El diagnóstico de juego patológico (DSM-IV o DSM-IV-TR) requiere, necesariamente, que el sujeto: a) presente inquietud o irritabilidad cuando intenta cortar o dejar de jugar, b) necesite jugar una cantidad cada vez mayor de dinero para obtener la excitación deseada, c) el trastorno no se circunscriba a un episodio maníaco. En comparación con la población normal, los jugadores patológicos parecen mostrar niveles de noradrenalina: a) menores, b) mayores, c) semejantes. En el DSM-IV y DSM-IV-TR, el juego patológico es conceptuado como: a) una conducta adictiva, b) una conducta compulsiva, c) un trastorno del control de los impulsos. Una característica asociada al juego patológico de forma consistente es: a) el consumo de alcohol, b) padecer un trastorno de ansiedad, c) tener más de 30 años. La depresión suele ser un problema común en los jugadores patológicos, especialmentesi éstos: a) consumen alcohol u otras drogas, b) poseen sintomatología psicosomática, c) presentan niveles elevados de rasgo de ansiedad. Uno de los siguientes síntomas NO corresponde a los criterios para el diagnóstico del juego patológico. Identifíquelo: a) necesidad de jugar una cantidad cada vez mayor de dinero, b) conducta agresiva cuando intenta dejar de jugar, c) juega como un modo de escapar de los problemas. Con frecuencia los jugadores patológicos tienden a sobrestimar sus habilidades en el juego y su creencia de que pueden influir sobre los resultados (p.ej., en una máquina tragaperras). Este fenómeno se ha denominado: a) sesgo confirmatorio, b) atribuciones diferenciales en función del resultado, c) ilusión de control. De acuerdo con las fases indicadas por Custer (1984) para el desarrollo del juego patológico, la falta de control de impulsos se inicia en la fase: a) de ganancias, b) de pérdidas, c) de desesperación. El juego patológico se ha asociado a diversos problemas emocionales comórbidos, destacando por su prevalencia: a) los episodios maníacos, b) la depresión, c) la ansiedad. Un síntoma (criterio) para el diagnóstico del juego patológico es: a) emplear mucho tiempo en actividades relacionadas con el juego, b) mentir a la familia o a otras personas para ocultar su implicación en el juego, c) ser consciente de que no puede controlar el juego. El juego patológico se ha asociado a diversos problemas emocionales comórbidos, destacándose entre los tres siguientes por su elevada prevalencia: a) los episodios maníacos, b) la depresión, c) la ansiedad. En relación con el juego patológico, indique en qué fase aparece en el individuo la falta de control de impulsos: a) la fase de desesperación, b) la fase de pérdidas, c) la fase de ganancias. Un síntoma (criterio A) para el diagnóstico del juego patológico consiste en: a) no sentirse preocupado por el hecho de jugar, b) tratar de jugar cantidades de dinero cada vez más pequeñas, c) cometer actos ilegales para financiar el juego. La depresión suele ser un problema común en los jugadores patológicos, especialmente si éstos: a) consumen alcohol u otras drogas, b) poseen sintomatología psicosomática, c) presentan niveles elevados de rasgo de ansiedad.
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