Calidad de vida 11

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: Las pautas para la realización de ejercicio físico en la etapa prenatal en todo el mundo recomiendan que las mujeres sin contraindicaciones realicen actividad física regular durante el embarazo. Se recomienda que los obstetras-ginecólogos y otros proveedores de atención obstétrica deben evaluar cuidadosamente a las mujeres con complicaciones médicas u obstétricas antes de hacer recomendaciones sobre la participación en la actividad física durante el embarazo. La restricción de la actividad física debe prescribirse de forma rutinaria como tratamiento para reducir el parto prematuro.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: El ejercicio regular durante el embarazo se asocia con un aumento del 40% en las probabilidades de desarrollar complicaciones importantes del embarazo, como por ejemplo preclamsia, hipertensión gestacional y diabetes gestacional, una reducción de los síntomas depresivos maternos y una disminución de las probabilidades de dar a luz lactante macrosómico. A pesar de los conocidos beneficios de la actividad física en la salud materna y fetal, sigue habiendo un subconjunto de mujeres a las que se les desaconseja el ejercicio debido a una variedad de condiciones preexistentes o específicas del embarazo, conocidas como contraindicaciones. Desde mitad de la década de los años ochenta se ha observado un cambio crítico en las recomendaciones con respecto al ejercicio prenatal, pasando de un comportamiento potencialmente dañino a una prescripción supervisada y adaptada para mejorar la salud materna y fetal.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: Se han identificado 11 condiciones en las que no hay absolutamente ninguna evidencia que apoye la interrupción del ejercicio prenatal, de hecho, volverse completamente inactivo podría resultar en un mayor riesgo de resultados adversos del embarazo. Existen algunas afecciones en las que la actividad física regular es segura, no debiéndose modificar ni adaptar en ningún caso la prescripción de ejercicio, como por ejemplo en casos de trastornos respiratorios leves, enfermedad cardiaca adquirida o congénita con tolerancia al ejercicio, preeclamsia leve, diabetes tipo 1 bien controlada, ruptura prematura de la membrana, placenta previa después de las 28 semanas, enfermedad tiroidea no tratada, trastornos alimentarios graves y sintomáticos, desnutrición, tabaquismo intenso en presencia de comorbilidades. Se debe evitar realizar la actividad física moderada a vigorosa durante el embarazo si existen trastornos graves, como por ejemplo: los trastornos respiratorios graves, alteraciones cardíacas congénitas o adquiridas graves con intolerancia al ejercicio, desprendimiento de placenta previa, diabetes tipo 1 no controlada, restricción del crecimiento intrauterino, preeclamsia grave e insuficiencia cervical.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: La realización de ejercicio durante el embarazo reduce eficazmente los riesgos de crecimiento fetal anormal y de obesidad infantil. El aumento del volumen de ejercicio superior a 810 MET-min por semana no se asocia con una reducción del peso al nacer pero sí con el riesgo de parto prematuro. El ejercicio durante el embarazo, independientemente del índice masa corporal previo al embarazo, es una intervención no farmacéutica segura y beneficiosa para reducir el riesgo de crecimiento fetal adverso y la obesidad infantil, lo que brindará la oportunidad de prevenir la diabetes tipo 2 prevalente y las enfermedades cardiovasculares en etapas posteriores de la vida.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: Se sabe que las mujeres con sobrepeso u obesidad no son más propensas a padecer la resistencia a la insulina y la diabetes mellitus gestacional. El ejercicio supervisado es seguro para las mujeres embarazadas con sobrepeso u obesidad y no tiene efectos adversos en la madre ni en el recién nacido. El ejercicio durante el embarazo, es esencial proporcionar las fases de calentamiento y enfriamiento en cada sesión con un rango de duración de entre 5 y 10 minutos cada una de ellas.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: Las mujeres que son inactivas durante el embarazo tienen un 16% más de probabilidades de sufrir depresión prenatal. Debido a que los síntomas depresivos comienzan temprano en el embarazo, el programa de ejercicio supervisado también debe comenzar temprano, una vez que se sepa que no existen contraindicaciones obstétricas para hacer ejercicio. No debe estimularse a participar en ejercicios aeróbicos y de acondicionamiento de la fuerza con regularidad durante el embarazo.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase correcta: Las zonas de frecuencia cardíaca objetivo para el ejercicio aeróbico durante el embarazo son: (a) <20 años: 140-155 latidos por minuto; (b) 20-29 años: 135-150 latidos por minuto; (c) 30-39 años: 130-145 latidos por minuto. Las zonas de frecuencia cardíaca objetivo para el ejercicio aeróbico durante el embarazo son: (a) <20 años: 90-95 latidos por minuto; (b) 20-29 años: 120-125 latidos por minuto; (c) 30-39 años: <90 latidos por minuto. Las zonas de frecuencia cardíaca objetivo para el ejercicio aeróbico durante el embarazo son: (a) >70 años: 140-155 latidos por minuto; (b) 70-80 años: 135-150 latidos por minuto.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: La intensidad del ejercicio de resistencia deberá estar ubicada entre el 60 y el 80% de la frecuencia cardiaca máxima (12-14 en la escala de Borg; 5-6 en la escala de 0 al 10). Durante la realización de ejercicios de fuerza podrán usar altas cargas con caracteres del esfuerzo máximos, ya que esto no podría provocar un parto prematuro. El ejercicio de alta intensidad está vinculado con hipoglucemia durante el embarazo.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: No podrán realizar ejercicios de fuerza con materiales diversos, como por ejemplo son las bandas elásticas. Los deportes de contacto deben evitarse debido al riesgo de traumatismo que comportan. Se deben evitar las actividades con un riesgo significativo de caídas o traumatismos.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: Sobre la aplicación de los programas de acondicionamiento neuromuscular durante el embarazo parece existir un claro consenso a la hora de evitar el entrenamiento extenuante y/o con altas resistencias siempre que no haya una adecuada prescripción y supervisión, así como las situaciones de hiperpresión abdominal y las acciones musculares con carácter isométrico máximo. Durante el entrenamiento de la fuerza, la realización de un número elevado de repeticiones con una resistencia ligera no suele indicarse como adecuado, a pesar de que se realice con una intensidad submáxima. No se recomienda generalizadamente el buceo, el paracaidismo y el yoga caliente durante el embarazo.

Habitualmente se proponen los siguientes criterios metodológicos a la hora de desarrollar los programas de acondicionamiento neuromuscular en el periodo gestacional (señala la frase incorrecta): No se utilizarán posiciones con adecuada estabilidad postural por el elevado riesgo que esto comporta. La frecuencia de entrenamiento semanal será de 2 ó 3 sesiones. La resistencia y las repeticiones a realizar con ella en cada serie debe suponer una percepción cualitativa del esfuerzo entre algo fácil y algo duro o algo cansado, es decir, entre los valores cuantitativos de 4 y 6-7 en una escala del 0 al 10.

Diversos autores, también recomiendan que se tengan en consideración los siguientes aspectos durante el embarazo (señala la frase incorrecta): Tradicionalmente se ha considerado que después del primer trimestre se deben realizar ejercicios en decúbito supino, ya que el retorno venoso no se verá dificultado. No deben tumbarse sobre el abdomen a partir del 4o mes, debiéndose sustituir tales posiciones por otras bien controladas en posiciones de bipedestación o sedestación. Se deberá individualizar el ROM de los movimientos debido a la acción de las hormonas sobre el tejido conectivo.

Diversos autores, también recomiendan que se tengan en consideración los siguientes aspectos durante el embarazo (señala la frase incorrecta): Realizar lentos y progresivos calentamientos y vueltas a la calma, permitiendo un tránsito muy progresivo de la frecuencia cardiaca de trabajo que no deberá exceder de las 140 pulsaciones por minuto. Evitar los riesgos de hipertermia mediante una reducción del aporte hídrico y una temperatura y humedad algo más elevada de lo habitual en el recinto de ejercitación. Emplear ropa adecuada y ancha que no dificulte la termorregulación, la movilidad articular ni la circulación de retorno;.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: Un aspecto a considerar durante es la frecuencia de aparición del dolor de espalda baja que es de aproximadamente un 48%, apareciendo ya durante las primeras semanas. Parece ser que una intervención basada en la realización de ejercicios de acondicionamiento neuromuscular y una educación para el cuidado diario de la espalda durante las actividades de la vida corriente no evitan o atenuarán los típicos dolores de espalda baja. Parece ser que una intervención basada en la realización de ejercicios de acondicionamiento neuromuscular y una educación para el cuidado diario de la espalda durante las actividades de la vida corriente evitan o atenúan los típicos dolores de espalda baja.

Al respecto de los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante el embarazo, señala la frase incorrecta: Aquellas mujeres que anteriormente al embarazo eran muy activas pueden continuar sus actividades después de un asesoramiento adecuado sobre la adaptación de su ejercicio más intenso. Se aconseja que aquellas mujeres que sean sedentarias antes del embarazo comiencen a hacer ejercicio con intensidad auto-elegida y que la aumenten inmediatamente acorde a sus preferencias y disfrute. Diversos autores proponen comenzar el ejercicio tres veces por semana con una duración de 15 minutos y después de un tiempo, la frecuencia y la duración se incrementarán gradualmente cuatro veces por semana con 30 minutos de ejercicio continuo.

En alusión a la realización de ejercicio durante el postparto y la lactancia, señala la frase incorrecta: Se ha comprobado que el entrenamiento apropiado de los músculos del suelo pélvico es beneficioso y puede prevenir traumatismos del suelo pélvico y futuras incontinencias. Se ha demostrado que los ejercicios de fortalecimiento abdominal, incluidos los ejercicios dinámicos y estáticos conscientes de contracción de la región abdominal, disminuyen la incidencia de diástasis del recto abdominal y disminuyen la distancia interrectos en mujeres que dieron a luz tanto por vía vaginal como por cesárea. Las evidencias demuestran que las rutinas de ejercicio no pueden reanudarse después del nacimiento, independientemente del modo de parto y las posibles molestias o no que estén asociadas.

En alusión a la realización de ejercicio durante el postparto y la lactancia, señala la frase incorrecta: Las evidencias confirman que el ejercicio se asocia con tasas reducidas de depresión y estrés posparto. Se sabe que el ejercicio durante el período de lactancia afectará negativamente la producción de leche. El ejercicio mejora la aptitud cardiovascular de la madre lactante sin afectar negativamente al crecimiento del niño.

En alusión al PARmed-X como cuestionario de salud creado específicamente para poblaciones prenatales, señala la frase incorrecta: Se compone de cuatro partes que cubren la salud general, el estado actual del embarazo, los hábitos de actividad previos y las futuras intenciones de ejercicio. Ayuda a identificar las contraindicaciones para las mujeres embarazadas que desean realizar actividad física, con el fin de ofrecer orientación al entrenador personal y a la cliente sobre la prescripción de ejercicios aeróbicos o de fuerza. Ayuda a identificar las contraindicaciones para las mujeres embarazadas que desean realizar actividad física, aunque no ofrece orientación al entrenador personal y a la cliente sobre la prescripción de ejercicios aeróbicos o de fuerza.

En referencia a los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante la menopausia, señala la frase incorrecta: La menopausia es un evento único en la vida de la mujer que sucede alrededor de los 50 años, siendo una etapa que todas las mujeres inexorablemente experimentarán. Se puede definir como el cese permanente de los períodos menstruales y se puede clasificar en etapas (premenopáusicas, perimenopáusicas y posmenopáusicas), ocurriendo habitualmente de manera natural entre los 42 y 58 años, o pudiendo ser inducida por tratamientos médicos. Durante este período se da un aumento de la actividad de los ovarios y la estabilización en los niveles hormonales, y es improbable que aparezcan síntomas como dolor de cabeza, trastornos del sueño, cambios de humor, síntomas vasomotores como sofocos y sudores nocturnos y ansiedad.

En referencia a los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante la menopausia, señala la frase incorrecta: Los síntomas de la menopausia no tienen una estrecha relación con la calidad de vida durante el período de la menopausia, y fisiológica y psicológicamente no podrían afectar a la mujer. La duración, la intensidad y el impacto de los síntomas de la menopausia difieren de una persona a otra y en diferentes sociedades. Algunas mujeres pueden experimentar síntomas durante la menopausia más graves que podrían afectar profundamente su desempeño personal y social y su calidad de vida y hacer que se encuentren con múltiples problemas graves en el desempeño normal de su vida.

En referencia a los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante la menopausia, señala la frase incorrecta: Aunque la terapia hormonal es el tratamiento estándar para los primeros síntomas de la menopausia, debido a sus efectos secundarios, como el riesgo de embolia y cáncer de mama, el uso de estas combinaciones de forma rutinaria no se suele considerar apropiado. Se ha enfatizado el uso de métodos no medicinales para prevenir los síntomas de la menopausia y mejorar la calidad de vida en mujeres menopáusicas, como por ejemplo son determinados métodos educativos y de asesoramiento, la participación en actividades físicas, el uso de plantas medicinales que contienen fitoestrógenos e isoflavonas y el uso de complementos alimenticios como soja, regaliz, trébol rojo y aceite de pescado. Durante la menopausia, junto con una dieta para perder peso, el ejercicio físico podría ayudar a mantener el peso corporal normal y la densidad mineral ósea, así como también a aumentar la fuerza muscular, sin embargo estos hitos están aún en el aire puesto que actualmente se están investigando y no hay todavía ninguna evidencia clara al respecto.

En referencia a los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante la menopausia, señala la frase incorrecta: Se ha podido documentar que el ejercicio y la actividad física regular son eficaces para reducir los síntomas vasomotores y mejorar los sofocos, los trastornos del sueño y los problemas psicológicos de las mujeres menopáusicas. El yoga y el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico no son recomendados entre las intervenciones más frecuentes analizadas científicamente para las mujeres con síntomas menopáusicos y urinarios. Las evidencias señalan que los ejercicios aeróbicos, como por ejemplo caminar, son efectivos en la mejora de los síntomas vasomotores, mentales, sociales, físicos, sexuales y en general de la calidad de vida de las mujeres premenopáusicas y menopáusicas, pudiendo considerarse, en consecuencia, como un método eficaz para la mejora de los síntomas de la menopausia en mujeres premenopáusicas y menopáusicas.

En referencia a los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante la menopausia, señala la frase incorrecta: Se sabe que la terapia hormonal sustitutiva puede atenuar la pérdida de masa muscular en el periodo de la perimenopáusia pero que en ningún caso podrá incrementar la masa magra a diferencia de lo que ocurre con el entrenamiento de la fuerza. Además de los beneficios que los programas de acondicionamiento neuromuscular pueden provocar sobre el estatus funcional del sistema músculo-esquelético de las mujeres postmenopáusicas, se añaden otros relacionados con la prevención de otras alteraciones y que están vinculadas con el síndrome metabólico, aunque en este caso su acción será más eficaz cuando se realiza de forma combinada con actividades de predominio aeróbico. Se sabe que combinaciones de ejercicio aeróbico con entrenamiento de la fuerza no mejora durante la menopausia la función endotelial de las mujeres obesas.

En referencia a los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante la menopausia, señala la frase incorrecta: Se sabe que la etapa de la posmenopausia no se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. La disminución de los niveles de estrógenos durante la menopausia también se asocia con un aumento de la inflamación sistémica. El ejercicio regular también mejora la función endotelial, la presión arterial, la aptitud cardiorrespiratoria, la composición corporal y los factores del síndrome metabólico en mujeres posmenopáusicas y, por lo tanto, puede ser una intervención eficaz para mejorar el riesgo cardio-metabólico en mujeres posmenopáusicas.

En referencia a los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante la menopausia, señala la frase incorrecta: Las evidencias han demostrado que el ejercicio físico reduce las citocinas proinflamatorias y aumenta la adiponectina en mujeres posmenopáusicas. Parece ser que el entrenamiento aeróbico, de fuerza y combinado son efectivos para reducir los marcadores inflamatorios evaluados comúnmente en las mujeres posmenopáusicas. El entrenamiento físico no es de particular importancia para reducir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles en mujeres posmenopáusicas.

En referencia a los criterios generales y específicos para la prescripción y desarrollo de programas de ejercicio físico para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida durante la menopausia, señala la frase incorrecta: Diversos estudios han demostrado que el ejercicio acuático es un método efectivo de entrenamiento y acondicionamiento para mujeres posmenopáusicas. No existen suficientes evidencias que justifiquen que las mujeres posmenopáusicas pueden utilizar programas de ejercicios acuáticos para apoyar su salud y calidad de vida. El ejercicio acuático les ayudará a disminuir la pérdida ósea, mejorar la fuerza muscular, aumentar la capacidad funcional del corazón y los pulmones, mejorar la flexibilidad, la coordinación, el equilibrio para mantener y las actividades de la vida diaria, la seguridad y, en definitiva, la calidad de vida.

En referencia concreta al cuestionario de “la Calidad de Vida específica de la Menopausia” (MENQOL), señala la frase incorrecta: El MENQOL se considera un cuestionario válido para evaluar la calidad de vida en mujeres menopáusicas. El MENQOL no se considera un cuestionario válido para evaluar la calidad de vida en mujeres menopáusicas. El MENQOL tiene cuatro dominios (vasomotor, psicosocial, física y sexual y vaginal sequedad), los cuales están totalmente relacionados con los síntomas efectivos comunes sobre la calidad de vida durante la menopausia.