LAS DEVASTACIONES DE OSORIO Parte 1
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Título del Test:![]() LAS DEVASTACIONES DE OSORIO Parte 1 Descripción: En este test aprenderás sobre el tema de Las Devastaciones de Osorio |




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Con este nombre se conoce a la práctica de la compra y la venta de artículos de manera clandestina, ilegal o ilícita. Robo. Contrabando. Engaño. Importación. Exportación. Evasión. ¿Cuál fue el país que ordenó las devastaciones?. Estados Unidos. Francia. Holanda. Inglaterra. España. Portugal. ¿Cuál fue el rey que ordenó las devastaciones?. Felipe I. Felipe II. Felipe III. Felipe IV. Felipe V. Felipe VI. ¿Cuál fue el gobernador que cumplió la orden de ejecutar las devastaciones?. Fernando Osorio. Felipe Osorio. Carlos Osorio. Cristóbal Osorio. Juan Osorio. Antonio Osorio. En un principio, ¿La orden del rey Felipe III era?. La devastación de esa parte de la isla. El despoblamiento de esa parte de la isla. Al ver la resistencia de los habitantes, ¿El gobernador Osorio pasó?. De la idea de la devastación a la idea del despoblamiento. De la idea del despoblamiento a la idea de la devastación. Los habitantes de la parte noroeste de la isla, al enterarse de las intenciones del rey: Aceptaron irse de sus tierras sin dar problemas. Se opusieron de forma pacífica, pidiendo que esa injusta medida sea revocada por el rey. Se opusieron, con intenciones de luchar para defender sus tierras. El gobernador Osorio, al ver que ellos no querían se fue y los dejó en paz. Los habitantes de la parte noroeste de la isla, al ver que el gobernador Osorio estaba decidido a cumplir las órdenes del rey a como dé lugar: Aceptaron irse de sus tierras sin dar problemas. Se opusieron de forma pacífica, pidiendo que esa injusta medida sea revocada por el rey. Se opusieron, con intenciones de luchar para defender sus tierras si era necesario. El gobernador Osorio, al ver que ellos no querían se fue y los dejó en paz. Ordenanza, que, no solo cambió el entorno administrativo y económico de la isla de La Española entre 1605 y 1606, sino que también influyó en la geopolítica del Caribe, al exigir la Corona hispana el cambio de la estrategia defensiva en las Indias. Esto se conoce como: La ocupación haitiana. Las devastaciones de Osorio. La era de Francia en Santo Domingo. La independencia efímera. Con los colonos y la iglesia unidos bajo la premisa de resolver la problemática. El rey, al enterarse del contrabando de mercancías y de las ofensas a la fe católica en esas zonas de la isla, se enojó mucho y decidió ponerle fin a esa situación de inmediato. En el contexto de Antonio Osorio, hubo dos propuestas principales que se manejaron en la corte española para buscarle una solución al problema. Una opción era la del arzobispo de Santo Domingo, Agustín Dávila y Padilla, El sacerdote no aprobaba las despoblaciones, y en una carta fechada del 20 de noviembre de 1601: Propuso que hubiese comercio directo desde Sevilla con Puerto de Plata o Bayajá, y no estar en manos de los mercaderes de Sevilla, no teniendo que llevar los frutos o los cueros de esos pueblos, para venderlos en Santo Domingo. Un barco con militares protegería esta costa. El sacerdote buscaba evitar la alarmante situación que se produciría en La Española; esta fue la defensa más positiva en contra de la orden de despoblación de los pueblos de la Banda Norte. Con una extraordinaria visión se opuso a tal idea, sostenía que para poder acabar con el negocio del contrabando, la medida más inteligente era declarar allí el libre. comercio. Propuso la idea mas radical sobre destruir las poblaciones de los pueblos de la Banda Norte, para evitar el comercio ilegal con los aventureros europeos y al mismo tiempo detener la penetración religiosa protestante que ya tenía efecto en esas zonas. Propuso la idea de situar a los pueblos en justicia de fuero con estadía permanente y requisitos de residencia cada tres años. para esto se necesitaba una vigilancia de tierra y no de mar con galeras. Los jueces debían de ser forasteros y responsables y debían de estar en contacto con la armada qué vigilaba los barcos enemigos. Expuso que el asunto del contrabando como un peligro para la fe católica de la isla, por el contacto de herejes con los rescatadores. Por vez primera, que el asunto de los rescates y del contrabando se enfocaba desde un punto de vista religioso. Con los colonos y la iglesia unidos bajo la premisa de resolver la problemática. El rey, al enterarse del contrabando de mercancías y de las ofensas a la fe católica en esas zonas de la isla, se enojó mucho y decidió ponerle fin a esa situación de inmediato. En el contexto de Antonio Osorio, hubo dos propuestas principales que se manejaron en la corte española para buscarle una solución al problema. Una opción era la del escribano de la Real Audiencia, además de alférez mayor y regidor de Santo Domingo Baltasar López de Castro, el Escribano aprobaba las despoblaciones, y en una carta fechada del 20 de noviembre de 1598: Propuso que hubiese comercio directo desde Sevilla con Puerto de Plata o Bayajá, y no estar en manos de los mercaderes de Sevilla, no teniendo que llevar los frutos o los cueros de esos pueblos, para venderlos en Santo Domingo. Un barco con militares protegería esta costa. El sacerdote buscaba evitar la alarmante situación que se produciría en La Española; esta fue la defensa más positiva en contra de la orden de despoblación de los pueblos de la Banda Norte. Con una extraordinaria visión se opuso a tal idea, sostenía que para poder acabar con el negocio del contrabando, la medida más inteligente era declarar allí el libre. Propuso la idea de destruir las poblaciones de los pueblos de la Banda Norte, para evitar el comercio ilegal con los aventureros europeos y al mismo tiempo detener la penetración religiosa protestante que ya tenía efecto en esas zonas. Propuso la idea de situar a los pueblos en justicia de fuero con estadía permanente y requisitos de residencia cada tres años. para esto se necesitaba una vigilancia de tierra y no de mar con galeras. Los jueces debían de ser forasteros y responsables y debían de estar en contacto con la armada qué vigilaba los barcos enemigos. Expuso que el asunto del contrabando como un peligro para la fe católica de la isla, por el contacto de herejes con los rescatadores. Por vez primera, que el asunto de los rescates y del contrabando se enfocaba desde un punto de vista religioso. Con los colonos y la iglesia unidos bajo la premisa de resolver la problemática. El rey, al enterarse del contrabando de mercancías y de las ofensas a la fe católica en esas zonas de la isla, se enojó mucho y decidió ponerle fin a esa situación de inmediato. Antes de Antonio Osorio, hubo dos propuestas principales que se manejaron en la corte española para buscarle una solución al problema. Una opción era la del escribano real de La Yaguana ,Jerónimo de Torres, quien no aprobaba las despoblaciones, aunque años después opinaría lo contrario sobre el asunto, y en una carta fechada del 27 de mayo de 1577: Propuso que hubiese comercio directo desde Sevilla con Puerto de Plata o Bayajá, y no estar en manos de los mercaderes de Sevilla, no teniendo que llevar los frutos o los cueros de esos pueblos, para venderlos en Santo Domingo. Un barco con militares protegería esta costa. El sacerdote buscaba evitar la alarmante situación que se produciría en La Española; esta fue la defensa más positiva en contra de la orden de despoblación de los pueblos de la Banda Norte. Con una extraordinaria visión se opuso a tal idea, sostenía que para poder acabar con el negocio del contrabando, la medida más inteligente era declarar allí el libre. Propuso la idea de destruir las poblaciones de los pueblos de la Banda Norte, para evitar el comercio ilegal con los aventureros europeos y al mismo tiempo detener la penetración religiosa protestante que ya tenía efecto en esas zonas. Propuso la idea de situar a los pueblos en justicia de fuero con estadía permanente y requisitos de residencia cada tres años. para esto se necesitaba una vigilancia de tierra y no de mar con galeras. Los jueces debían de ser forasteros y responsables y debían de estar en contacto con la armada qué vigilaba los barcos enemigos. Expuso que el asunto del contrabando como un peligro para la fe católica de la isla, por el contacto de herejes con los rescatadores. Por vez primera, que el asunto de los rescates y del contrabando se enfocaba desde un punto de vista religioso. Con los colonos y la iglesia unidos bajo la premisa de resolver la problemática. El rey, al enterarse del contrabando de mercancías y de las ofensas a la fe católica en esas zonas de la isla, se enojó mucho y decidió ponerle fin a esa situación de inmediato. Antes de Antonio Osorio, hubo dos propuestas principales que se manejaron en la corte española para buscarle una solución al problema. Una opción era la del arzobispo de Santo Domingo, fray Nicolás Ramos, quien aprobaba las despoblaciones y en una carta fechada del 4 de marzo de 1594: Propuso que hubiese comercio directo desde Sevilla con Puerto de Plata o Bayajá, y no estar en manos de los mercaderes de Sevilla, no teniendo que llevar los frutos o los cueros de esos pueblos, para venderlos en Santo Domingo. Un barco con militares protegería esta costa. El sacerdote buscaba evitar la alarmante situación que se produciría en La Española; esta fue la defensa más positiva en contra de la orden de despoblación de los pueblos de la Banda Norte. Con una extraordinaria visión se opuso a tal idea, sostenía que para poder acabar con el negocio del contrabando, la medida más inteligente era declarar allí el libre. Propuso la idea de destruir las poblaciones de los pueblos de la Banda Norte, para evitar el comercio ilegal con los aventureros europeos y al mismo tiempo detener la penetración religiosa protestante que ya tenía efecto en esas zonas. Propuso la idea de situar a los pueblos en justicia de fuero con estadía permanente y requisitos de residencia cada tres años. para esto se necesitaba una vigilancia de tierra y no de mar con galeras. Los jueces debían de ser forasteros y responsables y debían de estar en contacto con la armada qué vigilaba los barcos enemigos. Expuso que el asunto del contrabando como un peligro para la fe católica de la isla, por el contacto de herejes con los rescatadores. Por vez primera, que el asunto de los rescates y del contrabando se enfocaba desde un punto de vista religioso. ¿Con cuál de los personajes que le hicieron propuestas al rey se identificaba Antonio Osorio?. Con la del arzobispo de Santo Domingo, Agustín Dávila y Padilla. Con la del escribano de la Real Audiencia, alférez mayor y regidor de Santo Domingo, Baltasar López de Castro. Con la del escribano real de La Yaguana ,Jerónimo de Torres. Con la del arzobispo de Santo Domingo, fray Nicolás Ramos. Es una determinada situación del mercado en la que un productor o vendedor es el único que explota un bien o un servicio. Es una situación de privilegio legal o fallo de mercado, pues el productor o vendedor único posee un gran poder en el mismo. Para que se dé esta situación es necesario que el mercado sufra una competencia imperfecta, lo cual ocurre cuando no hay servicios o productos que puedan sustituir a un producto o servicio determinado. Como es evidente, Esto tiene un gran poder en el mercado, puesto que al ser el único que explota un servicio o produce un bien determinado controla tanto la cantidad de producción, como el precio. Publicidad. Monopolio. Competencia. Negocio. El rey Felipe III dispuso que las villas de la costas Norte y Oeste de la isla fueran despobladas y que sus habitantes fuesen obligados a mudarse a una zona al Este de la isla y cercana a la ciudad de Santo Domingo. Para esto emitió: Una real cédula el 6 de agosto de 1603. Un decreto el 4 de marzo de 1594. Una resolución el 27 de mayo de 1577. Una sentencia el 20 de noviembre de 1598. Las intenciones del gobernador Antonio Osorio, de ejecutar las despoblaciones, sea como sea, en la parte noroeste, no fueron apoyadas por su compañero de misión, una figura, con tanto peso, que retrasó el proyecto, y sobre todo, impidió que este se llevara a cabo como Osorio lo deseaba. Pero, para suerte del gobernador ocurrió un hecho que le dejó el camino libre. Este hecho fue: La destitución en 1604 del arzobispo de Santo Domingo, Agustín Dávila y Padilla. La muerte en 1604 del escribano de la Real Audiencia, alférez mayor y regidor de Santo Domingo, Baltasar López de Castro. La destitución en 1604 del escribano de la Real Audiencia, alférez mayor y regidor de Santo Domingo, Baltasar López de Castro. La muerte en 1604 del arzobispo de Santo Domingo, Agustín Dávila y Padilla. A finales del siglo XVI, después de la ciudad de Santo Domingo, los pueblos más importantes, por sus puertos y desarrollo económico, eran: Puerto Plata, Monte Cristi, Bayajá y La Yaguana. Santiago, Bani, Neiba, San Pedro de Macorís. San Juan de la Maguana, Monte plata, Higüey, Montecristi. La Vega, El Seibo, Azua, Bayaguana. A Bayajá, Puerto Plata, Monte Cristi, y La Yaguana, llegaron naves de comerciantes extranjeros, buscando mercancías locales, materias primas, como: Pieles, azúcar, carne, pieles, tabaco, algodón, maderas y jengibre. Canela, sal, ajo, cacao, opio, amapola, carbón, y banana. Tomate, chocolate, maní, maíz, papa, batata, oro y plata. Caña, sorgo, cactus, berenjena, harina, cerveza, ron y cilantro . Entre los comerciantes extranjeros y los habitantes de la isla se fue conformando una relación comercial, al margen de la colonia, que incomodaba a las autoridades españolas, quienes: Veían mermar las recaudaciones provenientes de los impuestos. Pensaban que la isla era muy pequeña para que llegaran más personas. Creían que no era necesario que se comerciara con extranjeros, porque España mandaba barcos mensualmente. Estaban de acuerdo con que los habitantes de la isla hagan negocios con extranjeros para que así cubran sus gastos. Es un territorio sujeto a la administración y gobierno de otro país, por lo general una potencia remota, el cual lo ha invadido y ha sometido a sus habitantes por la fuerza. Estos territorios, por lo tanto, carecen de autonomía y autodeterminación, y por lo general tanto su sistema legal como la religión les vienen impuestas desde el país que lo domina. Colonia. Metrópoli. Continente. Enclave. Los comerciantes extranjeros que llegaban a Bayajá, Puerto Plata, Monte Cristi, y La Yaguana, intercambiaban con los colonos mercancías manufacturadas que no aparecían en la isla como: Jabón, perfumes, vino, tejidos, y venta de esclavos. Canela, sal, ajo, cacao, opio, amapola, carbón, tabaco, azúcar y banana. Tomate, chocolate, maní, maíz, papa, batata, algodón, oro, maderas carne y plata. Caña, sorgo, cactus, berenjena, harina, cerveza, ron, jengibre, cilantro y pieles. Es una ciudad o una nación que, mediante el uso de la fuerza, la colonización y la imposición, ha ido conquistando diferentes territorios: Colonia. Metrópoli. Continente. Enclave. En la monarquía española era muy común que los reyes tengan un apodo. Estos apodos solían ser en base a su comportamiento, a su forma de ser, o a una acción importante que habían realizado. En el caso de Felipe III, su apodo era: El Prudente. El Hermoso. El Piadoso. El rey del mundo. Proceso de ocupación territorial que consiste en asentarse en un lugar de forma transitoria con el objetivo de extraer del territorio sus riquezas y sus recursos naturales: La conquista. La colonización. El imperialismo. El caudillismo. Proceso de ocupación territorial que consiste en asentarse en un lugar de forma permanente con la intensión de poblarlo: La conquista. La colonización. El imperialismo. El caudillismo. En esa época, muchos países querían beneficiarse y hasta apropiarse de las colonias españolas. Los principales enemigos de España eran los: Franceses, ingleses, portugueses y holandeses. Ingleses, portugueses, polacos y holandeses. Portugueses, holandeses, italianos y rusos. Holandeses, estadounidenses, africanos y asiáticos. El descuido y el abandono de España hacia la isla de Santo Domingo acorraló a los criollos y provocó que estos, por el propio instinto de supervivencia, tomaran una decisión y esta fue: Arriesgarse y establecer su propio sistema comercial con extranjeros enemigos, franceses, ingleses, portugueses y holandeses. O sea, comercializaban con las naves que atracaban en las cálidas costas de la región norte, aunque fuesen piratas o se morían de hambre. Sentarse a esperar el barco que España enviaba cada año al puerto de Santo Domingo para que los colonos intercambien mercancías con ellos, y pasar una mala situación económica el resto del año. Trasladar sus mercancías y el ganado haciendo un largo e incómodo viaje hasta Santo Domingo para poder hacer negocios. Todas las opciones son correctas. Para que cumplieran fielmente con su voluntad de erradicar el contrabando y la evasión de impuestos en la parte noroeste de la isla de Santo Domingo, el rey Felipe III otorgó plenos poderes: Al gobernador Antonio Osorio y al arzobispo de Santo Domingo, fray Agustín Dávila y Padilla. Al gobernador Antonio Osorio y al escribano de la Real Audiencia, y regidor de Santo Domingo, Baltasar López de Castro. Al arzobispo de Santo Domingo, fray Agustín Dávila y Padilla, y al alférez mayor, Baltasar López de Castro. Al escribano de la Real Audiencia y regidor de Santo Domingo, Baltasar López de Castro y a Miguel de Cervantes. Para la época de las devastaciones de Osorio, 1605 y 1606, en la isla de Santo Domingo se habían fundado villas y ciudades como: Concepción de la Vega, San Antonio de Bonao, Santiago de los Caballeros. Santiago, Bani, San Pedro de Macorís. San Juan de la Maguana, Salcedo, Higüey. La Vega, El Seibo, La Romana. Fue la primera ciudad fundada en el Nuevo Mundo (América) por los españoles, en 1494. Cristóbal Colón eligió el emplazamiento en sustitución del Fuerte de La Navidad, en la costa norte de La Española (actual República Dominicana, provincia de Puerto Plata), y designó un consejo de gobierno para regirla, del que formaban parte entre otros Antonio de Torres y Bernardo Boyl: Concepción de la Vega. Santo Domingo. La Isabela. Santiago de los Caballeros. Para la época de las devastaciones de Osorio, 1605 y 1606, en la isla de Santo Domingo se habían fundado villas y ciudades como: Santo Domingo, San Felipe de Puerto Plata, Santa Cruz del Seibo. San Francisco, San José de Ocoa, Puerto Plata. Azua, Bonao, Las Matas de Farfán. La Vega, Hato Mayor, Duarte. Para la época de las devastaciones de Osorio, 1605 y 1606, en la isla de Santo Domingo se habían fundado villas y ciudades como: Santa María de la Vera Paz, Salvatierra de la Sabana, Lares de Guaba. Santiago, Espaillat, La Altagracia. San Juan de la Maguana, Moca, Nagua. La Vega, El Seibo, La Romana. Para la época de las devastaciones de Osorio, 1605 y 1606, en la isla de Santo Domingo se habían fundado villas y ciudades como: Salvaleón de Higüey, San Juan de la Maguana, Compostela de Azua. Santiago, Bani, San Pedro de Macorís. San Juan de la Maguana, Salcedo, Higüey. La Vega, El Seibo, La Romana. Para la época de las devastaciones de Osorio, 1605 y 1606, en la isla de Santo Domingo se habían fundado villas y ciudades como: Villanueva de Yáquimo, Puerto Real de Bayajá, La Buenaventura. Santiago, Bani, San Pedro de Macorís. San Juan de la Maguana, Salcedo, Higüey. La Vega, El Seibo, La Romana. Para la época de las devastaciones de Osorio, 1605 y 1606, en la isla de Santo Domingo se habían fundado villas y ciudades como: Cotuí, San Fernando de Monte Cristi, Hato Mayor del Rey. Santiago, Bani, San Pedro de Macorís. San Juan de la Maguana, Salcedo, Higüey. La Vega, El Seibo, La Romana. Para la época de las devastaciones de Osorio, 1605 y 1606, en la isla de Santo Domingo se habían fundado villas y ciudades como: Sabana Grande de Boyá, Neyba, Peralvillo. Santiago, Bani, San Pedro de Macorís. San Juan de la Maguana, Salcedo, Higüey. La Vega, El Seibo, La Romana. Para mediados del siglo XVII, España, prácticamente, había abandonado la isla Española a su suerte, tras el colapso de la economía y sus fallidas estrategias para recuperar el esplendor de antaño, situación que tras una serie de eventos, motivaron a las devastaciones más crueles de la historia dominicana. Mientras España enfocaba su interés en otros países de la región, en la zona norte de la isla, la pobreza aumentaba, afectando directamente a miles de familias que hacían vida en la franja costera, pero que tenían prohibido comercializar con extranjeros que no fuesen españoles, decisión que desoyeron, impulsados incluso, por el propio instinto de supervivencia. Rara vez España volteaba a ver hacía la isla, llevando a los residentes en la isla a la extrema pobreza. El motivo principal por el que España fue perdiendo el interés por la isla de Santo Domingo y se fue alejando de ella fue: Porque ya la isla de Santo Domingo había perdido el brillo de antaño y no generaba el interés de otras colonias, esto por el descubrimiento de ricas minas de oro y plata en México y Perú. Porque la isla de Santo Domingo quedaba muy lejos para los barcos españoles. Porque el rey odiaba al gobernador de la isla. Porque España le propuso que hagan sus propios negocios y ellos no quisieron. Son delincuentes, ladrones, organizados, que cuentan con uno o varios barcos y robaban a otras embarcaciones, pero no trabajaban para los países, sino para su propio beneficio. Estos se adentraban en altamar y no limitaban sus actividades delictivas a la costa y a los pueblos cercanos a ella: Son individuos que participan en actos de piratería, es decir, roban, saquean y atacan barcos en altamar con fines lucrativos. Su accionar es ilegal y es considerado un delito internacional. Estos ataques no tenían detrás un significado nacional, ya que, procedieran de dónde procedieran, atacaban indiferentemente a cualquier navío que les pudiera dar beneficios en forma de riquezas de todo tipo: Corsarios. Piratas. Filibusteros. Bucaneros. Son delincuentes, ladrones, organizados, que cuentan con uno o varios barcos y robaban a otras embarcaciones, pero trabajan para los países, y no para su propio beneficio. Son auspiciados por el gobierno de alguna nación para que atacaran únicamente barcos de países rivales. Estos se adentraban en altamar y no limitaban sus actividades delictivas a la costa y a los pueblos cercanos a ella. Eran marineros autorizados por un gobierno para atacar y saquear barcos enemigos durante conflictos bélicos, actuando con una licencia. El grado de delincuencia fue y es motivo de controversia, ya que muchos los consideraban delincuentes y otros héroes nacionales. Su accionar no era ilegal y no era considerado un delito internacional. Porque estos tenían permiso legítimo o patente para saquear naves enemigas. Aunque estos ataques, reportaban beneficios económicos, robar no era su único objetivo, la idea era hacerle el mayor daño posible a los países enemigos, entorpecer las actividades comerciales que estos realizaban con otros países. Piratas. Corsarios. Filibusteros. Bucaneros. Son delincuentes, ladrones, organizados, que cuentan con uno o varios barcos y robaban a otras embarcaciones, que trabajaban para su propio beneficio, estos no se adentraban en altamar y limitaban sus actividades delictivas a la costa y a los pueblos cercanos a ella. Estos operaban en el Caribe y las costas de América durante los siglos XVII y XVIII, principalmente. Estos hombres fueron los primeros en convertir ese negocio en algo más que un delito, llegando a crear una sociedad en las costas de Santo Domingo y la Tortuga, llamada la Hermandad de la Costa. A menudo, estos estaban vinculados a actividades de contrabando y ataques a colonias españolas. Piratas. Corsarios. Filibusteros. Bucaneros. Son delincuentes, ladrones, organizados, que cuentan con uno o varios barcos y robaban a otras embarcaciones, que trabajaban para su propio beneficio, no se adentraban en altamar y limitaban sus actividades delictivas a la costa y a los pueblos cercanos a ella. Estos se dedicaban a la caza de ganado en las islas del Caribe. Después de ahumar la carne en parrillas, la vendían ilegalmente a los colonos y marinos. Estos operaban en las islas del Caribe, especialmente en áreas como La Española, Jamaica y otras islas cercanas. A lo largo del tiempo, algunos de ellos se involucraron en actividades ilegales como el saqueo de barcos y ataques a colonias españolas. Piratas. Corsarios. Filibusteros. Bucaneros. ¿En cuál parte de la isla era que se desarrollaba el comercio ilegal que provocó las devastaciones de Osorio?. En la franja norte de la isla. En la franja sur de la isla. En la franja este de la isla. En la franja oeste de la isla. En la franja noreste de la isla. En la franja noroeste de la isla. En la franja sureste de la isla. En la franja suroeste de la isla. El comercio ilegal en la isla, que motivo las devastaciones de Osorio, beneficiaba a: Los ricos. Los pobres. Las mujeres. Los hombres. A todos los sectores, sin importar el estrato social al que perteneciera. La iglesia escuchaba del problema del contrabando, pero nunca había actuado, hasta que un emisario del arzobispo de Santo Domingo, Agustín Dávila y Padilla, que fue a inspeccionar la banda del norte y a verificar el estado espiritual de sus habitantes, este enviado observó acciones que molestaban ya, no sólo a los colonos, sino también a los representantes del clero, quienes urgían una intervención, porque: Se encontraron y se incautaron 300 biblias protestantes y se realizaban bautizos bajo el rito protestante. Faltaba construir más iglesias para promover la fe católica. Se ejercía la prostitución. Los sacerdotes católicos se retiraron. La decisión del rey de despoblar esas zonas encontró el rechazo de varios sectores, por considerar que la medida era muy drástica. El punto de vista de la iglesia católica en relación a este tema era que: Apoyaba 100% la propuesta del rey. Proponía una solución al problema del contrabando, pero no una tan radical. No apoyaba ninguna medida para solucionar ese problema. A los sacerdotes católicos no les importaba lo que pase con la isla. Si la orden del rey para ejecutar las despoblaciones llegó a la isla el 6 de agosto de 1603, por qué terminaron llevándose a cabo el 6 de febrero de 1605: Porque el arzobispo fray Agustín Dávila y Padilla, no aceptó la encomienda del rey porque era un asunto militar y no de la iglesia. Porque el gobernador Antonio Osorio y el arzobispo fray Agustín Dávila y Padilla nunca se pusieron de acuerdo con ese tema. Porque el arzobispo fray Agustín Dávila y Padilla, y el gobernador Antonio Osorio siempre estuvieron de acuerdo con ese tema. Porque el gobernador Antonio Osorio, no aceptó la encomienda pues no tenía hombres suficientes para ejecutar la orden del rey. Aunque el gobernador Antonio Osorio y el arzobispo fray Agustín Dávila y Padilla fueron nombrados por el rey como los responsables de ejecutar las despoblaciones, entre ellos dos chocaban, porque tenían puntos de vista distintos sobre cómo se debía resolver el asunto. El desacuerdo era porque: El arzobispo fray Agustín Dávila y Padilla, era partidario de que las pobladas se llevaran a cabo a como dé lugar, y que si se resistían a mudarse voluntariamente, tendrían forzosamente que trasladarse de lugar a filo de espada y punta de mosquete. Mientras que el gobernador Antonio Osorio, optaba por una salida consensuada, que evitara el derramamiento de sangre y el uso de la fuerza. El gobernador Antonio Osorio, era partidario de que las pobladas se llevaran a cabo a como dé lugar, y que si se resistían a mudarse voluntariamente, tendrían forzosamente que trasladarse de lugar a filo de espada y punta de mosquete. Mientras que el arzobispo fray Agustín Dávila y Padilla, optaba por una salida consensuada, que evitara el derramamiento de sangre y el uso de la fuerza. El arzobispo fray Agustín Dávila y Padilla, y el gobernador Antonio Osorio, siempre estuvieron de acuerdo con ese tema. El gobernador Antonio Osorio, no aceptó la encomienda porque no tenía hombres suficientes para ejecutar la orden del rey. Era un hombre de ideas muy avanzadas para la época. Incluso llegó a proponer que la banda del norte fuera declarada puerto libre, bajo la supervisión de las autoridades, debido a que consideraba el proyecto de las despoblaciones de muy difícil ejecución y sobre todo perjudicial para los intereses de España, planteamientos que fueron apoyado por otros regidores del cabildo de Santo Domingo, quienes entendía que una orden tan drástica, no debía ser ejecutada. Sin embargo, falleció en 1604 y con él, la posición de mayor peso en contra de las despoblaciones, dejando el camino libre para que Antonio Osorio ejecutara el mandato que se le había encomendado y que estaba ansioso por iniciar a como diera lugar. Nos referimos: Al arzobispo fray Agustín Dávila y Padilla. Al escribano de la Real Audiencia y regidor de Santo Domingo, Baltasar López de Castro. Al gobernador Nicolás de Ovando. Al sacerdote Bernardo Boyl. La iglesia y las biblias protestantes, que entraban por la parte noroeste de la isla como contrabando, nacieron por las ideas, en contra de la iglesia católica, del alemán: Carlos Marx. Adolfo Hitler. El papa Benedicto XVI. Martín Lutero. |