Intervención Psicológica en el Deporte de Alto R. (UNED)
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Título del Test:![]() Intervención Psicológica en el Deporte de Alto R. (UNED) Descripción: Psicología (13/14) |




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1. El propio entrenamiento deportivo incluye elementos diversos, corno por ejemplo la exposición a situaciones difíciles o la evaluación del rendimiento, que bien aprovechados pueden ser valiosos recursos para mejorar la condición psicológica de los deportistas. V. F. 2. El agotamiento psicológico de los deportistas puede producirse, entre otros factores, por estar sometidos de manera prolongada a una actividad estresante. V. F. 3. Una de las ventajas de los objetivos de resultado respecto a los objetivos de realización es que favorecen en mayor medida la percepción de control. V. F. 4. El propósito del "trabajo psicológico compensatorio" es ayudar a los deportistas a mantener su equilibrio emocional. V. F. 5. Uno de los objetivos de la evaluación conductual de la falta de adherencia al entrenamiento, es evaluar el riesgo de falta de adherencia y los recursos existentes para reducirlo. V. F. 6. El fortalecimiento de la autoconfianza se consigue con una mayor probabilidad cuando se plantean retos difíciles con independencia de que se consigan o no. V. F. 7. El reforzamiento de la adherencia a los periodos de descanso, es una estrategia aconsejable para prevenir el exceso de adherencia al entrenamiento. V. F. 8. El aprendizaje de la ejecución se refiere al hecho de realizar o no una conducta deportiva, mientras que el aprendizaje de la decisión se refiere a la calidad de la conducta. V. F. 9. El entrenamiento en habilidades psicológicas es el único método fiable para conseguir que los deportistas se preparen psicológicamente. V. F. 10. En el proceso de aprendizaje de una habilidad técnica, es conveniente que, en un principio, los deportistas utilicen un enfoque atencional interno y reducido. V. F. 11. Los modelos "expertos" contribuyen a aumentar la motivación por el aprendizaje, mientras que los modelos "competentes" favorecen en mayor medida el aprendizaje por imitación. V. F. 12. El refuerzo negativo es una técnica muy apropiada para eliminar conductas deportivas no deseadas. V. F. 13. La "economía de fichas" es una estrategia especialmente interesante para incorporar al entrenamiento habitual de los deportes de equipo. V. F. 14. El "reforzamiento diferencial" es una estrategia muy apropiada para el aprendizaje de conductas de esfuerzo en las que es importante ajustar el nivel de intensidad. V. F. 15. Las preguntas y los recordatorios sobre la conducta-objetivo, son sobre todo apropiados para el aprendizaje de las decisiones, pero no tanto para el aprendizaje de la ejecución. V. F. 16. La definición de los estímulos antecedentes discriminativos es una estrategia fundamental para el aprendizaje de las decisiones complejas. V. F. 17. Identificar y conseguir el nivel de activación óptimo, es una de las principales habilidades psicológicas en el deporte de competición. V. F. 18. Los planes atencionales de "enfoque" y "reenfoque" deben formar parte de la estrategia de los deportistas para su preparación personal de una competición. V. F. 19. El entrenamiento en habilidades psicológicas debe ser obligatorio si se pretende que los deportistas mejoren su condición mental. V. F. 20. Incluir una secuencia de periodos de participación activa y periodos de pausa similar a la de una competición, favorece el entrenamiento de exposición y ensayo en las condiciones de la competición. V. F. 21. El entrenamiento deportivo no debe incluir decisiones adversas de los árbitros, pues podrían provocar una agresividad incontrolada que perjudicaría el buen aprovechamiento del entrenamiento. V. F. 22. El papel del psicólogo en el entrenamiento de exposición y ensayo, se limita a preparar a los deportistas para que lo aprovechen utilizando estrategias de autoaplicación. V. F. 23. La incorporación de estrategias psicológicas ambientales en determinadas competiciones regulares, puede contribuir a crear condiciones más favorables para aprovechar esa experiencia competitiva corno entrenamiento de exposición y ensayo. V. F. 24. En los entrenamientos conjuntos con deportistas de otro entorno, lo más aconsejable es que los ejercicios no sean competitivos. V. F. 25. En la preparación de competiciones muy próximas entre sí, es aconsejable la preparación de un plan global para el conjunto de todas ellas. V. F. 26. Prevenir las posible dificultades interferentes es una estrategia fundamental en la preparación de una competición. V. F. 27. Antes de una competición, es aconsejable que los deportistas utilicen el ensayo en imaginación sin la presencia del psicólogo, siempre que la imaginación incluya una cierta exposición a situaciones estresantes. V. F. 28. En líneas generales, una apropiada preparación de la competición, debe contribuir al fortalecimiento de la autoconfianza de los deportistas respecto a su participación en dicha competición. V. F. 29. El procedimiento clave de la evaluación psicológica en el ámbito del entrenamiento deportivo, son los cuestionarios específicos del deporte. V. F. 30. La pérdida de una ventaja considerable en el marcador es una condición potencialmente estresante de la competición deportiva. V. F. 31. En los programas de intervención para la desinhibición de decisiones relevantes, es clave conocer si los "estímulos antecedentes discriminativos" se producen o no. V. F. 32. El entrenamiento de exposición y ensayo en las condiciones de la competición, adquiere importancia, sobre todo, cuando los deportistas dominan suficientemente habilidades y conductas relevantes de su deporte. V. F. 33. Las situaciones análogas son suficientes para abarcar todo el trabajo de exposición y ensayo que debería incluir el entrenamiento. V. F. 34. Entre otros elementos, la distinción entre la ejecución y la decisión, y la consideración de las propias conductas con independencia de su resultado, son aspectos fundamentales de la habilidad de evaluar objetivamente el propio rendimiento. V. F. 35. Cuando los deportistas están bien preparados psicológicamente, no es un problema que estén sometidos a un sobreesfuerzo atencional prolongado. V. F. 36. El papel del psicólogo en el entrenamiento de exposición y ensayo, se limita a asesorar al entrenador para que diseñe bien la sesión de entrenamiento. V. F. 37. La "lucha contra uno mismo", es una condición potencialmente estresante de la competición deportiva. V. F. 38. En el entrenamiento de los deportistas para que utilicen autoinstrucciones, el psicólogo debe proponer, desde el primer momento, aquellas que son más adecuadas para conseguir los objetivos del deportista. V. F. 39. En el proceso del análisis funcional de las conductas de falta de adherencia al entrenamiento, entre otros aspectos, se debe tener en cuenta la posible gratificación que los deportistas obtienen corno consecuencia de la no adherencia. V. F. 40. En los periodos de "competición menor" el cometido más importante del entrenamiento es la exposición y el ensayo en las condiciones de la competición. V. F. 41. En el aprendizaje de las conductas de torna de decisiones, el aspecto fundamental es el resultado inmediato de cada alternativa posible. V. F. 42. Las experiencias de cansancio o dolor no pueden considerarse condiciones estresantes de la competición deportiva, pues están presentes en numerosas ocasiones. V. F. 43. La clave de la técnica del "moldeamiento" o "moldeado" para el aprendizaje de habilidades deportivas, es que los deportistas se fijen en un modelo que verdaderamente les impacte. V. F. 44. La capacidad competitiva debe entenderse corno la cualidad de ser un buen competidor más que con el hecho de ser competitivo. V. F. 45. Cuando se aplican correctamente las técnicas psicológicas para la adquisición de una conducta deportiva (por ejemplo, algún programa de reforzamiento), la disposición psicológica de los deportistas es casi irrelevante. V. F. 46. Las condiciones motivantes de una competición, al contrario que las estresantes, no son relevantes en el planteamiento del entrenamiento de exposición y ensayo. V. F. 47. Uno de los principales cometidos de las matrices de decisiones es que los deportistas observen la relación entre los beneficios a corto plazo y los costes a medio/largo plazo. V. F. 48. Contribuir a la evaluación de los recursos y los riesgos del entrenamiento respecto a la preparación psicológica es una de las tareas de un psicólogo del deporte. V. F. 49. En general, una "regla básica" de la exposición a las condiciones de la competición en el entrenamiento, es "mayor exposición a mayor proximidad de la competición". V. F. 50. El control de los modelos relevantes en cada grupo de deportistas es importante para conseguir la adherencia apropiada al entrenamiento. V. F. 51. La técnica del "coste de respuesta" es muy eficaz para la adquisición de conductas deportivas complejas. V. F. 52. Las escalas subjetivas de 0-10 (o 1-10) puntos, son muy valiosas para autoevaluar el nivel de activación general en entrenamientos y competiciones. V. F. 53. El establecimiento de objetivos y el ensayo de planes de actuación antes de una competición, debe favorecer, entre otros aspectos, que los deportistas atiendan selectivamente a los estímulos y conductas más relevantes para su rendimiento. V. F. 54. La simulación de las condiciones estresantes de la competición en el entrenamiento, es una excelente oportunidad para el trabajo coordinado entre el entrenador y el psicólogo deportivo. V. F. 55. Los reforzadores sociales son muy apropiados corno estrategia a utilizar por el entrenador para la adquisición de conductas deportivas. V. F. 56. Un ejercicio del entrenamiento con numerosas demandas atencionales, puede suponer un "riesgo" para la condición psicológica. V. F. 57. Para favorecer la adherencia a las actividades complementarias al entrenamiento, una estrategia importante es la visualización. V. F. 58. El propio entrenamiento deportivo incluye elementos diversos, corno por ejemplo la exposición a situaciones difíciles o la evaluación del rendimiento, que bien aprovechados pueden ser valiosos recursos para mejorar la condición psicológica de los deportistas. V. F. 59. En los deportes de equipo, el entrenamiento psicológico debe ser obligatorio para todos los jugadores del equipo. V. F. 60. En los "periodos de participación activa" los deportistas deben evaluar sus experiencias internas y aplicar técnicas como autoinstrucciones para recordarse sus objetivos y planes de enfoque atencional. V. F. 61. Cuando las creencias rígidas del deportista impidan la aplicación de autoafirmaciones, será aconsejable potenciar el "reenfoque atencional" hacia una actividad mental alternativa. V. F. 62. El papel del psicólogo en el entrenamiento de exposición y ensayo, puede incluir el asesoramiento del entrenador sobre la conveniencia y las características de estas sesiones. V. F. 63. Las situaciones análogas son una herramienta fundamental para el aprendizaje de las habilidades técnicas. V. F. 64. La práctica en imaginación dificulta el análisis retrospectivo de la actuación en una competición. V. F. 65. Anticipar las dificultades que pueden surgir en una competición es una estrategia importante en la preparación personal para esa competición. v. f. 66. Entre las habilidades atencionales a desarrollar, se encuentran las que permiten el autocontrol de interferencias atencionales. V. F. 67. En los programas de "coste de respuesta", resulta apropiado un canje de los puntos mantenidos "a corto plazo" al finalizar cada ejercicio, y otro a medio/largo plazo al finalizar un conjunto de ejercicios. V. F. 68. El entrenamiento deportivo puede incluir decisiones adversas de los árbitros como situación estresante a la que los deportistas deben exponerse. V. F. 69. La evaluación incorrecta del propio rendimiento constituye un feedback inadecuado que, entre otros problemas, dificulta establecer contingencias apropiadas entre las propias conductas y sus consecuencias. V. F. 70. Una importante ventaja de las escalas de 0-10 puntos para la evaluación del nivel de activación, es que permiten comparar con facilidad la activación de los jugadores de un equipo. V. F. 71. Antes de una competición, es aconsejable que los deportistas utilicen el ensayo en imaginación en presencia del psicólogo. V. F. 72. El propio entrenamiento deportivo incluye elementos diversos, como por ejemplo el planteamiento de retos o la organización de ejercicios para mejorar la atención que, bien aprovechados, pueden ser valiosos recursos para mejorar la condición psicológica de los deportistas. V. F. 73. Para identificar el nivel de activación óptimo es muy apropiado utilizar aparatos que faciliten medidas objetivas de activación en situaciones de rendimiento deportivo. V. F. 74. El "encadenamiento" es una técnica muy útil para el aprendizaje de las decisiones tácticas. V. F. 75. Cuando se aplica la técnica del moldeamiento, el número de pasos intermedios no debe ser inferior a tres. V. F. 76. El aprendizaje de la relación de contingencia entre las conductas de adherencia o no adherencia y sus respectivas consecuencias, puede producirse de forma vicaria. V. F. 77. En el aprendizaje de las decisiones tácticas, la atención de los deportistas debe estar centrada en las decisiones a tornar. V. F. 78. La evaluación incorrecta del propio rendimiento, habitual en muchos deportistas, puede favorecer un estado de indefensión caracterizado por una falta de control sobre lo que sucede. V. F. 79. Las estrategias atencionales que dirigen la atención al cansancio/dolor y la distraen de las demandas deportivas, tienen corno objetivo que las sensaciones de cansancio/dolor no interfieran con el buen funcionamiento atencional para conseguir el máximo rendimiento. V. F. 80. En los procedimientos de "Coste de Respuesta" las condiciones de castigo no deben ser tan estrictas como en el caso del castigo positivo. V. F. 81. El reforzamiento diferencial resulta muy útil cuando se trata de conductas de toma de decisiones. V. F. 82. Incluir una secuencia de periodos de participación activa y periodos de pausa similar a la de una competición, favorece el aprendizaje de las decisiones tácticas. V. F. 83. La técnica del modelado puede resultar muy útil para definir y cuantificar la intensidad de una conducta deportiva. V. F. 84. El psicólogo debe entrenar al entrenador deportivo para que aprenda a modificar las creencias rígidas negativas de los deportistas. V. F. 85. La exposición a situaciones adversas es una oportunidad para ensayar habilidades psicológicas de afrontamiento. V. F. 86. El propio entrenamiento deportivo incluye elementos diversos, corno por ejemplo, la organización de ejercicios específicos para afrontar situaciones problema, que bien aprovechados pueden ser valiosos recursos para mejorar la condición psicológica de los deportistas. V. F. 87. En los "periodos de participación activa" los deportistas deben utilizar estrategias como las técnicas de relajación de Jacobson, para autorregular un exceso de activación. V. F. 88. Cuando se trata de conductas de toma de decisiones, el moldeamiento puede realizarse respecto a los estímulos antecedentes relevantes. V. F. 89. Los ejercicios competitivos favorecen el aprendizaje de las habilidades deportivas complejas. V. F. 90. El fortalecimiento de la percepción de control de la actividad deportiva por todas las vías posibles, contribuye, entre otros posibles objetivos, a la prevención del exceso de adherencia. V. F. 91. En el aprendizaje de las decisiones tácticas, puede ser conveniente, en algunos casos, que el psicólogo deportivo dirija sesiones específicas de condicionamiento de la conducta de toma de decisión a los estímulos antecedentes apropiados. V. F. 92. En el contexto de la Psicología del Deporte, los objetivos de resultado se refieren a conductas deportivas que aumentan la probabilidad de conseguir un determinado resultado deportivo. V. F. 93. Las estrategias atencionales que pretenden distraer la atención del cansancio/dolor y de las demandas deportivas, son especialmente indicadas en periodos de pausa, cuando se pretende reducir la actividad atencional. V. F. 94. Las situaciones análogas son una herramienta fundamental para el aprendizaje de las decisiones tácticas. V. F. 95. El análisis retrospectivo de las propias experiencias, puede ser una herramienta útil para identificar el nivel de activación óptimo. V. F. 96. El entrenamiento deportivo debe incluir situaciones motivantes, pero no situaciones estresantes. V. F. 97. En el contexto del deporte, la técnica del encadenamiento puede aplicarse encadenando conductas hacia delante o hacia atrás. V. F. 98. Cuando se utiliza la práctica en imaginación para el aprendizaje de habilidades técnicas, es importante que el deportistas perciba la sensación corporal identificada con corno indicador. V. F. 99. El cuestionario para la Evaluación Competitiva de los Deportistas de Élite (ECDE) de Buceta, es una herramienta útil para evaluar las habilidades psicológicas de los deportistas. V. F. 100. El análisis funcional es una herramienta útil cuando se trata de la adquisición de conductas de esfuerzo, pero no en el caso de la eliminación de conductas de esfuerzo no deseadas. V. F. 101. La fatiga y el agotamiento psicológicos pueden producirse tanto por exceso como por defecto cuantitativos y/o cualitativos. V. F. 102. El entrenamiento de exposición y ensayo en las condiciones de la competición, debe incluir situaciones propias de la competición pero que no sean estresantes. V. F. 103. El propósito del "trabajo psicológico compensatorio" es compensar las desigualdades que se producen entre los deportistas de un grupo deportivo, por ejemplo reforzando a deportistas que no obtiene mucho refuerzo. V. F. 104. Los programas de Economía de Fichas en el contexto del entrenamiento deportivo, deben ser administrados por el psicólogo deportivo. V. F. 105. Cuando se utiliza una matriz de decisiones para potenciar la motivación básica de los deportistas, es importante destacar la relación entre los costes a corto plazo y los beneficios a medio/largo plazo. V. F. 106. En líneas generales, una apropiada preparación de la competición, debe contribuir, sobre todo, al fortalecimiento de la motivación de los deportistas respecto a su participación en dicha competición. V. F. 107. En el aprendizaje de las decisiones tácticas, la atención de los deportistas debe estar centrada en los estímulos consecuentes. V. F. 108. Cuando se aplica el “coste de respuesta” con un “doble canje de puntos”, el castigo debe ser estricto en el canje a medio/largo plazo, pero no en el canje a corto plazo. V. F. 109. La combinación de establecimiento de objetivos, contingencias relacionadas con la consecución o no consecución de éstos, y registros de rendimiento, resulta muy apropiada para favorecer condiciones motivantes o estresantes propias de la competición deportiva. V. F. 110. Los “objetivos de realización” se refieren a las consecuencias de la conducta deportiva. V. F. 111. En el aprendizaje táctico, un error frecuente consiste en ignorar o infravalorar los criterios discriminativos de los estímulos antecedentes variables. V. F. 112. Propiciar la percepción de control sobre las situaciones que plantea el entrenamiento deportivo, puede ayudar a mejorar la conducta de adherencia a través del fortalecimiento del control atencional. V. F. 113. El psicólogo debe entrenar al entrenador para que aplique técnicas de relajación con sus deportistas. V. F. 114. Para conseguir el cambio de creencias rígidas, lo mejor es hacerle ver al deportista, con convincentes explicaciones y paciencia, lo equivocado que puede estar. V. F. 115. Los planes atencionales de “reenfoque” son especialmente útiles para establecer los objetivos a alcanzar en una competición. V. F. 116. En el entrenamiento en autoinstrucciones, es conveniente que el deportista proponga las frases correspondientes y que, posteriormente, intervenga el psicólogo para llegar a un acuerdo conjunto sobre las más eficaces. V. F. 117. En el proceso del aprendizaje de la decisión táctica entre dos o más conductas alternativas, se debe distinguir entre estímulos antecedentes variables que plantean la oportunidad de la decisión y estímulos antecedentes estables que determinan la decisión. V. F. 118. En los “periodos de participación activa” los deportistas deben ser muy activos aplicando técnicas psicológicas de autorregulación. V. F. 119. En las situaciones críticas de la competición que favorecen un aumento del nivel de activación, es conveniente exigir un funcionamiento atencional complejo que abarque un amplio número de estímulos. V. F. 120. Al analizar las “conductas de rendimiento deportivo” se debe distinguir entre “decisiones” y “ejecuciones motrices”. V. F. 121. Los ejercicios que conllevan retos atractivos y alcanzables, contribuyen a fortalecer la motivación básica de los deportistas, pero no la motivación cotidiana. V. F. 122. Un ejercicio en el que el entrenador corrige los detalles propios de la técnica de ese deporte, es una “situación análoga” a la situación de competición real. V. F. 123. Las “palabras clave” relacionadas con momentos críticos de la competición, pueden incorporarse a la rutina de funcionamiento habitual a través de la práctica en imaginación. V. F. 124. En el proceso del aprendizaje táctico, la situación antecedente discriminativa incluye, únicamente, los estímulos antecedentes variables que plantean la oportunidad de la decisión. V. F. 125. La práctica en imaginación no es una estrategia útil cuando se trata del aprendizaje de conductas de esfuerzo. V. F. 126. La aportación de la Psicología en el ámbito del Entrenamiento Deportivo, se centra, únicamente, en la mejora de la condición psicológica de los deportistas. V. F. 127. En algunos casos, la falta de adherencia al entrenamiento puede proporcionar consecuencias gratificantes a los deportistas. V. F. 128. En el proceso de aprendizaje de una habilidad técnica, en general, el enfoque atencional más apropiado debe ser, en un principio, “reducido e interno”, continuará siendo “más amplio (según las necesidades) pero todavía interno” y terminará siendo “amplio y externo”. V. F. 129. Para centrar la atención de los deportistas en los estímulos y respuestas más relevantes, los “objetivos inmediatos de resultado” son más eficaces que los “objetivos inmediatos de realización”. V. F. 130. Los “estímulos antecedentes estables” son los que plantean la oportunidad de la decisión. V. F. 131. Las escalas subjetivas, por ejemplo de 0-10 puntos, son útiles para cuantificar el nivel de activación, pero no otras experiencias internas como, por ejemplo, el cansancio. V. F. 132. Los movimientos que rigen el juego colectivo de un equipo deben contemplar el planteamiento de oportunidades para la toma de decisiones relevantes y las decisiones correctas en función de los estímulos antecedentes variables. V. F. 133. Las “palabras clave” pueden ayudar a identificar las conductas concretas que se deben realizar. V. F. 134. Las “situaciones análogas” son especialmente apropiadas para ensayar conductas de rendimiento muy precisas que pueden verse afectadas por un aumento incontrolado del nivel de activación. V. F. 135. El “control de los estímulos ambientales” es una estrategia que pretende, entre otros objetivos, evitar que los deportistas atiendan a estímulos irrelevantes para el aprendizaje. V. F. 136. El análisis funcional es una herramienta útil cuando se trata de la adquisición de conductas técnicas, de esfuerzo o de toma de decisiones tácticas, pero no en el caso de la eliminación de conductas agresivas no deseadas. V. F. 137. La utilización de jueces en algunos ejercicios del entrenamiento, contribuye a exponer al deportista a una condición estresante de la competición. V. F. 138. La distribución apropiada de las cargas de trabajo en el entrenamiento deportivo es un elemento independiente de la preparación psicológica. V. F. 139. En el contexto del aprendizaje de habilidades deportivas, los programas de reforzamiento más apropiados son los de “intervalo”, primero “fijo” y después “variable”. V. F. 140. El “estilo de espera” del psicólogo del deporte, se caracteriza por esperar a que terminen las competiciones para poder intervenir con tranquilidad, en lugar de hacerlo durante la participación activa de los deportistas. V. F. 141. En el “coste de respuesta”, tras el “canje a corto plazo” los puntos acumulados deben tenerse en cuenta en los “canjes a corto plazo” de los siguientes ejercicios. V. F. 142. En el aprendizaje de habilidades complejas, el entrenador no debe ser el modelo. V. F. 143. Las competiciones regulares son una herramienta de doble filo para el progreso del deportista como competidor. V. F. 144. Como observador externo y experto del comportamiento, el psicólogo puede ayudar al entrenador a aplicar programas de aprendizaje técnico indicándole qué es lo que el deportista debería hacer. V. F. 145. Plantear objetivos atractivos y alcanzables en cuya decisión se implique el deportista, entre otros efectos, puede ayudar a prevenir la fatiga psicológica. V. F. 146. Teniendo en cuenta las características específicas del deporte, en el análisis funcional de la "falta de adherencia", se deben tener en cuenta las circunstancias antecedentes que precipitan la no adherencia, pero no las circunstancias antecedentes que podrían predisponer a la no adherencia. V. F. 147. Muchos deportistas son reacios al cambio de sus habilidades al percibir un balance subjetivamente desfavorable entre el supuesto beneficio que podrían obtener y el elevado coste implicado en el intento. V. F. 148. En los programas de "coste de respuesta" las condiciones del castigo deben ser progresivamente más duras (de menos a más), de forma que los deportistas acojan estos programas con la motivación más conveniente. V. F. 149. La tendencia de funcionamiento que deriva del plan previo de actuación no debe influir en las decisiones sobre la ejecución inmediata. V. F. 150. Las escalas de 0-10 puntos pueden ayudar al deportista a cuantificar la intensidad de su concentración. V. F. 151. El establecimiento de objetivos personales resulta muy útil antes de las competiciones, pero no procede antes de las sesiones de entrenamiento. V. F. 152. La exposición en vivo a los estímulos de alto riesgo, puede resultar muy útil como parte de un programa de intervención para eliminar conductas agresivas incontroladas. V. F. 153. Las estrategias de autoaplicación para aumentar el nivel de activación, resultan apropiadas cuando el deportista se encuentra por encima de su nivel de activación óptimo. V. F. 154. En los deportes de equipo, la práctica en imaginación no es una estrategia recomendable para provocar sensaciones positivas y asociarlas a estímulos potencialmente estresantes. V. F. 155. Un deportista con tendencia a estimar bajas puntuaciones de esfuerzo en presencia de muchas pulsaciones, debería alertar sobre un considerable riesgo de sobreentrenamiento, lesiones y agotamiento. V. F. 156. En la evaluación del entrenamiento deportivo, se pueden diseñar hojas específicas para observar y registrar elementos relacionados con los recursos y riesgos psicológicos del entrenamiento. v. f. 157. Las habilidades atencionales relacionadas con el enfoque atencional pueden desarrollarse mediante el propio entrenamiento deportivo. V. F. 158. La escala de esfuerzo percibido de Borg, es un instrumento de evaluación cuya puntuación mímina es 1 y la máxima 100. V. F. 159. En el proceso de entrenamiento de autoafirmaciones, autoinstrucciones y autorrefuerzos, el psicólogo debe proponer las frases más oportunas como paso previo al role-playing. V. F. 160. Para muchos deportistas, cuantitativamente el saldo de funcionamiento deficitario es insignificante, pero no así cualitativamente. V. F. 161. La escala de motivación del cuestionario CPRD permite evaluar componentes de la motivación como estado que son muy relevantes en el entrenamiento deportivo. V. F. 162. Sustituir pensamientos negativos por otros positivos, es una estrategia muy útil para modificar creencias rígidas que perjudican el rendimiento de los deportistas. V. F. 163. En los programas de coste de respuesta para la eliminación de conductas deportivas no deseadas, es conveniente que el primer canje de puntos se realice al finalizar cada sesión de entrenamiento. V. F. 164. Las matrices de decisiones son una herramienta muy valiosa para tomar las decisiones sobre la ejecución inmediata. V. F. 165. Las características específicas de algunos deportes, favorecen que las escalas de 0-10 puntos puedan servir, en esos casos concretos, para establecer comparaciones inter-sujetos. V. F. 166. En la preparación de las competiciones muy próximas entre sí, se deben determinar las demandas de funcionamiento durante los intervalos entre participación y participación. V. F. 167. En el contexto de la evaluación de los efectos psicológicos del entrenamiento, la comparación de las puntuaciones en las escalas del cuestionario CPRD al iniciar y finalizar un mesociclo, permite establecer una relación entre causas y efectos. V. F. 168. La estimación de las expectativas previas realistas respecto al propio rendimiento, debe utilizarse como criterio para juzgar la bondad del rendimiento logrado. V. F. 169. Las técnicas para el control de la activación y la atención pueden formar parte del conjunto de conductas rutinarias previas al inicio de una competición. V. F. 170. La experiencia de las "competiciones-test" resultará más útil si se establecen objetivos de resultado. V. F. 171. En la preparación específica de la competición, cuando la competición esté muy próxima conviene que el ensayo en vivo predomine sobre el ensayo en imaginación. V. F. 172. Para evaluar la relación entre el entrenamiento, el rendimiento y los resultados en la competición, es importante acumular datos en más de una competición. V. F. 173. Los periodos de participación activa de intensidad menor son situaciones mixtas entre los periodos de participación activa y los periodos de pausa. V. F. 174. En general, el éxito deportivo es la consecuencia favorable más poderosa para establecer una relación funcional que consolide un comportamiento deportivo. V. F. 175. En el aprendizaje de las decisiones sobre la ejecución inmediata, para controlar la influencia del feedback es importante discriminar entre la decisión y la calidad o el resultado de la ejecución. V. F. 176. Algunas habilidades psicológicas, aún siendo eficaces, pueden dificultar el aprendizaje de otras habilidades más útiles. V. F. 177. El trabajo de exposición en las condiciones específicas de una competición, debe provocar una reacción emocional intensa. V. F. 178. La práctica en imaginación es una estrategia muy útil para que los deportistas ensayen y perfeccionen técnicas atencionales. V. F. 179. Cuando el problema sea la falta de interés por la competición, convendrá establecer objetivos de realización para fortalecer la autoconfianza. V. F. 180. Las autoafirmaciones son órdenes concretas sobre la acción que se debe realizar. V. F. 181. Las distancias recorridas y las repeticiones realizadas son medidas apropiadas para evaluar el volumen del entrenamiento. V. F. 182. La secuencia encadenada de las siguientes técnicas, por este orden: relajación, detención del pensamiento y reenfoque atencional, resulta muy útil para conseguir el autocontrol ante estímulos antecedentes que provocan conductas agresivas durante los periodos de participación activa. V. F. 183. El establecimiento de objetivos de resultado intra-sujeto y de objetivos de realización antes de la competición, contribuye a aumentar la percepción de control del deportista. V. F. 184. La detención del pensamiento es una estrategia apropiada para modificar las creencias rígidas que influyen en la disposición de los deportistas. V. F. 185. La escala de control del estrés del CPRD, incluye ítems relacionados con la autoconfianza. V. F. 186. Los modelos "competentes" pueden contribuir, sobre todo, a aumentar directamente la motivación por el aprendizaje, mientras que los modelos "expertos" favorecen en mayor medida que el deportista perciba que el aprendizaje está al alcance de sus posibilidades. V. F. 187. El cuestionario CPRD consta de tres escalas: control del estrés, habilidad mental y motivación. V. F. 188. El establecimiento de objetivos personales resulta muy útil antes de los entrenamientos, pero no antes de las competiciones. V. F. 189. Establecer vínculos apropiados entre circunstancias antecedentes y la conducta-objetivo resulta apropiado en el caso del aprendizaje de toma de decisiones, pero no procede cuando se trata de aprendizaje de habilidades técnicas. V. F. 190. La exposición en el entrenamiento a marcadores adversos o decisiones contrarias de los jueces, constituyen elementos de la preparación específica de una competición en particular. V. F. 191. La reducción del estrés mediante la práctica deportiva, es un efecto positivo inmediato que puede favorecer la falta de adherencia. V. F. 192. En la preparación específica de una competición, cuando la motivación sea baja debido a una falta de autoconfianza, y no se encuentren objetivos u otras medidas suficientemente incentivantes, habrá que recurrir a estrategias para provocar estrés. V. F. 193. Cuando se trata de conductas de toma de decisiones, la técnica del moldeamiento puede aplicarse respecto a los estímulos antecedentes que están presentes cuando el deportista adopta la decisión. V. F. 194. En el entrenamiento en autodiálogos, es importante que los deportistas comprendan el razonamiento que subyace a cada frase. V. F. 195. Cuando se habla de "conductas de esfuerzo" no se tiene en cuenta la precisión de los movimientos. V. F. 196. Establecer objetivos especiales y contingencias apropiadas según se consigan o no tales objetivos, puede contribuir a transformar una competición "rutinaria" en una interesante experiencia de exposición y ensayo. V. F. 197. Las sensaciones asociadas a la ejecución son una de las vías por las que los deportistas pueden obtener feedback. V. F. 198. Según algunos especialistas, los cuestionarios no son un procedimiento adecuado para la evaluación psicológica de los deportistas de élite. V. F. 199. La intervención psicológica para incorporar y consolidar hábitos complementarios al entrenamiento, debe basarse, sobre todo, en fomentar el interés, el dominio y la autorresponsabilidad. V. F. 200. El premio y el castigo asociados a objetivos de resultado difíciles de conseguir, pueden emplearse para provocar una situación estresante que se aproxime a la que está presente en la competición. V. F. 201. El programa de los "Cinco Pasos" ha sido propuesto por Singer para la adquisición y perfeccionamiento de "habilidades cerradas". V. F. 202. Para conseguir un mayor beneficio psicológico, las competiciones-test deben programarse por sorpresa. V. F. 203. La anticipación de posibles dificultades interferentes en una competición, como parte de la preparación específica de ésta, contribuye a debilitar la autoconfianza. V. F. 204. Los deportistas cuya principal fuente de percepción de control y gratificación interna son las conductas de adherencia a la práctica deportiva, son especialmente vulnerables al reforzamiento de tales conductas por parte del entrenador. V. F. 205. En la modificación de conductas de esfuerzo por exceso, en muchos casos, el objetivo consistirá en eliminarlas en presencia de determinados estímulos antecedentes, pero no de otros. V. F. 206. En los programas de "coste de respuesta" las condiciones del castigo deben ser estrictas desde el primer momento. V. F. 207. La tendencia de funcionamiento que deriva del plan previo de actuación, es uno de los dos grandes factores que determinan las decisiones sobre la ejecución inmediata. V. F. 208. Uno de los objetivos de las estrategias de autoaplicación es que se produzcan experiencias de reforzamiento interno. V. F. 209. La intervención psicológica para incorporar y consolidar hábitos complementarios al entrenamiento, debe basarse, sobre todo, en eliminar el estrés que está presente en el deporte. V. F. 210. El entrenamiento en técnicas de relajación se limita a enseñar a los deportistas las técnicas específicas que se consideren más apropiadas en cada caso particular. V. F. 211. En el aprendizaje de habilidades deportivas, uno de los propósitos del control de estímulos ambientales es favorecer que los deportistas utilicen el enfoque atencional más adecuado. V. F. 212. En la preparación específica de una competición, ya cerca de la competición es conveniente que el ensayo en imaginación o en vivo se centre más en la dificultades interferentes que en la ejecución de los planes. V. F. 213. El entrenador puede controlar las condiciones que considera convenientes para el trabajo de exposición y ensayo, mejor a través de los entrenamientos conjuntos, que mediante la simulación de la competición en el entrenamiento regular. V. F. 214. El POMS es un instrumento que permite evaluar rasgos de personalidad relacionados con el rendimiento deportivo. V. F. 215. Tener que actuar "contra el reloj" es una situación potencialmente estresante de algunas competiciones deportivas. V. F. 216. Provocar sensaciones positivas y asociarlas a estímulos potencialmente estresantes puede ser uno de los objetivos de la práctica en imaginación con deportistas. V. F. 217. Uno de los "Cinco Pasos" propuestos por Singer para el aprendizaje de habilidades, es centrar la atención intensamente en algún estímulo antecedente concreto externo al deportista. V. F. 218. Cuando se trata de decisiones sobre el mantenimiento o replanteamiento del plan de actuación en la competición, conviene explorar un amplio número de alternativas (tormenta de ideas). V. F. 219. La escala de autoestima del cuestionario CPRD aporta una información muy valiosa cuando se trata de deportistas con experiencias recientes de fracaso. V. F. 220. El feedback sensorial es una de las estrategias apropiadas para el aprendizaje de las decisiones sobre la ejecución inmediata. V. F. 221. En la intervención para modificar un movimiento técnico, existe una fase intermedia en la que conviene alternar la atención interna y la atención externa. V. F. 222. Los objetivos de realización inmediatos se refieren a los resultados deportivos más cercanos. V. F. 223. En la preparación específica de una competición, cuando la motivación sea baja por una falta de interés, y no se encuentren objetivos u otras medidas suficientemente incentivantes, habrá que recurrir a estrategias para provocar estrés. V. F. |