Neuropsicología Clínica
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Título del Test:
![]() Neuropsicología Clínica Descripción: Tema 6. 4º Psico VIU |



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La atención se define como: Un sistema simple de activación cortical. Un sistema complejo compuesto por subprocesos que permiten la selección de estímulos relevantes y la regulación de la conducta. Un proceso exclusivamente perceptivo. La atención es un prerrequisito para: Las funciones motoras. El resto de funciones cognitivas. La memoria procedimental. Según Posner y Petersen (1990, 2012), la atención se organiza en: Dos sistemas dependientes. Tres redes independientes que interactúan entre sí. Tres redes independientes que interactúan entre sí. La red de alerta o vigilancia se encarga de: Dirigir la atención a estímulos concretos. Mantener un estado general de vigilancia que permita la recepción de estímulos. Regular voluntariamente la conducta. La red de alerta se relaciona principalmente con: El lóbulo frontal izquierdo. La región frontoparietal derecha y estructuras subcorticales como el tálamo. El lóbulo temporal medial. La red de orientación permite: Mantener la atención sostenida. Seleccionar información específica y dirigir la atención hacia estímulos particulares. Regular la conducta voluntaria. La red de orientación está compuesta por: Un sistema dorsal y uno ventral. Un sistema único. Tres subsistemas jerárquicos. La red ejecutiva se caracteriza por: Ser automática y refleja. Gestionar funciones atencionales de alto nivel y el control voluntario de la conducta. Depender exclusivamente del lóbulo parietal. Según Desimone y Duncan (1995), la atención selectiva se basa en: La memoria de trabajo. La competencia entre estímulos guiada por factores internos y externos. La activación subcortical. La atención endógena se define como: Guiada por estímulos salientes del entorno. Dependiente de objetivos, expectativas y pensamientos del individuo. Exclusivamente automática. El modelo de Sohlberg y Mateer (2001, 2010) es: Modular. Jerárquico. Circular. En el modelo de Sohlberg y Mateer, el nivel más básico de atención es: Atención sostenida. Atención focalizada. Atención dividida. La atención dividida se considera: El nivel más simple. Un nivel intermedio. El nivel más complejo y vulnerable. Según Lezak (1982), las funciones ejecutivas permiten: Establecer metas y regular conductas orientadas a su consecución. El aprendizaje automático. El procesamiento sensorial. Las funciones ejecutivas son especialmente necesarias en: Procesos reflejos. Tareas rutinarias. Situaciones nuevas o complejas. Mateer (1999) propone un modelo de funciones ejecutivas: Jerárquico y de relevancia clínica. Basado en neuroimagen. Exclusivamente cognitivo. La iniciativa se define como: Capacidad para planificar acciones. Capacidad para inhibir respuestas. Capacidad para empezar una conducta dirigida a un objetivo. La inhibición hace referencia a: Suprimir respuestas automáticas o impulsivas. Mantener la conducta en el tiempo. Generar conductas creativas. Según Tirapu-Ustárroz et al. (2017), la velocidad de procesamiento: Se localiza en el hipocampo. Depende de la memoria episódica. Es una propiedad del sistema relacionada con la sustancia blanca. La memoria de trabajo se asocia principalmente a: Corteza prefrontal dorsolateral y ventrolateral. Amígdala. Cerebelo. La toma de decisiones implica: Repetición automática de respuestas. Evaluar alternativas y prever consecuencias. Exclusivamente la memoria semántica. El lóbulo frontal participa en: La planificación, ejecución y control del movimiento voluntario. La percepción visual. El equilibrio. La corteza premotora y el área motora suplementaria se relacionan con: Coordinación de movimientos complejos y secuenciales. Movimientos reflejos. Control vegetativo. El síndrome disejecutivo se define como: Un conjunto de alteraciones cognitivas, conductuales y emocionales por disfunción prefrontal. Un trastorno motor. Una alteración exclusiva de la memoria. El síndrome disejecutivo dorsolateral se caracteriza por: Conducta impulsiva. Mayor afectación cognitiva y rigidez cognitiva. Abulia marcada. El síndrome orbitofrontal se asocia a: Desinhibición, impulsividad y falta de juicio social. Apatía. Mutismo. El síndrome medial-frontal o del cingulado anterior se caracteriza por: Abulia y disminución de la expresividad emocional. Agitación y aumento de la expresividad emocional. Conducta agresiva. El síndrome pseudodepresivo se diferencia del trastorno depresivo mayor porque: Presenta ideas suicidas. No existen sentimientos de tristeza ni culpa. Existe anhedonia marcada. El síndrome de la mano ajena implica: Negación del miembro. Parálisis funcional. Sensación de pérdida de control sobre una mano reconocida como propia. La confabulación se define como: Recuerdo de hechos falsos sin intención de engañar. Mentira intencionada. Déficit atencional. El síndrome de dependencia del medio se caracteriza por: Inhibición conductual. Respuesta automática y desinhibida a estímulos del entorno. Aislamiento social. La atención sostenida se define como: Capacidad para responder a estímulos novedosos. Capacidad para mantener la atención durante un periodo prolongado de tiempo. Capacidad para alternar el foco atencional. La atención alternante permite: Cambiar el foco atencional entre tareas con demandas diferentes. Realizar dos tareas simultáneamente. Mantener la vigilancia continua. La atención focalizada implica: Procesamiento automático. Dividir recursos atencionales. Responder de manera discreta a estímulos específicos. La red ejecutiva de la atención se asocia principalmente a: Regiones frontales, especialmente el cíngulo anterior. Lóbulo temporal medial. Tálamo pulvinar. La red de orientación implica principalmente: Lóbulo frontal medial. Regiones parietales y temporales. Ganglios basales. La planificación implica: Organización de pasos necesarios para alcanzar un objetivo. Inhibición de respuestas automáticas. Regulación emocional. La flexibilidad cognitiva se define como: Cambiar de estrategia ante demandas del entorno. Mantener una estrategia estable. Velocidad de respuesta. La monitorización hace referencia a: Motivación intrínseca. Inicio de la conducta. Supervisión y corrección de la propia conducta. La corteza prefrontal dorsolateral se relaciona principalmente con: Funciones ejecutivas cognitivas. Regulación emocional. Conducta social. La corteza orbitofrontal participa especialmente en: Control motor fino. Memoria episódica. Regulación de la conducta social y emocional. La corteza medial frontal se asocia a: Motivación e iniciativa. Percepción visual. Lenguaje comprensivo. La anosognosia frontal se caracteriza por: Reconocimiento exagerado del déficit. Falta de conciencia del propio déficit. Alteración de la memoria semántica. La perseveración consiste en: Repetición inapropiada de respuestas. Déficit de memoria. Conducta desorganizada. La utilización compulsiva de objetos es característica del: Síndrome orbitofrontal. Síndrome dorsolateral. Síndrome medial frontal. |





