Tema 1

¿Qué emoción POSITIVA predomina en la experiencia del cuidado?. A. Alegría por los momentos compartidos. B. Gratitud por poder estar presente. C. Satisfacción de cuidar a un ser querido. D. Tranquilidad por saber que el familiar está bien atendido.

¿Cuál es la emoción NEGATIVA más mencionada?. A. Culpa. B. Frustración. C. Soledad. D. Cansancio o agotamiento físico/emocional.

¿Qué preocupación es la más frecuente entre las personas cuidadoras?. A. No tener suficiente tiempo libre. B. Dudas sobre los cuidados realizados. C. Quién cuidará al familiar cuando ellas no puedan. D. El coste de los tratamientos médicos.

¿Qué porcentaje afirma que cuidar ha cambiado su forma de ver la vida?. A. 18,8%. B. 40%. C. 62,4%. D. 81,2%.

¿Qué habilidad o valor aseguran haber desarrollado con mayor frecuencia?. A. Mayor capacidad de liderazgo. B. Paciencia y tolerancia. C. Velocidad en la toma de decisiones. D. Conocimientos sanitarios avanzados.

¿Cómo afirma la mayoría que ha cambiado su relación con la persona cuidada?. A. Se ha deteriorado. B. No ha cambiado. C. Se ha fortalecido. D. No existe relación emocional.

¿Qué porcentaje se preocupa de que la situación afecte a su salud?. A. 10%. B. 18,8%. C. 22%. D. 28,5%.

¿Qué motivación para cuidar se menciona con mayor frecuencia?. A. Obligación social. B. Elección personal. C. Muestra de afecto. D. Falta de recursos económicos.

¿Qué porcentaje considera que cuidar tiene solo aspectos negativos?. A. 6,5%. B. 12,5%. C. 20,4%. D. 48,1%.

¿Qué tipo de estudio es el Observatorio Cinfa de los Cuidados?. A. Un proyecto piloto regional. B. Una investigación internacional. C. Un estudio de ámbito nacional. D. Un ensayo clínico.

¿Qué entidad avala el estudio de los cuidados?. A. Cruz Roja Española. B. Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). C. Ministerio de Sanidad. D. Confederación Española de Alzheimer (CEAFA).

El principal propósito del estudio fue. a) Analizar el coste económico de la dependencia. b) Evaluar el grado de satisfacción de los cuidadores profesionales. c) Mostrar una radiografía integral de los cuidados familiares y su impacto en las familias. d) Establecer un ranking de servicios de atención a mayores.

El estudio fue respaldado por: a) El Ministerio de Derechos Sociales. b) La Organización Mundial de la Salud. c) La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). d) El Consejo General del Trabajo Social.

La muestra estuvo compuesta por personas cuidadoras: a) Mayores de 65 años. b) De mediana edad, entre la treintena y los sesenta años. c) Adolescentes con familiares dependientes. d) Solo profesionales del ámbito sanitario.

El método de recogida de datos fue: a) Entrevistas telefónicas. b) Grupos de discusión presenciales. c) Cuestionario online autoadministrado. d) Observación directa.

Para participar en el estudio, los cuidadores debían. a) Ser mayores de edad y residir fuera de España. b) Tener un título en enfermería o geriatría. c) Atender a un familiar mayor de 59 años en territorio español. d) Haber recibido formación profesional en cuidados.

El estudio consideró cuidadora a toda persona que. a) Percibe una remuneración por cuidar. b) Asume algún tipo de atención, apoyo o acompañamiento familiar. c) Trabaja en un centro sociosanitario. d) Se encarga exclusivamente del hogar.

En la mayoría de los casos, la persona cuidadora era: a) Hombre y joven. b) Mujer de edad intermedia. c) Persona jubilada. d) Profesional sanitario.

El familiar más comúnmente atendido fue: a) Un hermano o hermana. b) El padre o la madre. c) Un tío o tía. d) El cónyuge.

En la mayor parte de los hogares, la persona cuidada tenía: a) Menos de 60 años. b) Una edad avanzada, por encima de los 80 años. c) Un trastorno mental severo. d) Enfermedad terminal.

En una proporción considerable de casos, los cuidadores: a) Convivían con la persona a su cargo. b) Vivían en otro país. c) Compartían domicilio con un profesional sanitario. d) No tenían contacto directo con el familiar.

El estudio identificó a muchas personas cuidadoras pertenecientes a: a) Familias sin hijos. b) La llamada “generación sándwich”. c) Hogares monoparentales con nietos. d) Parejas jubiladas.

La mayoría de las personas cuidadoras compatibiliza el cuidado con: a) Estudios universitarios. b) Su actividad laboral habitual. c) Actividades de voluntariado. d) Tareas domésticas remuneradas.

En cuanto al tiempo invertido, la media de dedicación semanal equivale a: a) Una carga significativa, similar a una jornada parcial. b) Un compromiso esporádico. c) Una ayuda puntual de fin de semana. d) Una tarea simbólica.

Muchas personas cuidadoras llevan realizando esta labor durante: a) Varios años de forma continuada. b) Menos de un mes. c) Solo periodos vacacionales. d) Etapas de hospitalización breve.

La mayor parte de ellas dedica tiempo de cuidado. a) Solo en vacaciones. b) Con frecuencia semanal o diaria. c) Una vez al mes. d) Cuando hay citas médicas.

El estudio muestra que cuidar obliga a renunciar sobre todo a: a) Tiempo de sueño. b) Espacios personales y de ocio. c) Actividades laborales. d) Formación profesional.

El motivo más habitual que origina la necesidad de cuidados es: a) La edad avanzada del familiar. b) Una discapacidad leve. c) Un accidente doméstico. d) Una enfermedad crónica infantil.