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TEST BORRADO, QUIZÁS LE INTERESEEspañol "Comprensión de lectura"

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Título del test:
Español "Comprensión de lectura"

Descripción:
Comprensión de lectura para Prepa

Autor:
AVATAR

Fecha de Creación:
18/10/2020

Categoría:
Idiomas

Número preguntas: 21
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Temario:
Así es el efecto Mpemba. Si tenemos dos hieleras, una con agua a 95°C y otra con agua a 50°C y las metemos en el congelador al mismo tiempo, ¿cuál de las dos se congela antes? Si se guía por su sentido común, errará. Ni se congelarán a la vez ni lo hará primero la de 50°C. La primera en congelarse será la más caliente. Éste es el efecto Mpemba, bautizado así en honor al joven tanzano que lo descubrió mientras hacía helados en 1969. Todo tiene que ver con el superenfriamiento: a veces al agua no solidifica a 0°C y se mantiene líquida incluso a -20°C. En estas condiciones, si comienza la congelación se produce a una velocidad mucho mayor que de forma normal. El agua caliente es más proclive a superenfriarse por un motivo: cuanto más caliente esté el agua, menos burbujas de gas contiene. ¿Pero qué tiene que ver eso con la congelación? La existencia de estas burbujas permite que el agua solidifique porque actúan como “agarraderas” para que las moléculas de agua empiecen a orientarse y formen la estructura cristalina del hielo. Cuanto menos “agarraderas” tenga el agua, más fácil es que se mantenga líquida por debajo del punto de congelación. También hay que tener en cuenta que el hielo flota en el agua líquida; un lago congelado lo está en su parte superior, y la capa de hielo crece hacia abajo. Esta capa aísla el resto del agua del aire frio, lo que hace que se congele con más lentitud. Sin embargo, el agua superenfriada lo está completamente y cuando comienza la congelación se produce de golpe, con lo que le gana la partida a la masa de agua que lo hace normalmente. El efecto Mpemba se refiere: Que el agua entre menos caliente esté, más fácil es que se enfríe. Que todo líquido, mientras esté caliente se enfría lentamente. Que un líquido a menor temperatura, es más probable que se enfríe más rápido. Que el agua a mayor temperatura, tardaría menos en enfriarse.
Así es el efecto Mpemba. Si tenemos dos hieleras, una con agua a 95°C y otra con agua a 50°C y las metemos en el congelador al mismo tiempo, ¿cuál de las dos se congela antes? Si se guía por su sentido común, errará. Ni se congelarán a la vez ni lo hará primero la de 50°C. La primera en congelarse será la más caliente. Éste es el efecto Mpemba, bautizado así en honor al joven tanzano que lo descubrió mientras hacía helados en 1969. Todo tiene que ver con el superenfriamiento: a veces al agua no solidifica a 0°C y se mantiene líquida incluso a -20°C. En estas condiciones, si comienza la congelación se produce a una velocidad mucho mayor que de forma normal. El agua caliente es más proclive a superenfriarse por un motivo: cuanto más caliente esté el agua, menos burbujas de gas contiene. ¿Pero qué tiene que ver eso con la congelación? La existencia de estas burbujas permite que el agua solidifique porque actúan como “agarraderas” para que las moléculas de agua empiecen a orientarse y formen la estructura cristalina del hielo. Cuanto menos “agarraderas” tenga el agua, más fácil es que se mantenga líquida por debajo del punto de congelación. También hay que tener en cuenta que el hielo flota en el agua líquida; un lago congelado lo está en su parte superior, y la capa de hielo crece hacia abajo. Esta capa aísla el resto del agua del aire frio, lo que hace que se congele con más lentitud. Sin embargo, el agua superenfriada lo está completamente y cuando comienza la congelación se produce de golpe, con lo que le gana la partida a la masa de agua que lo hace normalmente. El agua es más tendente a cuajarse cuando: Tiene muchas burbujas de gas. Contiene burbujas de gas. Disminuyen las burbujas de gas. Las burbujas de gas aumentan.
Así es el efecto Mpemba. Si tenemos dos hieleras, una con agua a 95°C y otra con agua a 50°C y las metemos en el congelador al mismo tiempo, ¿cuál de las dos se congela antes? Si se guía por su sentido común, errará. Ni se congelarán a la vez ni lo hará primero la de 50°C. La primera en congelarse será la más caliente. Éste es el efecto Mpemba, bautizado así en honor al joven tanzano que lo descubrió mientras hacía helados en 1969. Todo tiene que ver con el superenfriamiento: a veces al agua no solidifica a 0°C y se mantiene líquida incluso a -20°C. En estas condiciones, si comienza la congelación se produce a una velocidad mucho mayor que de forma normal. El agua caliente es más proclive a superenfriarse por un motivo: cuanto más caliente esté el agua, menos burbujas de gas contiene. ¿Pero qué tiene que ver eso con la congelación? La existencia de estas burbujas permite que el agua solidifique porque actúan como “agarraderas” para que las moléculas de agua empiecen a orientarse y formen la estructura cristalina del hielo. Cuanto menos “agarraderas” tenga el agua, más fácil es que se mantenga líquida por debajo del punto de congelación. También hay que tener en cuenta que el hielo flota en el agua líquida; un lago congelado lo está en su parte superior, y la capa de hielo crece hacia abajo. Esta capa aísla el resto del agua del aire frio, lo que hace que se congele con más lentitud. Sin embargo, el agua superenfriada lo está completamente y cuando comienza la congelación se produce de golpe, con lo que le gana la partida a la masa de agua que lo hace normalmente. Las burbujas de gas son importantes en el proceso de congelación porque: Funcionan como moléculas para formar el hielo hacia arriba. Dirigen las moléculas de agua para que comience a cristalizarse. Constituyen la base para que el hielo se forme lentamente Facilitan lentamente el punto de congelación hacia la superficie.
Así es el efecto Mpemba. Si tenemos dos hieleras, una con agua a 95°C y otra con agua a 50°C y las metemos en el congelador al mismo tiempo, ¿cuál de las dos se congela antes? Si se guía por su sentido común, errará. Ni se congelarán a la vez ni lo hará primero la de 50°C. La primera en congelarse será la más caliente. Éste es el efecto Mpemba, bautizado así en honor al joven tanzano que lo descubrió mientras hacía helados en 1969. Todo tiene que ver con el superenfriamiento: a veces al agua no solidifica a 0°C y se mantiene líquida incluso a -20°C. En estas condiciones, si comienza la congelación se produce a una velocidad mucho mayor que de forma normal. El agua caliente es más proclive a superenfriarse por un motivo: cuanto más caliente esté el agua, menos burbujas de gas contiene. ¿Pero qué tiene que ver eso con la congelación? La existencia de estas burbujas permite que el agua solidifique porque actúan como “agarraderas” para que las moléculas de agua empiecen a orientarse y formen la estructura cristalina del hielo. Cuanto menos “agarraderas” tenga el agua, más fácil es que se mantenga líquida por debajo del punto de congelación. También hay que tener en cuenta que el hielo flota en el agua líquida; un lago congelado lo está en su parte superior, y la capa de hielo crece hacia abajo. Esta capa aísla el resto del agua del aire frio, lo que hace que se congele con más lentitud. Sin embargo, el agua superenfriada lo está completamente y cuando comienza la congelación se produce de golpe, con lo que le gana la partida a la masa de agua que lo hace normalmente. Al final del texto, se concluye que: El punto de congelación normal el agua se realiza más rápido a 0°C. El agua superenfriada le gana a congelarse al agua que tiene alta temperatura. El agua a 0°C es más rápida en congelarse que el agua superenfriada. El agua superenfriada se congela más rápido que el agua en su punto normal.
¿Qué produce un terremoto? Un terremoto es una vibración que viaja a través de la corteza terrestre. Técnicamente, las vibraciones que sentimos cuando pasa un camión enfrente de nuestra casa, también son un terremoto, aunque al hablar de éstos nos solemos referir a eventos sísmicos de mucha mayor magnitud. Hay diferentes factores que causan los terremotos, como erupciones volcánicas, impactos de meteoritos y explosiones subterráneas. Sin embargo, la mayoría de los terremotos son el resultado del movimiento de las placas tectónicas que se mueven sobre la capa lubricante de la astenosfera. El promedio de terremotos anual es superior a los tres millones, de los cuales la gran mayoría son tan débiles que nunca llegamos a percibirlos. Pero grandes o pequeños, los terremotos que se deben al movimiento de la tierra se originan cuando dos placas colindan, se separan o rozan la una con otra. Al separarse dos placas, roca líquida o lava se escapa por el hueco y al enfriarse se solidifica. Cuando las placas chocan, por lo general una es forzada debajo de la otra y se derrite; cuando ambas placas son empujadas hacia arriba se forman cordilleras. Al estar dos placas en movimiento y rozar la una con la otra se produce una gran cantidad de tensión en las fallas y con frecuencia las placas acaban más juntas. Los terremotos casi siempre se originan en las fallas o juntas de la tierra y cualquiera de los tipos de movimiento tiene como resultado energía que se emite en olas sísmicas, o terremotos, ya sea en la tierra o en los océanos. Generalmente la mayoría de los terremotos se producen debido a : Explosiones internas en la tierra. Desplazamientos tectónicos. Movimientos bruscos de los camiones que transitan. La erupción de volcanes.
¿Qué produce un terremoto? Un terremoto es una vibración que viaja a través de la corteza terrestre. Técnicamente, las vibraciones que sentimos cuando pasa un camión enfrente de nuestra casa, también son un terremoto, aunque al hablar de éstos nos solemos referir a eventos sísmicos de mucha mayor magnitud. Hay diferentes factores que causan los terremotos, como erupciones volcánicas, impactos de meteoritos y explosiones subterráneas. Sin embargo, la mayoría de los terremotos son el resultado del movimiento de las placas tectónicas que se mueven sobre la capa lubricante de la astenosfera. El promedio de terremotos anual es superior a los tres millones, de los cuales la gran mayoría son tan débiles que nunca llegamos a percibirlos. Pero grandes o pequeños, los terremotos que se deben al movimiento de la tierra se originan cuando dos placas colindan, se separan o rozan la una con otra. Al separarse dos placas, roca líquida o lava se escapa por el hueco y al enfriarse se solidifica. Cuando las placas chocan, por lo general una es forzada debajo de la otra y se derrite; cuando ambas placas son empujadas hacia arriba se forman cordilleras. Al estar dos placas en movimiento y rozar la una con la otra se produce una gran cantidad de tensión en las fallas y con frecuencia las placas acaban más juntas. Los terremotos casi siempre se originan en las fallas o juntas de la tierra y cualquiera de los tipos de movimiento tiene como resultado energía que se emite en olas sísmicas, o terremotos, ya sea en la tierra o en los océanos. De acuerdo con el texto, el movimiento de la tierra que provoca los terremotos sucede por: El choque de dos placas chocan contra otras más grandes. El roce de dos placas enormes con una más pequeña. La colisión de dos placas entre sí. El hundimiento de dos placas hasta quedar debajo de otras.
¿Qué produce un terremoto? Un terremoto es una vibración que viaja a través de la corteza terrestre. Técnicamente, las vibraciones que sentimos cuando pasa un camión enfrente de nuestra casa, también son un terremoto, aunque al hablar de éstos nos solemos referir a eventos sísmicos de mucha mayor magnitud. Hay diferentes factores que causan los terremotos, como erupciones volcánicas, impactos de meteoritos y explosiones subterráneas. Sin embargo, la mayoría de los terremotos son el resultado del movimiento de las placas tectónicas que se mueven sobre la capa lubricante de la astenosfera. El promedio de terremotos anual es superior a los tres millones, de los cuales la gran mayoría son tan débiles que nunca llegamos a percibirlos. Pero grandes o pequeños, los terremotos que se deben al movimiento de la tierra se originan cuando dos placas colindan, se separan o rozan la una con otra. Al separarse dos placas, roca líquida o lava se escapa por el hueco y al enfriarse se solidifica. Cuando las placas chocan, por lo general una es forzada debajo de la otra y se derrite; cuando ambas placas son empujadas hacia arriba se forman cordilleras. Al estar dos placas en movimiento y rozar la una con la otra se produce una gran cantidad de tensión en las fallas y con frecuencia las placas acaban más juntas. Los terremotos casi siempre se originan en las fallas o juntas de la tierra y cualquiera de los tipos de movimiento tiene como resultado energía que se emite en olas sísmicas, o terremotos, ya sea en la tierra o en los océanos. Los terremotos generalmente se originan en: Los océanos. Los volcanes. La superficie de la tierra. Las juntas continentales.
¿Qué produce un terremoto? Un terremoto es una vibración que viaja a través de la corteza terrestre. Técnicamente, las vibraciones que sentimos cuando pasa un camión enfrente de nuestra casa, también son un terremoto, aunque al hablar de éstos nos solemos referir a eventos sísmicos de mucha mayor magnitud. Hay diferentes factores que causan los terremotos, como erupciones volcánicas, impactos de meteoritos y explosiones subterráneas. Sin embargo, la mayoría de los terremotos son el resultado del movimiento de las placas tectónicas que se mueven sobre la capa lubricante de la astenosfera. El promedio de terremotos anual es superior a los tres millones, de los cuales la gran mayoría son tan débiles que nunca llegamos a percibirlos. Pero grandes o pequeños, los terremotos que se deben al movimiento de la tierra se originan cuando dos placas colindan, se separan o rozan la una con otra. Al separarse dos placas, roca líquida o lava se escapa por el hueco y al enfriarse se solidifica. Cuando las placas chocan, por lo general una es forzada debajo de la otra y se derrite; cuando ambas placas son empujadas hacia arriba se forman cordilleras. Al estar dos placas en movimiento y rozar la una con la otra se produce una gran cantidad de tensión en las fallas y con frecuencia las placas acaban más juntas. Los terremotos casi siempre se originan en las fallas o juntas de la tierra y cualquiera de los tipos de movimiento tiene como resultado energía que se emite en olas sísmicas, o terremotos, ya sea en la tierra o en los océanos. El movimiento de la tierra resulta de la energía emitida a través de: Fallas o juntas. Placas terrestres. Roca líquida. Olas sísmicas o terrestres.
¿En realidad existen las arenas movedizas, y si es así, por qué se da este fenómeno? Cuando pensamos en arenas movedizas, nos vienen a la mente escenas dramáticas de unas arenas que “chupan” a sus víctimas, devorándolas para siempre. La realidad es bastante diferente ya que, en efecto, existen, pero sus propiedades varían de las que hemos visto en las películas. La arena movediza rara vez cuenta con más de uno o dos metros de profundidad, y llega a existir en cualquier lugar si se dan las condiciones apropiadas. Básicamente se trata de arena común, sobresaturada de agua, cuyas partículas cuentan con poquísima fricción entre ellas. El agua, atrapada entre las moléculas de arena, se agita al no lograr drenar, y la arena bajo estas condiciones se vuelve semilíquida e incapaz de soportar peso. Hay dos procesos que ocasionan este tipo de arenas. Cuando hay agua corriente bajo la superficie, la fuerza hacia arriba de esta agua contrarresta el efecto de gravedad, lo cual hace “flotar” a las partículas de arena. El otro proceso implica un terremoto que aumenta la presión de los depósitos de agua cerca de la superficie, esta agua satura los depósitos de arena que va encontrando a su paso y crea arenas movedizas. Éstas nos succionan a sus víctimas, pero el movimiento instintivo del cuerpo para liberarse causa que se hunda cada vez más, pues a mayor vibración, más liquida se vuelve la textura de las arenas y éstas se comportan como un líquido viscoso en lugar de como una materia sólida. Basta pensar en la playa: la arena seca soporta bastante peso, pero cede para acomodarlo. La que está mojada, por el contrario, se siente y compacta bajo nuestros pies, pero si se moja demasiado, como cuando hacemos un hoyo que se va llenando de agua por abajo. Curiosamente, si alguna vez nos llegamos a encontrar presos en un charco de arenas movedizas hay que recordar que nuestro cuerpo es menos denso que las arenas. Por tanto, si nos relajamos y estiramos los brazos y piernas, en teoría flotaremos sin mayor problema. Una de las características de la arena movediza es que: Contiene agua que entra y sale. Contiene arena demasiado seca. El agua no puede filtrarse. Contiene arena que devora a sus víctimas.
¿En realidad existen las arenas movedizas, y si es así, por qué se da este fenómeno? Cuando pensamos en arenas movedizas, nos vienen a la mente escenas dramáticas de unas arenas que “chupan” a sus víctimas, devorándolas para siempre. La realidad es bastante diferente ya que, en efecto, existen, pero sus propiedades varían de las que hemos visto en las películas. La arena movediza rara vez cuenta con más de uno o dos metros de profundidad, y llega a existir en cualquier lugar si se dan las condiciones apropiadas. Básicamente se trata de arena común, sobresaturada de agua, cuyas partículas cuentan con poquísima fricción entre ellas. El agua, atrapada entre las moléculas de arena, se agita al no lograr drenar, y la arena bajo estas condiciones se vuelve semilíquida e incapaz de soportar peso. Hay dos procesos que ocasionan este tipo de arenas. Cuando hay agua corriente bajo la superficie, la fuerza hacia arriba de esta agua contrarresta el efecto de gravedad, lo cual hace “flotar” a las partículas de arena. El otro proceso implica un terremoto que aumenta la presión de los depósitos de agua cerca de la superficie, esta agua satura los depósitos de arena que va encontrando a su paso y crea arenas movedizas. Éstas nos succionan a sus víctimas, pero el movimiento instintivo del cuerpo para liberarse causa que se hunda cada vez más, pues a mayor vibración, más liquida se vuelve la textura de las arenas y éstas se comportan como un líquido viscoso en lugar de como una materia sólida. Basta pensar en la playa: la arena seca soporta bastante peso, pero cede para acomodarlo. La que está mojada, por el contrario, se siente y compacta bajo nuestros pies, pero si se moja demasiado, como cuando hacemos un hoyo que se va llenando de agua por abajo. Curiosamente, si alguna vez nos llegamos a encontrar presos en un charco de arenas movedizas hay que recordar que nuestro cuerpo es menos denso que las arenas. Por tanto, si nos relajamos y estiramos los brazos y piernas, en teoría flotaremos sin mayor problema. La arena movediza se ocasiona cuando: El agua acumulada permite que se aumente el efecto de gravedad. El agua bajo la superficie crea una fuerza opuesta al efecto de gravedad. El agua estancada se filtra hacia el interior de la tierra. El agua vacía los depósitos de arena y crea las arenas movedizas.
¿En realidad existen las arenas movedizas, y si es así, por qué se da este fenómeno? Cuando pensamos en arenas movedizas, nos vienen a la mente escenas dramáticas de unas arenas que “chupan” a sus víctimas, devorándolas para siempre. La realidad es bastante diferente ya que, en efecto, existen, pero sus propiedades varían de las que hemos visto en las películas. La arena movediza rara vez cuenta con más de uno o dos metros de profundidad, y llega a existir en cualquier lugar si se dan las condiciones apropiadas. Básicamente se trata de arena común, sobresaturada de agua, cuyas partículas cuentan con poquísima fricción entre ellas. El agua, atrapada entre las moléculas de arena, se agita al no lograr drenar, y la arena bajo estas condiciones se vuelve semilíquida e incapaz de soportar peso. Hay dos procesos que ocasionan este tipo de arenas. Cuando hay agua corriente bajo la superficie, la fuerza hacia arriba de esta agua contrarresta el efecto de gravedad, lo cual hace “flotar” a las partículas de arena. El otro proceso implica un terremoto que aumenta la presión de los depósitos de agua cerca de la superficie, esta agua satura los depósitos de arena que va encontrando a su paso y crea arenas movedizas. Éstas nos succionan a sus víctimas, pero el movimiento instintivo del cuerpo para liberarse causa que se hunda cada vez más, pues a mayor vibración, más liquida se vuelve la textura de las arenas y éstas se comportan como un líquido viscoso en lugar de como una materia sólida. Basta pensar en la playa: la arena seca soporta bastante peso, pero cede para acomodarlo. La que está mojada, por el contrario, se siente y compacta bajo nuestros pies, pero si se moja demasiado, como cuando hacemos un hoyo que se va llenando de agua por abajo. Curiosamente, si alguna vez nos llegamos a encontrar presos en un charco de arenas movedizas hay que recordar que nuestro cuerpo es menos denso que las arenas. Por tanto, si nos relajamos y estiramos los brazos y piernas, en teoría flotaremos sin mayor problema. Cuando alguien cae en las arenas movedizas, se hunde cada vez más porque: Mientras más intente salir, más agua saldrá hacia la superficie. Entre más piense en salir, la arena se vuelve más líquida. Mientras más se mueva, la arena se convertirá en liquida. Entre más vibración haya en la arena, menos líquida se vuelve.
¿En realidad existen las arenas movedizas, y si es así, por qué se da este fenómeno? Cuando pensamos en arenas movedizas, nos vienen a la mente escenas dramáticas de unas arenas que “chupan” a sus víctimas, devorándolas para siempre. La realidad es bastante diferente ya que, en efecto, existen, pero sus propiedades varían de las que hemos visto en las películas. La arena movediza rara vez cuenta con más de uno o dos metros de profundidad, y llega a existir en cualquier lugar si se dan las condiciones apropiadas. Básicamente se trata de arena común, sobresaturada de agua, cuyas partículas cuentan con poquísima fricción entre ellas. El agua, atrapada entre las moléculas de arena, se agita al no lograr drenar, y la arena bajo estas condiciones se vuelve semilíquida e incapaz de soportar peso. Hay dos procesos que ocasionan este tipo de arenas. Cuando hay agua corriente bajo la superficie, la fuerza hacia arriba de esta agua contrarresta el efecto de gravedad, lo cual hace “flotar” a las partículas de arena. El otro proceso implica un terremoto que aumenta la presión de los depósitos de agua cerca de la superficie, esta agua satura los depósitos de arena que va encontrando a su paso y crea arenas movedizas. Éstas nos succionan a sus víctimas, pero el movimiento instintivo del cuerpo para liberarse causa que se hunda cada vez más, pues a mayor vibración, más liquida se vuelve la textura de las arenas y éstas se comportan como un líquido viscoso en lugar de como una materia sólida. Basta pensar en la playa: la arena seca soporta bastante peso, pero cede para acomodarlo. La que está mojada, por el contrario, se siente y compacta bajo nuestros pies, pero si se moja demasiado, como cuando hacemos un hoyo que se va llenando de agua por abajo. Curiosamente, si alguna vez nos llegamos a encontrar presos en un charco de arenas movedizas hay que recordar que nuestro cuerpo es menos denso que las arenas. Por tanto, si nos relajamos y estiramos los brazos y piernas, en teoría flotaremos sin mayor problema. Uno de los errores que comete quien se ha caído en arena movediza es que: Al moverse, menos posibilidades tiene de flotar. Al moverse rápidamente, más fácil flotará. Al moverse instintivamente, logrará relajar las piernas. Al moverse desesperadamente, menos posibilidad de hundirse tendrá.
Anasazi El pueblo Anasazi se hizo en la región de Tour Corners, un agreste cruce de caminos donde hoy confluyen Arizona, Nuevo México, Colorado y Utha, durante 1300 años. Pero entre los siglos XII y XIII, en apenas unas generaciones, esta civilización, que vivía su momento de mayor esplendor, se esfumó. De ella sólo nos han llegado los restos de sus impresionantes edificios de piedra, la certeza de que sus pobladores fueron hábiles confeccionadores de canastos y luego esforzados agricultores; pero también numerosos incógnitas. Y es que, a pesar de décadas de excavaciones, hay más sombras que luces alrededor de los Anasazi. De hecho, desconocemos incluso cómo se llamaban a sí mismo. Porque Anasazi es un nombre prestado; es el término con el que la tribu de los navajos los nombraban, una palabra que algunos traducen como “ancestros” y otros como “antiguos enemigos”. Aunque los Anasazi no dejaron documentos escritos, las ruinas de sus construcciones sugieren que supieron arreglárselas bastante bien en un territorio hostil, al menos hasta bien entrado el siglo XII. Los investigadores sospechan que un brusco cambio en las condiciones ambientales, seguido por fuertes sequías y heladas, acabó con los cultivos y llevó el hambre a la región. El caos social que siguió a esta situación debió ser terrible. El doctor Brian R. Billman, de la Universidad de Carolina del Norte, ha identificado 18 episodios de canibalismo ocurridos entre 1150 y 1200. Aunque es dudoso que todo el pueblo Anasazi se viera obligado a esta práctica, en un estudio publicado en Nature, Billman indica que el análisis de las heces halladas en el interior de algunas construcciones reveló la presencia de mioglobina, una proteína humana procedente de los músculos de las víctimas. El descubrimiento de unas marcas muy características en diversos huesos – incluidos cráneos – y de herramientas con restos de sangre humana parece confirmar esta suposición. Según Billman, al menos en un caso toda una comunidad debió extinguirse en un único episodio de violencia. Pero aunque la hipótesis del canibalismo aún es estudiada con cierta cautela, lo cierto es que tras aquel convulso periodo los recursos se agotaron por completo y los Anasazi, o la sombra de ellos, abandonaron aquellas tierras. Los Anasazi fueron: Afanosas cultivadores. Manufactureros de instrumentos. Constructores de caminos. Confeccionadores de telas.
Anasazi El pueblo Anasazi se hizo en la región de Tour Corners, un agreste cruce de caminos donde hoy confluyen Arizona, Nuevo México, Colorado y Utha, durante 1300 años. Pero entre los siglos XII y XIII, en apenas unas generaciones, esta civilización, que vivía su momento de mayor esplendor, se esfumó. De ella sólo nos han llegado los restos de sus impresionantes edificios de piedra, la certeza de que sus pobladores fueron hábiles confeccionadores de canastos y luego esforzados agricultores; pero también numerosos incógnitas. Y es que, a pesar de décadas de excavaciones, hay más sombras que luces alrededor de los Anasazi. De hecho, desconocemos incluso cómo se llamaban a sí mismo. Porque Anasazi es un nombre prestado; es el término con el que la tribu de los navajos los nombraban, una palabra que algunos traducen como “ancestros” y otros como “antiguos enemigos”. Aunque los Anasazi no dejaron documentos escritos, las ruinas de sus construcciones sugieren que supieron arreglárselas bastante bien en un territorio hostil, al menos hasta bien entrado el siglo XII. Los investigadores sospechan que un brusco cambio en las condiciones ambientales, seguido por fuertes sequías y heladas, acabó con los cultivos y llevó el hambre a la región. El caos social que siguió a esta situación debió ser terrible. El doctor Brian R. Billman, de la Universidad de Carolina del Norte, ha identificado 18 episodios de canibalismo ocurridos entre 1150 y 1200. Aunque es dudoso que todo el pueblo Anasazi se viera obligado a esta práctica, en un estudio publicado en Nature, Billman indica que el análisis de las heces halladas en el interior de algunas construcciones reveló la presencia de mioglobina, una proteína humana procedente de los músculos de las víctimas. El descubrimiento de unas marcas muy características en diversos huesos – incluidos cráneos – y de herramientas con restos de sangre humana parece confirmar esta suposición. Según Billman, al menos en un caso toda una comunidad debió extinguirse en un único episodio de violencia. Pero aunque la hipótesis del canibalismo aún es estudiada con cierta cautela, lo cierto es que tras aquel convulso periodo los recursos se agotaron por completo y los Anasazi, o la sombra de ellos, abandonaron aquellas tierras. Uno de los testamentos acerca de la resolución del problema del territorio de los Anasazi son: Los cráneos encontrados. Los documentos escritos que dejaron. Los códices encontrados. Sus vestigios.
Anasazi El pueblo Anasazi se hizo en la región de Tour Corners, un agreste cruce de caminos donde hoy confluyen Arizona, Nuevo México, Colorado y Utha, durante 1300 años. Pero entre los siglos XII y XIII, en apenas unas generaciones, esta civilización, que vivía su momento de mayor esplendor, se esfumó. De ella sólo nos han llegado los restos de sus impresionantes edificios de piedra, la certeza de que sus pobladores fueron hábiles confeccionadores de canastos y luego esforzados agricultores; pero también numerosos incógnitas. Y es que, a pesar de décadas de excavaciones, hay más sombras que luces alrededor de los Anasazi. De hecho, desconocemos incluso cómo se llamaban a sí mismo. Porque Anasazi es un nombre prestado; es el término con el que la tribu de los navajos los nombraban, una palabra que algunos traducen como “ancestros” y otros como “antiguos enemigos”. Aunque los Anasazi no dejaron documentos escritos, las ruinas de sus construcciones sugieren que supieron arreglárselas bastante bien en un territorio hostil, al menos hasta bien entrado el siglo XII. Los investigadores sospechan que un brusco cambio en las condiciones ambientales, seguido por fuertes sequías y heladas, acabó con los cultivos y llevó el hambre a la región. El caos social que siguió a esta situación debió ser terrible. El doctor Brian R. Billman, de la Universidad de Carolina del Norte, ha identificado 18 episodios de canibalismo ocurridos entre 1150 y 1200. Aunque es dudoso que todo el pueblo Anasazi se viera obligado a esta práctica, en un estudio publicado en Nature, Billman indica que el análisis de las heces halladas en el interior de algunas construcciones reveló la presencia de mioglobina, una proteína humana procedente de los músculos de las víctimas. El descubrimiento de unas marcas muy características en diversos huesos – incluidos cráneos – y de herramientas con restos de sangre humana parece confirmar esta suposición. Según Billman, al menos en un caso toda una comunidad debió extinguirse en un único episodio de violencia. Pero aunque la hipótesis del canibalismo aún es estudiada con cierta cautela, lo cierto es que tras aquel convulso periodo los recursos se agotaron por completo y los Anasazi, o la sombra de ellos, abandonaron aquellas tierras. Una de las probabilidades por las que el pueblo Anasazi desapareció es debido a: Invasiones bélicas. Creencias religiosas. Los inconvenientes del medio. Incremento de población.
Anasazi El pueblo Anasazi se hizo en la región de Tour Corners, un agreste cruce de caminos donde hoy confluyen Arizona, Nuevo México, Colorado y Utha, durante 1300 años. Pero entre los siglos XII y XIII, en apenas unas generaciones, esta civilización, que vivía su momento de mayor esplendor, se esfumó. De ella sólo nos han llegado los restos de sus impresionantes edificios de piedra, la certeza de que sus pobladores fueron hábiles confeccionadores de canastos y luego esforzados agricultores; pero también numerosos incógnitas. Y es que, a pesar de décadas de excavaciones, hay más sombras que luces alrededor de los Anasazi. De hecho, desconocemos incluso cómo se llamaban a sí mismo. Porque Anasazi es un nombre prestado; es el término con el que la tribu de los navajos los nombraban, una palabra que algunos traducen como “ancestros” y otros como “antiguos enemigos”. Aunque los Anasazi no dejaron documentos escritos, las ruinas de sus construcciones sugieren que supieron arreglárselas bastante bien en un territorio hostil, al menos hasta bien entrado el siglo XII. Los investigadores sospechan que un brusco cambio en las condiciones ambientales, seguido por fuertes sequías y heladas, acabó con los cultivos y llevó el hambre a la región. El caos social que siguió a esta situación debió ser terrible. El doctor Brian R. Billman, de la Universidad de Carolina del Norte, ha identificado 18 episodios de canibalismo ocurridos entre 1150 y 1200. Aunque es dudoso que todo el pueblo Anasazi se viera obligado a esta práctica, en un estudio publicado en Nature, Billman indica que el análisis de las heces halladas en el interior de algunas construcciones reveló la presencia de mioglobina, una proteína humana procedente de los músculos de las víctimas. El descubrimiento de unas marcas muy características en diversos huesos – incluidos cráneos – y de herramientas con restos de sangre humana parece confirmar esta suposición. Según Billman, al menos en un caso toda una comunidad debió extinguirse en un único episodio de violencia. Pero aunque la hipótesis del canibalismo aún es estudiada con cierta cautela, lo cierto es que tras aquel convulso periodo los recursos se agotaron por completo y los Anasazi, o la sombra de ellos, abandonaron aquellas tierras. Uno de los descubrimientos de unas marcas de diversos huesos, revelan que probablemente los Anasazi fueron: Guerreros. Pacíficos. Religiosos. Caníbales.
En un texto se pueden distinguir diferentes tipos de ideas: La idea general, las ideas principales, secundarias y complementarias. La idea general, las ideas centrales, secundarias y complementarias. La idea general, las ideas de desarrollo, secundarias y complementarias.
Es el núcleo del texto puesto que en ella gira todo el texto y se derivan las demás. La idea general Las ideas principales Las ideas secundarias Las ideas complementarias .
Coordinan la escritura del texto y también constituyen la base del escrito. La idea general Las ideas principales Las ideas secundarias Las ideas complementarias .
siguen a partir de la idea principal, cuya función primordial es ampliar o precisar la información del escrito. La idea general Las ideas principales Las ideas secundarias Las ideas complementarias .
Adicionan una información más de las ideas secundarias. La idea general Las ideas principales Las ideas secundarias Las ideas complementarias .
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