o asociado.

La calidad en las empresas de consultoría no puede entenderse bajo un concepto técnico, sino como: Una forma de entender a los clientes. Un compromiso contractual con los clientes. Una filosofía de gestión. Un sistema de gestión administrativa.

La capacidad de aprendizaje es una competencia: Soft. Transversal. Horizontal. Básica.

La iniciativa y proactividad son competencias: Transversales. Básicas. Soft. Innatas en el consultor.

El pensamiento innovador y adaptable del consumidor constituye: Una competencia. Una habilidad. Un nivel de conocimiento. Una actitud.

Cuando una empresa u organización contrata una firma de consultoría para resolver de forma urgente cualquier tipo de problema o conflicto, una tarea clave del consultor es: Incrementar la factura de honorarios por la urgencia en el servicio prestado. Adaptarse a los plazos temporales. Pedir más tiempo a la empresa para intentar resolver el problema o conflicto con mayor seguridad. Contratar a más consultores para dar respuesta a las necesidades urgentes de la empresa.

Para identificar las necesidades de cada organización es necesario: Saber hablar. Tener paciencia. Saber escuchar. Identificar el mercado en el que opera el cliente.

La capacidad de análisis del consultor es: Una competencia. Una habilidad. Una oportunidad. Una circunstancia personal.

La formación de los consultores empresariales está orientada cada vez más hacia: Las tecnologías de la información y comunicación. La web 4.0 y las redes sociales profesionales. Las tecnologías y metodologías disruptivas como la realidad virtual y la realidad aumentada. Las tecnologías y metodologías disruptivas como cloud o big data & analytics.

Convencer a la empresa de que es la persona adecuada para alcanzar los objetivos que se esperan del consultor corresponde a la competencia de: Habilidades personales. Simpatía y cordialidad. No corresponde a competencia alguna. Buen comunicador.

Las numerosas normas que se publican cada año en el sector de la consultoría empresarial dan lugar a: La dificultad de especialización de los profesionales del sector. La especialización de los profesionales del sector. La creación y desarrollo de despachos profesionales en el ámbito jurídico. La confusión en la contratación de servicios de consultoría.

Poner en marcha el plan establecido forma parte de la tarea de: Establecer una estrategia de resolución. Analizar el núcleo empresarial. Trabajar con perspectiva global. La ejecución del plan de resolución.

Las habilidades del consultor para saber cuáles son las decisiones que llevarán a la empresa a ser más eficiente, ¿a qué competencia/s corresponde?: Habilidades personales. Capacidad de análisis. Liderazgo. Experiencia y formación.

¿El consultor empresarial asume responsabilidades?. Siempre. Nunca. Sólo en la fase de diagnóstico de la organización. Depende del tipo de empresa a la que preste sus servicios.

El sector de la consultoría empresarial se caracteriza por: Un número reducido de normas que regulan esta actividad. Un conjunto de normas reguladas por el propio sector. Un gran número de normas que regulan esta actividad. Un conjunto de normas establecidas por los propios operadores del sector.

Una tendencia actual en el sector de la auditoría es: La creación de despachos multidisciplinares. Condicionar los honorarios de los profesionales del sector a los resultados empresariales. La creación de despachos especializados. Simplificar las estructuras organizativas de los operadores del sector.

¿A qué competencia corresponde la realización de un trabajo de manera clara, objetiva y sintética?. Capacidad de análisis. Flexibilidad. Saber escuchar. Habilidad personal.

Se ha producido un crecimiento en la demanda de servicios profesionales de consultoría debido a: La disposición de las empresas a segmentar algunas de sus actividades productivas. La tendencia a la externalización de determinadas actividades de las empresas. La frecuencia de uso de servicios profesionales por parte del entorno empresarial. La necesidad de diversificar los negocios empresariales.

El consultor debe tener una clara orientación: Al cliente interno. Al entorno. Al cliente potencial. Al cliente.

Para un consultor, entender el funcionamiento de la empresa forma parte de: El análisis del núcleo empresarial. El establecimiento de una estrategia de resolución. La ejecución del plan de resolución. La adaptación a los plazos temporales.

Una habilidad personal del consultor es: Proactividad. Experiencia. Formación. Competencia.

Para identificar las necesidades de cada organización el consultor empresarial debe: Identificar las necesidades de todos los stakeholders que afectan a la organización. Saber escuchar las necesidades del cliente. Buscar la máxima información del cliente en foros de Internet. Entrevistarse con el CEO de la empresa para obtener la máxima información disponible.

El trabajo del consultor empresarial implica: Trabajar con algunos miembros del equipo, especialmente con directivos. Trabajar básicamente con los directivos de la empresa, ya que los empleados de menor rango tienen menos conocimiento del problema a tratar. Trabajar con todos los miembros del equipo, desde directivos a empleados de menor rango. Trabajar con todos los miembros de la organización, independientemente de su cargo y rol en la organización.

Una tendencia actual del consultor empresarial es: Su especialización en una actividad concreta. Su ámbito de actividad profesional generalista. Su tendencia a la reducción de costes como estrategia de consultoría. Su conservadurismo en la toma de decisiones empresariales.

Entre las capacidades del consultor se observa un margen de mejora en: La orientación al cliente. La adaptación a nuevas situaciones. El pensamiento crítico. La capacidad de análisis y resolución de problemas.

Realizar el diagnóstico de la compañía, ¿a qué tarea o función del consultor empresarial corresponde?. Al análisis de las necesidades del cliente. Al establecimiento de una estrategia de resolución. Al trabajo con perspectiva global. A la ejecución del plan de resolución.

Los consultores deben poseer: Dotes de mando. Habilidades comunicativas a la hora de negociar honorarios con los clientes. Habilidades blandas y especialidades técnicas. Conocimientos técnicos y legales que den confianza a las empresas que contratan sus servicios.