Tema 13. Neuropsicología del desarrollo

Una de las funciones ejecutivas más implicadas en la comprensión de la lectura es: La memoria de trabajo. La memoria implícita. La memoria explícita.

La neuropsicología escolar trata de integrar la investigación cerebral en la infancia con: La práctica socioeconómica. La práctica educativa. La práctica clínica.

Una de las funciones del neuropsicólogo es: Administrar psicofármacos al niño, en función de sus dificultades académicas. Aplicar al niño las terapias pautadas durante las clases. Ayudar en la interpretación de las evaluaciones neuropsicológicas.

Proporcionar intervenciones terapéuticas basándose en la evidencia científica es una de las funciones propias de: El terapeuta ocupacional. El neuropsicólogo escolar. El tutor académico.

La capacidad para mantener la atención en una tarea prolongada en el tiempo, a pesar del cansancio o el aburrimiento, se conoce como: Atención dividida. Atención selectiva. Atención sostenida.

La habilidad para revisar la planificación y adaptarla a los obstáculos o contratiempos que pudieran surgir se llama: Inhibición. Flexibilidad. Persistencia.

La capacidad para observarse a uno mismo, regularse y autoevaluarse se denomina: Metacognición. Egocentrismo. Evolución.

La incapacidad de evaluar las consecuencias de nuestros actos en otras personas depende de la afectación de una división específica del lóbulo frontal, que es la parte: Dorsolateral. Medial. Orbitofrontal.

Las estructuras neurales que subyacen a las funciones ejecutivas tienen un desarrollo: Continuo durante la infancia y la adolescencia. Crítico hasta la madurez. Espontáneo y discontinuo hasta la madurez.

El tratamiento necesario para un niño con disfunción ejecutiva incluye la intervención enfocada a: Potenciar la metacognición. Potenciar la atención selectiva y la atención dividida. Ambas son correctas.

El Response of Intervention (RTI) es una metodología de enseñanza para diagnosticar e intervenir en los casos de niños con trastornos de aprendizaje, se ha adaptado este modelo para las dificultades ejecutivas, tiene dos niveles, el nivel 1: Universal. Preocupación de los padres o del profesorado sobre el comportamiento o rendimiento académico relacionados con posibles problemas en las funciones ejecutivas. Dirigido. Implementación de una intervención para resolver esas conductas, si no hay evolución debe intervenir el psicólogo o neuropsicólogo escolar. Intensivo. Evaluación del comportamiento y nivel de aprendizaje. Intervención intensiva, adaptada a las necesidades educativas.

El Response of Intervention (RTI) es una metodología de enseñanza para diagnosticar e intervenir en los casos de niños con trastornos de aprendizaje, se ha adaptado este modelo para las dificultades ejecutivas, tiene dos niveles, el nivel 2: Universal. Preocupación de los padres o del profesorado sobre el comportamiento o rendimiento académico relacionados con posibles problemas en las funciones ejecutivas. Dirigido. Implementación de una intervención para resolver esas conductas, si no hay evolución debe intervenir el psicólogo o neuropsicólogo escolar. Intensivo. Evaluación del comportamiento y nivel de aprendizaje. Intervención intensiva, adaptada a las necesidades educativas.

El Response of Intervention (RTI) es una metodología de enseñanza para diagnosticar e intervenir en los casos de niños con trastornos de aprendizaje, se ha adaptado este modelo para las dificultades ejecutivas, tiene dos niveles, el nivel 3: Universal. Preocupación de los padres o del profesorado sobre el comportamiento o rendimiento académico relacionados con posibles problemas en las funciones ejecutivas. Dirigido. Implementación de una intervención para resolver esas conductas, si no hay evolución debe intervenir el psicólogo o neuropsicólogo escolar. Intensivo. Evaluación del comportamiento y nivel de aprendizaje. Intervención intensiva, adaptada a las necesidades educativas.

El primer nivel del RTI. Programas educativos diseñados para conocer las necesidades de la mayoría de los estudiantes. Programas específicos. identificar las necesidades educativas de los estudiantes con dificultades en el aprendizaje. Aplicación de métodos sistemáticos. Identificar las dificultades de los alumnos con déficits y trastornos del aprendizaje y problemas de conducta.

El segundo nivel del RTI. Programas educativos diseñados para conocer las necesidades de la mayoría de los estudiantes. Programas específicos. identificar las necesidades educativas de los estudiantes con dificultades en el aprendizaje. Aplicación de métodos sistemáticos. Identificar las dificultades de los alumnos con déficits y trastornos del aprendizaje y problemas de conducta.

El tercer nivel del RTI. Programas educativos diseñados para conocer las necesidades de la mayoría de los estudiantes. Programas específicos. identificar las necesidades educativas de los estudiantes con dificultades en el aprendizaje. Aplicación de métodos sistemáticos. Identificar las dificultades de los alumnos con déficits y trastornos del aprendizaje y problemas de conducta.

El nivel 1 del RTI, universal: Autorregistro de ayuda en el aula: mejorar las tareas de clase, dirigir los deberes, control del material, manejar la planificación y el tiempo, control conductual, promover la independencia de la resolución de problemas. Intervenciones principalmente en pequeños grupos de intervención, como grupos extraescolares. Modificaciones específicas para las necesidades de cada alumno. Pautas y estrategias desarrolladas deben ser diseñadas de forma personalizada y consensuadas por padres, profesores y alumnos. Intervenciones adecuadas a cada perfil.

El nivel 2 del RTI, dirigido: Autorregistro de ayuda en el aula: mejorar las tareas de clase, dirigir los deberes, control del material, manejar la planificación y el tiempo, control conductual, promover la independencia de la resolución de problemas. Intervenciones principalmente en pequeños grupos de intervención, como grupos extraescolares. Modificaciones específicas para las necesidades de cada alumno. Pautas y estrategias desarrolladas deben ser diseñadas de forma personalizada y consensuadas por padres, profesores y alumnos. Intervenciones adecuadas a cada perfil.

El nivel 3 del RTI, intensivo: Autorregistro de ayuda en el aula: mejorar las tareas de clase, dirigir los deberes, control del material, manejar la planificación y el tiempo, control conductual, promover la independencia de la resolución de problemas. Intervenciones principalmente en pequeños grupos de intervención, como grupos extraescolares. Modificaciones específicas para las necesidades de cada alumno. Pautas y estrategias desarrolladas deben ser diseñadas de forma personalizada y consensuadas por padres, profesores y alumnos. Intervenciones adecuadas a cada perfil.