¿Crees que el día no tiene bastantes horas para todas las cosas que deberías hacer? No Sí.
¿Siempre te mueves, caminas o comes con rapidez? No Sí.
¿Te sientes impaciente por el ritmo al que se desarrollan los acontecimientos? No Sí.
¿Acostumbras a decir: "Ah, ajá" o "sí, sí, sí", "bien, bien", cuando te habla una persona apremiándola inconscientemente a que acabe de decir lo que tiene que decir? No Sí.
¿Tienes tendencia a terminar las frases de otras personas? No Sí.
¿Te sientes exageradamente irritado incluso rabioso cuando el coche que te precede en una carretera circula a una velocidad que consideras demasiado lenta? No Sí.
¿Consideras angustioso tener que hacer cola o esperar turno para conseguir una mesa en un restaurante? No Sí.
¿Encuentras intolerable ver cómo otras personas realizan tareas que sabes que se pueden hacer más deprisa? No Sí.
¿Te impacientas contigo mismo si te ves obligado a realizar tareas repetitivas (rellenar formularios, firmar talones, lavar platos, etc.), que son necesarias pero te impiden hacer las cosas que te interesan realmente? No Sí.
¿Eres de esas personas que leen a toda prisa o intentan siempre conseguir resúmenes o sumarios de obras literarias realmente interesantes y valiosas? No Sí.
¿Te esfuerzas por pensar o hacer dos o más cosas simultáneamente? Por ejemplo, mientras intentas escuchar la conversación de una persona, sigues dando vueltas a otro tema sin ninguna relación con lo que escuchas. No Sí.
¿Mientras disfrutas de un descanso, continúas pensando en tus problemas laborales, domésticos o profesionales? No Sí.
¿Tienes el hábito de acentuar excesivamente varias palabras que consideras clave en tu conversación o la tendencia a decir las últimas palabras de tus frases más rápidamente que las palabras iniciales? No Sí.
¿Encuentras difícil abstenerte de llevar cualquier conversación hacia los temas que te interesan y cuando no lo consigues, pretendes escuchar pero en realidad sigues ocupado en tus propios pensamientos? No Sí.
¿Te sientes vagamente culpable, cuando descansas y no haces nada durante varias horas o varios días? No Sí.
¿Intentas siempre programar más y más cosas en menos tiempo, y al hacerlo así dejas cada vez menos margen para los imprevistos? No Sí.
Al conversar, ¿das con frecuencia puñetazos o palmadas en la mesa, o golpeas con un puño la palma de la otra mano para dar más énfasis a un punto particular de la discusión? No Sí.
¿Te sometes a ciertos plazos en tu trabajo que con frecuencia son difíciles de cumplir? No Sí.
¿Aprietas con frecuencia las mandíbulas, hasta el punto que te rechinan los dientes? No Sí.
¿Llevas con frecuencia material relacionado con tu trabajo o tus estudios a tu casa por la noche? No Sí.
¿Acostumbras a evaluar en términos numéricos no sólo tu propio trabajo, sino también las actividades de los demás? No Sí.
¿Te sientes insatisfecho con tu actual trabajo? No Sí.
¿Te este test? No Sí.
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