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TEST BORRADO, QUIZÁS LE INTERESE: psicología -fundamentos de investigación 2017
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Título del Test:
psicología -fundamentos de investigación 2017

Descripción:
corregido libre de fallos preguntas de diseño tema 5.7

Autor:
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Fecha de Creación:
19/06/2017

Categoría: UNED

Número Preguntas: 24
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Temario:
El risedronato es un fármaco que se utiliza contra las patologías óseas, como la osteoporosis. Unos investigadores quisieron comprobar si la administración diaria de dicho medicamento elevaría la densidad ósea previniendo, por tanto, la aparición de nuevas fracturas. Se seleccionaron 2458 mujeres que habían perdido la función de sus ovarios y que, además, habían padecido una fractura vertebral osteoporótica. De forma aleatoria se dividió a las pacientes en tres grupos distintos. A uno se le administró una dosis de 2,5 miligramos del medicamento, al segundo, 5 miligramos y al tercero un placebo. Los investigadores estudiaron a las pacientes a lo largo de tres años. A todas las pacientes se les midió la densidad ósea, antes de comenzar a tomar la medicación y después del periodo de tres años, mediante un densitómetro especialmente diseñado para ello. Los resultados mostraron que el grupo que consumió la dosis de 5 miligramos de risedronato, consiguió elevar de forma significativa la densidad ósea, no siendo significativas las diferencias encontradas en los otros dos grupos. Los investigadores destacan que la tasa de abandono del estudio, por uno u otro motivo fue de aproximadamente un 40% en cada grupo Es un diseño experimental: Solomon con placebo Multigrupo De grupos apareados.
El risedronato es un fármaco que se utiliza contra las patologías óseas, como la osteoporosis. Unos investigadores quisieron comprobar si la administración diaria de dicho medicamento elevaría la densidad ósea previniendo, por tanto, la aparición de nuevas fracturas. Se seleccionaron 2458 mujeres que habían perdido la función de sus ovarios y que, además, habían padecido una fractura vertebral osteoporótica. De forma aleatoria se dividió a las pacientes en tres grupos distintos. A uno se le administró una dosis de 2,5 miligramos del medicamento, al segundo, 5 miligramos y al tercero un placebo. Los investigadores estudiaron a las pacientes a lo largo de tres años. A todas las pacientes se les midió la densidad ósea, antes de comenzar a tomar la medicación y después del periodo de tres años, mediante un densitómetro especialmente diseñado para ello. Los resultados mostraron que el grupo que consumió la dosis de 5 miligramos de risedronato, consiguió elevar de forma significativa la densidad ósea, no siendo significativas las diferencias encontradas en los otros dos grupos. Los investigadores destacan que la tasa de abandono del estudio, por uno u otro motivo fue de aproximadamente un 40% en cada grupo La variable independiente es: Haber padecido fractura vertebral Densidad ósea Miligramos de medicamento administrado.
El risedronato es un fármaco que se utiliza contra las patologías óseas, como la osteoporosis. Unos investigadores quisieron comprobar si la administración diaria de dicho medicamento elevaría la densidad ósea previniendo, por tanto, la aparición de nuevas fracturas. Se seleccionaron 2458 mujeres que habían perdido la función de sus ovarios y que, además, habían padecido una fractura vertebral osteoporótica. De forma aleatoria se dividió a las pacientes en tres grupos distintos. A uno se le administró una dosis de 2,5 miligramos del medicamento, al segundo, 5 miligramos y al tercero un placebo. Los investigadores estudiaron a las pacientes a lo largo de tres años. A todas las pacientes se les midió la densidad ósea, antes de comenzar a tomar la medicación y después del periodo de tres años, mediante un densitómetro especialmente diseñado para ello. Los resultados mostraron que el grupo que consumió la dosis de 5 miligramos de risedronato, consiguió elevar de forma significativa la densidad ósea, no siendo significativas las diferencias encontradas en los otros dos grupos. Los investigadores destacan que la tasa de abandono del estudio, por uno u otro motivo fue de aproximadamente un 40% en cada grupo La variable dependiente es: El risedronato Pérdida de la función ovárica Densidad ósea.
El risedronato es un fármaco que se utiliza contra las patologías óseas, como la osteoporosis. Unos investigadores quisieron comprobar si la administración diaria de dicho medicamento elevaría la densidad ósea previniendo, por tanto, la aparición de nuevas fracturas. Se seleccionaron 2458 mujeres que habían perdido la función de sus ovarios y que, además, habían padecido una fractura vertebral osteoporótica. De forma aleatoria se dividió a las pacientes en tres grupos distintos. A uno se le administró una dosis de 2,5 miligramos del medicamento, al segundo, 5 miligramos y al tercero un placebo. Los investigadores estudiaron a las pacientes a lo largo de tres años. A todas las pacientes se les midió la densidad ósea, antes de comenzar a tomar la medicación y después del periodo de tres años, mediante un densitómetro especialmente diseñado para ello. Los resultados mostraron que el grupo que consumió la dosis de 5 miligramos de risedronato, consiguió elevar de forma significativa la densidad ósea, no siendo significativas las diferencias encontradas en los otros dos grupos. Los investigadores destacan que la tasa de abandono del estudio, por uno u otro motivo fue de aproximadamente un 40% en cada grupo A la vista de los resultados se puede concluir que: Existe relación entre la variable independiente y la variable dependiente. La relación entre la variable independiente y la dependiente es en forma de “U invertida”. No existe relación entre la variable independiente y la variable dependiente.
El risedronato es un fármaco que se utiliza contra las patologías óseas, como la osteoporosis. Unos investigadores quisieron comprobar si la administración diaria de dicho medicamento elevaría la densidad ósea previniendo, por tanto, la aparición de nuevas fracturas. Se seleccionaron 2458 mujeres que habían perdido la función de sus ovarios y que, además, habían padecido una fractura vertebral osteoporótica. De forma aleatoria se dividió a las pacientes en tres grupos distintos. A uno se le administró una dosis de 2,5 miligramos del medicamento, al segundo, 5 miligramos y al tercero un placebo. Los investigadores estudiaron a las pacientes a lo largo de tres años. A todas las pacientes se les midió la densidad ósea, antes de comenzar a tomar la medicación y después del periodo de tres años, mediante un densitómetro especialmente diseñado para ello. Los resultados mostraron que el grupo que consumió la dosis de 5 miligramos de risedronato, consiguió elevar de forma significativa la densidad ósea, no siendo significativas las diferencias encontradas en los otros dos grupos. Los investigadores destacan que la tasa de abandono del estudio, por uno u otro motivo fue de aproximadamente un 40% en cada grupo En este diseño se utilizan: Dos valores de la variable independiente. Tres valores de la variable independiente. Dos variables independientes, pérdida de la función ovárica y densidad ósea.
El risedronato es un fármaco que se utiliza contra las patologías óseas, como la osteoporosis. Unos investigadores quisieron comprobar si la administración diaria de dicho medicamento elevaría la densidad ósea previniendo, por tanto, la aparición de nuevas fracturas. Se seleccionaron 2458 mujeres que habían perdido la función de sus ovarios y que, además, habían padecido una fractura vertebral osteoporótica. De forma aleatoria se dividió a las pacientes en tres grupos distintos. A uno se le administró una dosis de 2,5 miligramos del medicamento, al segundo, 5 miligramos y al tercero un placebo. Los investigadores estudiaron a las pacientes a lo largo de tres años. A todas las pacientes se les midió la densidad ósea, antes de comenzar a tomar la medicación y después del periodo de tres años, mediante un densitómetro especialmente diseñado para ello. Los resultados mostraron que el grupo que consumió la dosis de 5 miligramos de risedronato, consiguió elevar de forma significativa la densidad ósea, no siendo significativas las diferencias encontradas en los otros dos grupos. Los investigadores destacan que la tasa de abandono del estudio, por uno u otro motivo fue de aproximadamente un 40% en cada grupo ¿Qué técnica se ha utilizado para controlar la igualdad entre los grupos? La equiparación La asignación aleatoria Las medidas postratamiento.
El risedronato es un fármaco que se utiliza contra las patologías óseas, como la osteoporosis. Unos investigadores quisieron comprobar si la administración diaria de dicho medicamento elevaría la densidad ósea previniendo, por tanto, la aparición de nuevas fracturas. Se seleccionaron 2458 mujeres que habían perdido la función de sus ovarios y que, además, habían padecido una fractura vertebral osteoporótica. De forma aleatoria se dividió a las pacientes en tres grupos distintos. A uno se le administró una dosis de 2,5 miligramos del medicamento, al segundo, 5 miligramos y al tercero un placebo. Los investigadores estudiaron a las pacientes a lo largo de tres años. A todas las pacientes se les midió la densidad ósea, antes de comenzar a tomar la medicación y después del periodo de tres años, mediante un densitómetro especialmente diseñado para ello. Los resultados mostraron que el grupo que consumió la dosis de 5 miligramos de risedronato, consiguió elevar de forma significativa la densidad ósea, no siendo significativas las diferencias encontradas en los otros dos grupos. Los investigadores destacan que la tasa de abandono del estudio, por uno u otro motivo fue de aproximadamente un 40% en cada grupo El hecho de que aproximadamente un 40% de pacientes de cada grupo haya abandonado el estudio podría ser una amenaza a la validez interna: Denominada mortalidad experimental. Debida a la medida pretest. De selección, al elegir pacientes poco motivadas.
Los sujetos motivados positivamente antes de la realización de una tarea de razonamiento, resuelven más problemas que los que no están motivados, y éstos a su vez resuelven más problemas que los que son motivados negativamente. Para someter a prueba esta hipótesis se tomó una muestra de 100 estudiantes, de ambos sexos, del primer curso de Psicología. Para constituir los grupos a que daba lugar el Diseño, se tomó previamente a los sujetos una medida de razonamiento y en función de las puntuaciones obtenidas en dicha medida se dividió a los sujetos en tres categorías: los que puntuaron alto, medio y bajo. Los que tuvieron puntuaciones muy extremas fueron eliminados. De cada categoría se asignó aleatoriamente a cada grupo, el mismo número de sujetos. A la semana siguiente, se les citó para realizar el experimento. El mismo experimentador que les había pasado la prueba anterior, les presentó, a todos los grupos, los mismos 20 problemas de dificultad media y un les dio una hora para resolverlos. A todos los grupos de sujetos se les pedía que resolvieran el mayor número de problemas. A los motivados positivamente, a la instrucción anterior se añadía que los problemas eran muy fáciles y podrían resolver un número elevado de ellos. A los motivados negativamente, se les advertía que los problemas eran muy difíciles y que con seguridad no podrían contestar a todos. Al grupo que no recibía motivación no se le decía nada. La medida de razonamiento fue el número de problemas correctamente resueltos. El problema de investigación de este estudio sería: Los sujetos motivados negativamente resuelven menos problemas que los motivados positivamente; En una tarea de razonamiento, es mejor no motivar a los sujetos; ¿Influye el tipo de motivación en la resolución correcta de problemas de razonamiento?.
Los sujetos motivados positivamente antes de la realización de una tarea de razonamiento, resuelven más problemas que los que no están motivados, y éstos a su vez resuelven más problemas que los que son motivados negativamente. Para someter a prueba esta hipótesis se tomó una muestra de 100 estudiantes, de ambos sexos, del primer curso de Psicología. Para constituir los grupos a que daba lugar el Diseño, se tomó previamente a los sujetos una medida de razonamiento y en función de las puntuaciones obtenidas en dicha medida se dividió a los sujetos en tres categorías: los que puntuaron alto, medio y bajo. Los que tuvieron puntuaciones muy extremas fueron eliminados. De cada categoría se asignó aleatoriamente a cada grupo, el mismo número de sujetos. A la semana siguiente, se les citó para realizar el experimento. El mismo experimentador que les había pasado la prueba anterior, les presentó, a todos los grupos, los mismos 20 problemas de dificultad media y un les dio una hora para resolverlos. A todos los grupos de sujetos se les pedía que resolvieran el mayor número de problemas. A los motivados positivamente, a la instrucción anterior se añadía que los problemas eran muy fáciles y podrían resolver un número elevado de ellos. A los motivados negativamente, se les advertía que los problemas eran muy difíciles y que con seguridad no podrían contestar a todos. Al grupo que no recibía motivación no se le decía nada. La medida de razonamiento fue el número de problemas correctamente resueltos. Se han utilizado: Dos variables independientes con tres niveles cada una; Una variable independiente y tres variables dependientes; Dos grupos experimentales y uno de control.
Los sujetos motivados positivamente antes de la realización de una tarea de razonamiento, resuelven más problemas que los que no están motivados, y éstos a su vez resuelven más problemas que los que son motivados negativamente. Para someter a prueba esta hipótesis se tomó una muestra de 100 estudiantes, de ambos sexos, del primer curso de Psicología. Para constituir los grupos a que daba lugar el Diseño, se tomó previamente a los sujetos una medida de razonamiento y en función de las puntuaciones obtenidas en dicha medida se dividió a los sujetos en tres categorías: los que puntuaron alto, medio y bajo. Los que tuvieron puntuaciones muy extremas fueron eliminados. De cada categoría se asignó aleatoriamente a cada grupo, el mismo número de sujetos. A la semana siguiente, se les citó para realizar el experimento. El mismo experimentador que les había pasado la prueba anterior, les presentó, a todos los grupos, los mismos 20 problemas de dificultad media y un les dio una hora para resolverlos. A todos los grupos de sujetos se les pedía que resolvieran el mayor número de problemas. A los motivados positivamente, a la instrucción anterior se añadía que los problemas eran muy fáciles y podrían resolver un número elevado de ellos. A los motivados negativamente, se les advertía que los problemas eran muy difíciles y que con seguridad no podrían contestar a todos. Al grupo que no recibía motivación no se le decía nada. La medida de razonamiento fue el número de problemas correctamente resueltos. Los grupos se han formado: Aleatoriamente, a partir de las puntuaciones obtenidas en una prueba de razonamiento; En función del tipo de motivación; Teniendo en cuenta la edad de los sujetos.
Los sujetos motivados positivamente antes de la realización de una tarea de razonamiento, resuelven más problemas que los que no están motivados, y éstos a su vez resuelven más problemas que los que son motivados negativamente. Para someter a prueba esta hipótesis se tomó una muestra de 100 estudiantes, de ambos sexos, del primer curso de Psicología. Para constituir los grupos a que daba lugar el Diseño, se tomó previamente a los sujetos una medida de razonamiento y en función de las puntuaciones obtenidas en dicha medida se dividió a los sujetos en tres categorías: los que puntuaron alto, medio y bajo. Los que tuvieron puntuaciones muy extremas fueron eliminados. De cada categoría se asignó aleatoriamente a cada grupo, el mismo número de sujetos. A la semana siguiente, se les citó para realizar el experimento. El mismo experimentador que les había pasado la prueba anterior, les presentó, a todos los grupos, los mismos 20 problemas de dificultad media y un les dio una hora para resolverlos. A todos los grupos de sujetos se les pedía que resolvieran el mayor número de problemas. A los motivados positivamente, a la instrucción anterior se añadía que los problemas eran muy fáciles y podrían resolver un número elevado de ellos. A los motivados negativamente, se les advertía que los problemas eran muy difíciles y que con seguridad no podrían contestar a todos. Al grupo que no recibía motivación no se le decía nada. La medida de razonamiento fue el número de problemas correctamente resueltos. El diseño es: Factorial Multigrupo Intrasujeto.
Los sujetos motivados positivamente antes de la realización de una tarea de razonamiento, resuelven más problemas que los que no están motivados, y éstos a su vez resuelven más problemas que los que son motivados negativamente. Para someter a prueba esta hipótesis se tomó una muestra de 100 estudiantes, de ambos sexos, del primer curso de Psicología. Para constituir los grupos a que daba lugar el Diseño, se tomó previamente a los sujetos una medida de razonamiento y en función de las puntuaciones obtenidas en dicha medida se dividió a los sujetos en tres categorías: los que puntuaron alto, medio y bajo. Los que tuvieron puntuaciones muy extremas fueron eliminados. De cada categoría se asignó aleatoriamente a cada grupo, el mismo número de sujetos. A la semana siguiente, se les citó para realizar el experimento. El mismo experimentador que les había pasado la prueba anterior, les presentó, a todos los grupos, los mismos 20 problemas de dificultad media y un les dio una hora para resolverlos. A todos los grupos de sujetos se les pedía que resolvieran el mayor número de problemas. A los motivados positivamente, a la instrucción anterior se añadía que los problemas eran muy fáciles y podrían resolver un número elevado de ellos. A los motivados negativamente, se les advertía que los problemas eran muy difíciles y que con seguridad no podrían contestar a todos. Al grupo que no recibía motivación no se le decía nada. La medida de razonamiento fue el número de problemas correctamente resueltos. La medida previa de razonamiento es una variable: De bloqueo Independiente Cualitativa.
Los sujetos motivados positivamente antes de la realización de una tarea de razonamiento, resuelven más problemas que los que no están motivados, y éstos a su vez resuelven más problemas que los que son motivados negativamente. Para someter a prueba esta hipótesis se tomó una muestra de 100 estudiantes, de ambos sexos, del primer curso de Psicología. Para constituir los grupos a que daba lugar el Diseño, se tomó previamente a los sujetos una medida de razonamiento y en función de las puntuaciones obtenidas en dicha medida se dividió a los sujetos en tres categorías: los que puntuaron alto, medio y bajo. Los que tuvieron puntuaciones muy extremas fueron eliminados. De cada categoría se asignó aleatoriamente a cada grupo, el mismo número de sujetos. A la semana siguiente, se les citó para realizar el experimento. El mismo experimentador que les había pasado la prueba anterior, les presentó, a todos los grupos, los mismos 20 problemas de dificultad media y un les dio una hora para resolverlos. A todos los grupos de sujetos se les pedía que resolvieran el mayor número de problemas. A los motivados positivamente, a la instrucción anterior se añadía que los problemas eran muy fáciles y podrían resolver un número elevado de ellos. A los motivados negativamente, se les advertía que los problemas eran muy difíciles y que con seguridad no podrían contestar a todos. Al grupo que no recibía motivación no se le decía nada. La medida de razonamiento fue el número de problemas correctamente resueltos. El objetivo de tomar previamente una medida de razonamiento es: Comprobar el grado de motivación de los alumnos; Mantener constante en todos los grupos la influencia de una variable extraña; Controlar la amenaza “sensibilización a la medida pre”.
Los sujetos motivados positivamente antes de la realización de una tarea de razonamiento, resuelven más problemas que los que no están motivados, y éstos a su vez resuelven más problemas que los que son motivados negativamente. Para someter a prueba esta hipótesis se tomó una muestra de 100 estudiantes, de ambos sexos, del primer curso de Psicología. Para constituir los grupos a que daba lugar el Diseño, se tomó previamente a los sujetos una medida de razonamiento y en función de las puntuaciones obtenidas en dicha medida se dividió a los sujetos en tres categorías: los que puntuaron alto, medio y bajo. Los que tuvieron puntuaciones muy extremas fueron eliminados. De cada categoría se asignó aleatoriamente a cada grupo, el mismo número de sujetos. A la semana siguiente, se les citó para realizar el experimento. El mismo experimentador que les había pasado la prueba anterior, les presentó, a todos los grupos, los mismos 20 problemas de dificultad media y un les dio una hora para resolverlos. A todos los grupos de sujetos se les pedía que resolvieran el mayor número de problemas. A los motivados positivamente, a la instrucción anterior se añadía que los problemas eran muy fáciles y podrían resolver un número elevado de ellos. A los motivados negativamente, se les advertía que los problemas eran muy difíciles y que con seguridad no podrían contestar a todos. Al grupo que no recibía motivación no se le decía nada. La medida de razonamiento fue el número de problemas correctamente resueltos. Todo el experimento ha sido realizado por el mismo experimentador para que su influencia: Fuera la misma para todos los grupos; No pudiera sesgar la formación de los grupos; Fuera diferente en cada grupo, dependiendo del tipo de motivación .
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional caracterizado por un conjunto de síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, alternancia de hábito intestinal) asociado con frecuencia a otros síntomas extra digestivos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…), sin que exista una causa orgánica identificable que justifique estos síntomas (ver Fernández, 1989, Psicothema, vol. 1, pp. 71-85). En una investigación sobre el tema, 40 pacientes con Síndrome de Intestino Irritable que no responden al tratamiento médico fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones de tratamiento: dos de tratamiento psicológico (tratamiento de “manejo del estrés” y tratamiento de “manejo de contingencias”) y una condición de control “placebo”, en la que los sujetos recibían atención activa creíble pero técnicamente irrelevante para su mejoría. Todos los sujetos se sometieron a 12 sesiones semanales, individuales y específicas según su condición, llevadas a cabo por un psicólogo distinto para cada condición. Cada sujeto registraba diariamente la frecuencia e intensidad de la sintomatología percibida (auto-registros) y al fin del tratamiento acudían a una sesión especial de revisión y registro por el especialista. Sólo los sujetos de la condición de “manejo de contingencias” presentaron reducciones significativas en la sintomatología Las variables independientes es son: Dos: tipo de tratamiento y tipo de control Una: tipo de tratamiento Tres: los tres tipos de tratamiento.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional caracterizado por un conjunto de síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, alternancia de hábito intestinal) asociado con frecuencia a otros síntomas extra digestivos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…), sin que exista una causa orgánica identificable que justifique estos síntomas (ver Fernández, 1989, Psicothema, vol. 1, pp. 71-85). En una investigación sobre el tema, 40 pacientes con Síndrome de Intestino Irritable que no responden al tratamiento médico fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones de tratamiento: dos de tratamiento psicológico (tratamiento de “manejo del estrés” y tratamiento de “manejo de contingencias”) y una condición de control “placebo”, en la que los sujetos recibían atención activa creíble pero técnicamente irrelevante para su mejoría. Todos los sujetos se sometieron a 12 sesiones semanales, individuales y específicas según su condición, llevadas a cabo por un psicólogo distinto para cada condición. Cada sujeto registraba diariamente la frecuencia e intensidad de la sintomatología percibida (auto-registros) y al fin del tratamiento acudían a una sesión especial de revisión y registro por el especialista. Sólo los sujetos de la condición de “manejo de contingencias” presentaron reducciones significativas en la sintomatología Las variables independientes es son: Cuantitativas discretas; Cuantitativas continuas; Cualitativas.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional caracterizado por un conjunto de síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, alternancia de hábito intestinal) asociado con frecuencia a otros síntomas extra digestivos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…), sin que exista una causa orgánica identificable que justifique estos síntomas (ver Fernández, 1989, Psicothema, vol. 1, pp. 71-85). En una investigación sobre el tema, 40 pacientes con Síndrome de Intestino Irritable que no responden al tratamiento médico fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones de tratamiento: dos de tratamiento psicológico (tratamiento de “manejo del estrés” y tratamiento de “manejo de contingencias”) y una condición de control “placebo”, en la que los sujetos recibían atención activa creíble pero técnicamente irrelevante para su mejoría. Todos los sujetos se sometieron a 12 sesiones semanales, individuales y específicas según su condición, llevadas a cabo por un psicólogo distinto para cada condición. Cada sujeto registraba diariamente la frecuencia e intensidad de la sintomatología percibida (auto-registros) y al fin del tratamiento acudían a una sesión especial de revisión y registro por el especialista. Sólo los sujetos de la condición de “manejo de contingencias” presentaron reducciones significativas en la sintomatología La variable dependiente operativizada es: Los cambios reflejados en los auto-registros La valoración de síntomas realizada por el especialista en la sesión de revisión a y b pueden ser correctas.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional caracterizado por un conjunto de síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, alternancia de hábito intestinal) asociado con frecuencia a otros síntomas extra digestivos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…), sin que exista una causa orgánica identificable que justifique estos síntomas (ver Fernández, 1989, Psicothema, vol. 1, pp. 71-85). En una investigación sobre el tema, 40 pacientes con Síndrome de Intestino Irritable que no responden al tratamiento médico fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones de tratamiento: dos de tratamiento psicológico (tratamiento de “manejo del estrés” y tratamiento de “manejo de contingencias”) y una condición de control “placebo”, en la que los sujetos recibían atención activa creíble pero técnicamente irrelevante para su mejoría. Todos los sujetos se sometieron a 12 sesiones semanales, individuales y específicas según su condición, llevadas a cabo por un psicólogo distinto para cada condición. Cada sujeto registraba diariamente la frecuencia e intensidad de la sintomatología percibida (auto-registros) y al fin del tratamiento acudían a una sesión especial de revisión y registro por el especialista. Sólo los sujetos de la condición de “manejo de contingencias” presentaron reducciones significativas en la sintomatología Es un diseño: Experimental de tres grupos aleatorios Factorial 2x1 Factorial 2 + 1 Intrasujeto.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional caracterizado por un conjunto de síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, alternancia de hábito intestinal) asociado con frecuencia a otros síntomas extra digestivos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…), sin que exista una causa orgánica identificable que justifique estos síntomas (ver Fernández, 1989, Psicothema, vol. 1, pp. 71-85). En una investigación sobre el tema, 40 pacientes con Síndrome de Intestino Irritable que no responden al tratamiento médico fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones de tratamiento: dos de tratamiento psicológico (tratamiento de “manejo del estrés” y tratamiento de “manejo de contingencias”) y una condición de control “placebo”, en la que los sujetos recibían atención activa creíble pero técnicamente irrelevante para su mejoría. Todos los sujetos se sometieron a 12 sesiones semanales, individuales y específicas según su condición, llevadas a cabo por un psicólogo distinto para cada condición. Cada sujeto registraba diariamente la frecuencia e intensidad de la sintomatología percibida (auto-registros) y al fin del tratamiento acudían a una sesión especial de revisión y registro por el especialista. Sólo los sujetos de la condición de “manejo de contingencias” presentaron reducciones significativas en la sintomatología En este diseño: Cada sujeto hace de control de si mismo porque todos pasan por todas las condiciones experimentales Existe un grupo de control: el sometido a “placebo” a y b son correctas.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional caracterizado por un conjunto de síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, alternancia de hábito intestinal) asociado con frecuencia a otros síntomas extra digestivos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…), sin que exista una causa orgánica identificable que justifique estos síntomas (ver Fernández, 1989, Psicothema, vol. 1, pp. 71-85). En una investigación sobre el tema, 40 pacientes con Síndrome de Intestino Irritable que no responden al tratamiento médico fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones de tratamiento: dos de tratamiento psicológico (tratamiento de “manejo del estrés” y tratamiento de “manejo de contingencias”) y una condición de control “placebo”, en la que los sujetos recibían atención activa creíble pero técnicamente irrelevante para su mejoría. Todos los sujetos se sometieron a 12 sesiones semanales, individuales y específicas según su condición, llevadas a cabo por un psicólogo distinto para cada condición. Cada sujeto registraba diariamente la frecuencia e intensidad de la sintomatología percibida (auto-registros) y al fin del tratamiento acudían a una sesión especial de revisión y registro por el especialista. Sólo los sujetos de la condición de “manejo de contingencias” presentaron reducciones significativas en la sintomatología El hecho de que haya un psicólogo distinto por condición, puede suponer un riesgo de: Error aleatorio Efecto del experimentador Efecto de las características de la demanda.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional caracterizado por un conjunto de síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, alternancia de hábito intestinal) asociado con frecuencia a otros síntomas extra digestivos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…), sin que exista una causa orgánica identificable que justifique estos síntomas (ver Fernández, 1989, Psicothema, vol. 1, pp. 71-85). En una investigación sobre el tema, 40 pacientes con Síndrome de Intestino Irritable que no responden al tratamiento médico fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones de tratamiento: dos de tratamiento psicológico (tratamiento de “manejo del estrés” y tratamiento de “manejo de contingencias”) y una condición de control “placebo”, en la que los sujetos recibían atención activa creíble pero técnicamente irrelevante para su mejoría. Todos los sujetos se sometieron a 12 sesiones semanales, individuales y específicas según su condición, llevadas a cabo por un psicólogo distinto para cada condición. Cada sujeto registraba diariamente la frecuencia e intensidad de la sintomatología percibida (auto-registros) y al fin del tratamiento acudían a una sesión especial de revisión y registro por el especialista. Sólo los sujetos de la condición de “manejo de contingencias” presentaron reducciones significativas en la sintomatología En este diseño hay: Un solo grupo con doce condiciones Tres grupos con doce sesiones de tratamiento 12 grupos.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional caracterizado por un conjunto de síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, alternancia de hábito intestinal) asociado con frecuencia a otros síntomas extra digestivos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…), sin que exista una causa orgánica identificable que justifique estos síntomas (ver Fernández, 1989, Psicothema, vol. 1, pp. 71-85). En una investigación sobre el tema, 40 pacientes con Síndrome de Intestino Irritable que no responden al tratamiento médico fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones de tratamiento: dos de tratamiento psicológico (tratamiento de “manejo del estrés” y tratamiento de “manejo de contingencias”) y una condición de control “placebo”, en la que los sujetos recibían atención activa creíble pero técnicamente irrelevante para su mejoría. Todos los sujetos se sometieron a 12 sesiones semanales, individuales y específicas según su condición, llevadas a cabo por un psicólogo distinto para cada condición. Cada sujeto registraba diariamente la frecuencia e intensidad de la sintomatología percibida (auto-registros) y al fin del tratamiento acudían a una sesión especial de revisión y registro por el especialista. Sólo los sujetos de la condición de “manejo de contingencias” presentaron reducciones significativas en la sintomatología Si sospechamos que la edad puede ser una variable crítica, podemos controlarla mediante: La equiparación de los grupos El contrabalanceo de la misma la asignación de un grupo de edad a cada condición.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional caracterizado por un conjunto de síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, alternancia de hábito intestinal) asociado con frecuencia a otros síntomas extra digestivos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…), sin que exista una causa orgánica identificable que justifique estos síntomas (ver Fernández, 1989, Psicothema, vol. 1, pp. 71-85). En una investigación sobre el tema, 40 pacientes con Síndrome de Intestino Irritable que no responden al tratamiento médico fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones de tratamiento: dos de tratamiento psicológico (tratamiento de “manejo del estrés” y tratamiento de “manejo de contingencias”) y una condición de control “placebo”, en la que los sujetos recibían atención activa creíble pero técnicamente irrelevante para su mejoría. Todos los sujetos se sometieron a 12 sesiones semanales, individuales y específicas según su condición, llevadas a cabo por un psicólogo distinto para cada condición. Cada sujeto registraba diariamente la frecuencia e intensidad de la sintomatología percibida (auto-registros) y al fin del tratamiento acudían a una sesión especial de revisión y registro por el especialista. Sólo los sujetos de la condición de “manejo de contingencias” presentaron reducciones significativas en la sintomatología Los resultados indican que: Debemos aumentar el número de sesiones para las condiciones no eficaces No hay efecto principal relevante a y b son incorrectas.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional caracterizado por un conjunto de síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, alternancia de hábito intestinal) asociado con frecuencia a otros síntomas extra digestivos (fatiga, insomnio, dolores de cabeza…), sin que exista una causa orgánica identificable que justifique estos síntomas (ver Fernández, 1989, Psicothema, vol. 1, pp. 71-85). En una investigación sobre el tema, 40 pacientes con Síndrome de Intestino Irritable que no responden al tratamiento médico fueron asignados aleatoriamente a tres condiciones de tratamiento: dos de tratamiento psicológico (tratamiento de “manejo del estrés” y tratamiento de “manejo de contingencias”) y una condición de control “placebo”, en la que los sujetos recibían atención activa creíble pero técnicamente irrelevante para su mejoría. Todos los sujetos se sometieron a 12 sesiones semanales, individuales y específicas según su condición, llevadas a cabo por un psicólogo distinto para cada condición. Cada sujeto registraba diariamente la frecuencia e intensidad de la sintomatología percibida (auto-registros) y al fin del tratamiento acudían a una sesión especial de revisión y registro por el especialista. Sólo los sujetos de la condición de “manejo de contingencias” presentaron reducciones significativas en la sintomatología Si todos los sujetos fueran del mismo sexo, esto sería: Una amenaza a la validez interna Una amenaza a la validez externa Una fuente de error sistemático.
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