Tema 5.2 Neurocrim
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Título del Test:![]() Tema 5.2 Neurocrim Descripción: el cerebro y la criminalidad |




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¿Qué es la neurocriminología según Glenn & Raine (2014)?. Un enfoque terapéutico que utiliza la psicología positiva para prevenir delitos menores. Una disciplina que analiza exclusivamente factores sociales en la conducta criminal. Un campo que aplica técnicas y principios de la neurociencia para comprender mejor el crimen o el delito. Un área de la criminología que se centra únicamente en la elaboración de perfiles criminales. ¿Qué estudia la neurociencia según su definición general?. El comportamiento social de los individuos dentro de entornos urbanos violentos. Únicamente la conducta observable relacionada con estímulos externos. La estructura, función, desarrollo, bioquímica, farmacología y patología del sistema nervioso, y cómo interactúan sus diferentes elementos. Solo las alteraciones genéticas relacionadas con enfermedades neurodegenerativas. ¿Cuál es el objetivo principal de la neurocriminología como campo de estudio?. Investigar únicamente los antecedentes penales de los agresores desde una perspectiva legal. Analizar la conducta delictiva desde un enfoque exclusivamente psicológico o sociológico. Aplicar técnicas y principios de la neurociencia para comprender los factores psicobiológicos relacionados con la agresión y la violencia, y usarlos en el análisis del delito. Desarrollar programas educativos centrados en la prevención del delito en contextos escolares. ¿Cuál es una de las metas fundamentales de la neurocriminología en el estudio del comportamiento criminal?. Elaborar estrategias educativas para fomentar la reinserción social inmediata. Establecer las bases biológicas de la conducta delictiva a través del estudio del sistema nervioso. Identificar patrones culturales comunes entre los delincuentes juveniles. Clasificar los delitos según su impacto en la economía local. ¿Qué aportan las técnicas neurocriminológicas al estudio y manejo del delito?. Prevención, diagnóstico, tratamiento y elaboración de perfiles criminales en base al historial judicial del sujeto. Únicamente estrategias punitivas centradas en el castigo del agresor. Prevención, diagnóstico, tratamiento y estimación de la posibilidad de reincidencia. Prevención, diagnóstico, tratamiento y Métodos conductuales para modificar el entorno del delincuente. ¿Se puede anticipar una conducta agresiva basándose únicamente en factores orgánicos?. Sí, porque los factores orgánicos siempre determinan la conducta agresiva sin importar el contexto. Sí, porque basta detectar un factor de riesgo orgánico para predecir la violencia con certeza. No necesariamente, porque la violencia resulta de una combinación de factores orgánicos y no orgánicos en contexto, y la presencia de un factor de riesgo no garantiza que se manifieste la conducta agresiva. No, porque la conducta agresiva depende exclusivamente del entorno social y nunca de factores biológicos. ¿Qué es un factor de riesgo en relación con la aparición de conductas violentas?. Una causa inevitable y directa de conducta agresiva en todos los individuos. Una circunstancia o condición que aumenta la probabilidad de que la agresión o conducta violenta se manifieste. Una circunstancia o condición que disminuye la probabilidad de que la agresión o conducta violenta se manifieste. Un diagnóstico clínico que determina con certeza la comisión futura de delitos. ¿Qué es un factor de protección en relación con la aparición de conductas violentas?. Un elemento genético que garantiza la ausencia total de agresividad. Una circunstancia o condición que disminuye la probabilidad de que la agresión o conducta violenta se manifieste. Una circunstancia o condición que aumenta la probabilidad de que la agresión o conducta violenta se manifieste. Un procedimiento terapéutico que elimina permanentemente la conducta antisocial. ¿Cuál de los siguientes NO es un factor de riesgo asociado a la aparición de conductas violentas?. Baja actividad de la amígdala. Alteración de los circuitos neuronales. Baja actividad del córtex prefrontal. Baja serotonina y presencia del genoma XYY junto con alta testosterona. Capacidad empática y control de los impulsos. ¿Cuál de los siguientes elementos es un verdadero factor de protección frente a conductas violentas?. Alta exposición a entornos violentos durante la infancia. Capacidad empática y control de los impulsos. Alta testosterona + Genoma XYY. Baja actividad del córtex prefrontal y Baja actividad de la amígdala. ¿Cuál es la finalidad principal de las investigaciones neurocriminológicas?. Identificar el entorno social del agresor para aplicar medidas penales y comprender los mecanismos cerebrales que predisponen a ciertos individuos, con el fin de mejorar la prevención y el tratamiento. Explorar cómo los factores biológicos y neurológicos influyen en el comportamiento violento y comprender los mecanismos cerebrales que predisponen a ciertos individuos, con el fin de mejorar la prevención y el tratamiento. Explorar cómo los factores biológicos y neurológicos influyen en el comportamiento violento y utilizar técnicas psicológicas para modificar conductas agresivas. Aplicar castigos más severos en función del perfil biológico del delincuente y explorar cómo los factores biológicos y neurológicos influyen en el comportamiento violento. La investigaciones de Clark y Taylor en 1953: Se realizó estudios a personas imputadas por asesinato (no juzgadas) y el resultado fue que mostraban anomalías cerebrales. Se realizó estudios con personas en prisión con sentencias firmes y mostraron anomalías cerebrales. Eran los reclusos más conflictivos. Se realizó un estudio sobre 60 personas codenadas y todos presentaban una disfunción cerebral lateral en el hemisferio dominante del cerebro. Se realizó un estudio con 12 reclusos con antecedentes por comportamientos agresivos y 12 sin antecedentes de violencia. Los reclusos más violentos presentaban niveles más bajos de serotonina. La investigaciones de Monroe et al. 1970: Se realizó estudios a personas imputadas por asesinato (no juzgadas) y el resultado fue que mostraban anomalías cerebrales. Se realizó estudios con personas en prisión con sentencias firmes y mostraron anomalías cerebrales. Eran los reclusos más conflictivos. Se realizó un estudio sobre 60 personas codenadas y todos presentaban una disfunción cerebral lateral en el hemisferio dominante del cerebro. Se realizó un estudio con 12 reclusos con antecedentes por comportamientos agresivos y 12 sin antecedentes de violencia. Los reclusos más violentos presentaban niveles más bajos de serotonina. La investigaciones de Yeudall et al. 1977: Se realizó estudios a personas imputadas por asesinato (no juzgadas) y el resultado fue que mostraban anomalías cerebrales. Se realizó estudios con personas en prisión con sentencias firmes y mostraron anomalías cerebrales. Eran los reclusos más conflictivos. Se realizó un estudio sobre 60 personas codenadas y todos presentaban una disfunción cerebral lateral en el hemisferio dominante del cerebro. Se realizó un estudio con 12 reclusos con antecedentes por comportamientos agresivos y 12 sin antecedentes de violencia. Los reclusos más violentos presentaban niveles más bajos de serotonina. El estudio en 2020 del Kings College London cuyo objeto era la relación entre la impulsividad y la conectividad cerebral en adolescentes violentos: Mostraban una disminución en la conectividad entre el lóbulo frontal (corteza prefrontal - responsable de la regulación de los impulsos) y el sistema límbico (que regula las emociones), que provoca respuestas impulsivas y reacciones agresivas ante el estrés. La corteza frontal, relacionada con la empatía, tiene una activación menor en delincuentes violentos ante las expresiones de sufrimiento y temor de otras personas. Entre los adolescentes portadores del gen MAO-A, aquellos que habían sido socializados en ambientes familiares violentos y negligentes son significativamente más propensos a tener conductas violentas que aquellos jóvenes criados en ambientes funcionales. Los delincuentes con TPA mostraban menor activación en la corteza prefrontal y regiones cerebrales asociadas a las emociones (la amígdala) respecto a delincuentes sin TPA. Esta desconexión se correlaciona con mayor impulsividad y mayor tendencia a la comisión de actos impulsivos y agresivos. Los sujetos con antecedentes de violencia presentan niveles más altos de cortisol y una respuesta alterada ante el estrés que los predispone a la impulsividad y las reacciones agresivas en situaciones de estrés. El estudio en 2021, por la Universidad de Columbia (EEUU) cuyo objeto era la relación entre la actividad cerebral y la empatía en delincuentes violentos, tuvo como resultado que: Mostraban una disminución en la conectividad entre el lóbulo frontal (corteza prefrontal - responsable de la regulación de los impulsos) y el sistema límbico (que regula las emociones), que provoca respuestas impulsivas y reacciones agresivas ante el estrés. La corteza frontal, relacionada con la empatía, tiene una activación menor en delincuentes violentos ante las expresiones de sufrimiento y temor de otras personas. Entre los adolescentes portadores del gen MAO-A, aquellos que habían sido socializados en ambientes familiares violentos y negligentes son significativamente más propensos a tener conductas violentas que aquellos jóvenes criados en ambientes funcionales. Los delincuentes con TPA mostraban menor activación en la corteza prefrontal y regiones cerebrales asociadas a las emociones (la amígdala) respecto a delincuentes sin TPA. Esta desconexión se correlaciona con mayor impulsividad y mayor tendencia a la comisión de actos impulsivos y agresivos. Los sujetos con antecedentes de violencia presentan niveles más altos de cortisol y una respuesta alterada ante el estrés que los predispone a la impulsividad y las reacciones agresivas en situaciones de estrés. El estudio en 2022, por la Universidad de McGill (Canadá), sobre la influencia genética en la predisposición a la violencia en jóvenes: Mostraban una disminución en la conectividad entre el lóbulo frontal (corteza prefrontal - responsable de la regulación de los impulsos) y el sistema límbico (que regula las emociones), que provoca respuestas impulsivas y reacciones agresivas ante el estrés. La corteza frontal, relacionada con la empatía, tiene una activación menor en delincuentes violentos ante las expresiones de sufrimiento y temor de otras personas. Entre los adolescentes portadores del gen MAO-A, aquellos que habían sido socializados en ambientes familiares violentos y negligentes son significativamente más propensos a tener conductas violentas que aquellos jóvenes criados en ambientes funcionales. Los delincuentes con TPA mostraban menor activación en la corteza prefrontal y regiones cerebrales asociadas a las emociones (la amígdala) respecto a delincuentes sin TPA. Esta desconexión se correlaciona con mayor impulsividad y mayor tendencia a la comisión de actos impulsivos y agresivos. Los sujetos con antecedentes de violencia presentan niveles más altos de cortisol y una respuesta alterada ante el estrés que los predispone a la impulsividad y las reacciones agresivas en situaciones de estrés. El estudio en 2023, por la Karolinska Institute (Suecia) sobre las diferencias en la conectividad cerebral, la impulsividad y las conductas antisociales en sujetos con trastorno antisocial de la personalidad, los resultados fueron: Mostraban una disminución en la conectividad entre el lóbulo frontal (corteza prefrontal - responsable de la regulación de los impulsos) y el sistema límbico (que regula las emociones), que provoca respuestas impulsivas y reacciones agresivas ante el estrés. La corteza frontal, relacionada con la empatía, tiene una activación menor en delincuentes violentos ante las expresiones de sufrimiento y temor de otras personas. Entre los adolescentes portadores del gen MAO-A, aquellos que habían sido socializados en ambientes familiares violentos y negligentes son significativamente más propensos a tener conductas violentas que aquellos jóvenes criados en ambientes funcionales. Los delincuentes con TPA mostraban menor activación en la corteza prefrontal y regiones cerebrales asociadas a las emociones (la amígdala) respecto a delincuentes sin TPA. Esta desconexión se correlaciona con mayor impulsividad y mayor tendencia a la comisión de actos impulsivos y agresivos. Los sujetos con antecedentes de violencia presentan niveles más altos de cortisol y una respuesta alterada ante el estrés que los predispone a la impulsividad y las reacciones agresivas en situaciones de estrés. El estudio en 2023, por la Harvard University (EEUU) sobre un estudio del análisis del papel del cortisol y el estrés crónico en la violencia, dio como resultado: Mostraban una disminución en la conectividad entre el lóbulo frontal (corteza prefrontal - responsable de la regulación de los impulsos) y el sistema límbico (que regula las emociones), que provoca respuestas impulsivas y reacciones agresivas ante el estrés. La corteza frontal, relacionada con la empatía, tiene una activación menor en delincuentes violentos ante las expresiones de sufrimiento y temor de otras personas. Entre los adolescentes portadores del gen MAO-A, aquellos que habían sido socializados en ambientes familiares violentos y negligentes son significativamente más propensos a tener conductas violentas que aquellos jóvenes criados en ambientes funcionales. Los delincuentes con TPA mostraban menor activación en la corteza prefrontal y regiones cerebrales asociadas a las emociones (la amígdala) respecto a delincuentes sin TPA. Esta desconexión se correlaciona con mayor impulsividad y mayor tendencia a la comisión de actos impulsivos y agresivos. Los sujetos con antecedentes de violencia presentan niveles más altos de cortisol y una respuesta alterada ante el estrés que los predispone a la impulsividad y las reacciones agresivas en situaciones de estrés. ¿Qué aspectos destacan las investigaciones neurocriminológicas en relación con la conducta violenta?. Únicamente los factores culturales como origen exclusivo del delito. Las experiencias infantiles traumáticas junto con alteraciones en la amígdala y el lóbulo frontal, disfunciones en neurotransmisores (serotonina y dopamina), el gen MAO-A, y la relación entre cortisol y estrés crónico, son desencadenantes de violencia. Alteraciones en la amígdala y el lóbulo frontal, disfunciones en neurotransmisores (serotonina y dopamina), el gen MAO-A, y la relación entre cortisol y estrés crónico. Alteraciones en la amígdala y el lóbulo frontal, disfunciones en neurotransmisores (serotonina y dopamina), el gen MAO-A, y La influencia de la presión de grupo como factor endógeno puede predisponer al comportamiento violento. ¿Qué método utilizó Adrian Raine en sus investigaciones sobre la Amígdala y la conducta agresiva?. Cuestionarios de autoevaluación emocional. Observación directa del comportamiento en prisión. Técnicas de neuroimagen para estudiar la actividad cerebral. Simulaciones digitales del sistema límbico. ¿Qué se observó en la amígdala de personas con conductas agresivas, según Raine (1997)?. Una activación exagerada que producía impulsos violentos constantes. Una actividad disminuida, relacionada con la regulación emocional, el miedo y la empatía. Un tamaño superior al promedio, vinculado a mayor agresividad. Una desconexión total con el córtex prefrontal. ¿Cuál es una función clave de la amígdala en el cerebro, según los estudios de Raine?. Coordinar la actividad motora durante situaciones de estrés. Almacenar la memoria a largo plazo relacionada con el lenguaje. Regular las emociones, el miedo y la empatía. La falta de inhibición, el control de impulsos y la toma de decisiones erráticas que a menudo se observan en los delincuentes violentos. ¿Qué efecto puede tener una disfunción en el sistema emocional del cerebro?. Mejora la capacidad de adaptación social y reduce el estrés interpersonal. Aumenta el rendimiento cognitivo sin afectar el comportamiento emocional. Puede predisponer a las personas a comportamientos antisociales y violentos. Falta de inhibición, escaso control de impulsos y toma de decisiones erráticas. ¿Qué consecuencias puede tener una disfunción en el lóbulo frontal, especialmente en delincuentes violentos?. Mejora del razonamiento lógico y reducción del estrés emocional. Desarrollo de habilidades sociales avanzadas y mayor empatía. Falta de inhibición, escaso control de impulsos y toma de decisiones erráticas. Una actividad disminuida, relacionada con la regulación emocional, el miedo y la empatía. ¿Qué concluyó Adrian Raine (2000) en relación con la actividad del lóbulo frontal y la conducta violenta?. Una mayor actividad en la corteza prefrontal incrementa los impulsos agresivos. Una actividad reducida en la corteza prefrontal está asociada con una mayor predisposición a conductas violentas y antisociales. La corteza prefrontal no tiene influencia significativa en el control de la conducta. La toma de decisiones violentas depende exclusivamente del sistema endocrino. ¿Qué sostiene Adrian Raine en su libro The Anatomy of Violence: The Biological Roots of Crime (2014)?. Que la conducta criminal es únicamente el resultado de factores sociales y culturales. Que todos los criminales comparten una misma estructura cerebral sin variaciones. Que existen características biológicas innatas que pueden influir en la formación de la conducta criminal. Que los asesinos seriales carecen totalmente de libre albedrío debido a su genética. ¿Qué se ha observado en el cerebro de los asesinos, según diversas investigaciones neurocientíficas?. Una total ausencia de actividad cerebral en zonas emocionales. Una mayor capacidad de razonamiento lógico y control emocional. Variaciones cerebrales similares entre ellos, que podrían estar relacionadas con su conducta criminal. Un incremento significativo de empatía y sensibilidad social. ¿Qué hallazgo se descubrió en la autopsia de Charles Whitman, el asesino en masa de la Universidad de Texas?. Un daño severo en el lóbulo occipital que afectaba su percepción visual. Una alteración genética ligada al cromosoma X que explicaba su conducta. Un tumor que presionaba la amígdala central, región implicada en la expresión de emociones como el afecto, la amistad o la desconfianza. Una hiperactividad en la corteza motora relacionada con el control físico del entorno. ¿Cuál fue una de las principales aportaciones de Adrian Raine al estudio del comportamiento violento?. Formular una teoría social basada únicamente en el entorno familiar del delincuente. Ser el primero en utilizar técnicas de neuroimagen para estudiar el cerebro de personas violentas y psicópatas. Desarrollar el primer test proyectivo para medir la agresividad inconsciente. Crear una clasificación legal de tipos de violencia basada en la conducta observable. ¿Qué ha demostrado Adrian Raine respecto a la actividad cerebral en agresores violentos y asesinos en serie?. Que la corteza prefrontal tiene una actividad incrementada en estos individuos. Que la corteza prefrontal presenta una actividad más reducida en agresores violentos y asesinos en serie comparado con el resto de sujetos. Que la amígdala presenta una actividad más reducida en agresores violentos y asesinos en serie comparado con el resto de sujetos. Que el lóbulo derecho presenta una actividad más reducida en agresores violentos y asesinos en serie comparado con el resto de sujetos. ¿Por qué una baja actividad en el córtex prefrontal puede predisponer a la violencia?. Porque esta área del cerebro aumenta la agresividad innata. Porque el córtex prefrontal es responsable de inhibir los impulsos violentos, y su baja actividad reduce ese control. Porque el córtex prefrontal es responsable de alta de inhibición, escaso control de impulsos y toma de decisiones erráticas. Porque el córtex prefrontal es responsable de la regulación emocional, el miedo y la empatía. |