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Título del Test:
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EXAMEN PSICO 2 2

Fecha de Creación: 2024/11/27

Categoría: Otros

Número Preguntas: 52

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Las investigaciones de Ramachandran y otros han demostrado que cuando hay ambigüedad porque no hay coherencia entre la percepción visual y la táctil: (a) sólo es posible resolverlo mediante la amputación de la extremidad alterada. (b) sería posible tener experiencias de percepción aparentemente extracorpórea. (c) se produce un sesgo egocéntrico.

La habituación sensorial se produce cuando un estímulo se presenta sin variación, de forma constante, y por tanto, dejamos de prestarle atención, es decir, nos habituamos a él. V. F.

En el plano emocional, se produce el equivalente a la habituación sensorial: la habituación hedónica, consistente en que el logro de algo nuevo nos emociona tanto que no deja de interesarnos y no sólo no nos acostumbramos a esta novedad, sino que la reacción de interés que nos provoca sigue aumentando y es mucho mayor con el tiempo que al principio. V. F.

Blackmore (1987) llegó a la conclusión de que quienes tienen experiencias extracorpóreas son también, por lo general, personas con poca habilidad para generar imágenes mentales vívidas, incapaces de visualizar con claridad aquello que se les pide. V. F.

Tendemos a sobrestimar la frecuencia de las cosas que nos preocupan y esa frecuencia (percibida) aumenta nuestra preocupación, lo cual podríamos considerar: (a) como ejemplo de percepción sensorial extracorpórea. (b) mezcla de las alucinaciones de la Fase 1 del sueño con la parálisis muscular de la Fase REM. (c) mezcla del heurístico de disponibilidad y nuestra dificultad para el cálculo de probabilidades.

En uno de sus experimentos, Tversky y Kahneman (1974) encontraron que dar una información a los participantes antes de pedirles que estimaran una probabilidad afectaba muchísimo a las estimaciones, incluso si la información era irrelevante. Así describieron el heurístico de anclaje y ajuste, porque. (a) a los seres humanos se nos da bien el cálculo de probabilidades. (b) esa información inicial se usa como ancla y las estimaciones de probabilidad se ajustan sin alejarse en torno a ella. (c) los acontecimientos familiares son más frecuentes que los novedosos.

En relaciones de pareja, la investigación de Gottman y su equipo ha encontrado que se requiere una ratio de interacciones positivas y negativas de, al menos, 5:1. (a) porque con menos, p.ej. 3:1, la relación se resiente. (b) porque con menos, p.ej. 10:1, la relación se resiente. (c) porque con más, p.ej. 3:1, la relación mejora.

En uno de sus experimentos, Duffy (2018) mostró que es más probable que me opere si me dicen que el 90% de quienes pasan por esa operación sobrevive más de 5 años, que si me dicen que el 10% de quienes pasan por esa operación fallece en un plazo de 5 años – aunque ambas frases contienen idéntica información. Porque. (a) en la primera versión se desataca lo positivo y a efectos de salud sería preferible. (b) en la segunda versión se destaca lo negativo y a efectos de salud, no es deseable. (c) a y b son ciertas.

Dunning, Kruger y colaboradores (2013) demostraron que: (a) las personas que tienen una baja competencia en algo, o un conocimiento escaso, son menos capaces de darse cuenta de lo poco que saben y por ello, es más probable que se vean a sí mismas como alguien más competente de lo que son. (b) las personas que tienen un cierto nivel de pericia en un área se dan cuenta de todo lo que no saben o de la habilidad que les falta por adquirir y suelen tener una visión más realista, o incluso algo inferior, de su propia capacidad. (c) a y b son ciertas.

Denominamos efecto de verdad ilusoria al hecho de que repetir una afirmación múltiples veces –. (a) disminuye. (b) incrementa. (c) ralentiza -- la probabilidad de que la tomemos como cierta.

La facilidad en el procesamiento de una información hace que sea percibida como más verdadera. V. F.

Tendemos a creer en cosas absurdas porque no somos procesadores de información: (a) racionales. (b) rápidos. (c) matemáticos.

Percibimos como si fueran más verdaderas o importantes aquellas cosas que recordamos con más dificultad. V. F.

Nuestra predisposición a creer en tonterías es un efecto colateral de la forma en que procesamos información. V. F.

Festinger y su equipo (1956) querían comprender por qué, cuando una persona recibe evidencia que desmiente una de sus creencias, en vez de modificar su opinión, se aferra con más fuerza aún a lo que ya creía. V. F.

La disonancia cognitiva es una sensación desagradable que tenemos cuando mantenemos dos cogniciones (ideas, actitudes, opiniones, creencias) que son psicológicamente idénticas y por tanto, compatibles. V. F.

Con el fin de no experimentar ansiedad, en la mayoría de las ocasiones intentamos –. (a) reducir. (b) aumentar. (c) duplicar – la disonancia cognitiva.

Primero creemos, luego vemos, y no al revés, es decir, incurrimos en. (a) la habituación hedonista. (b) el sesgo de confirmación. (c) el heurístico de anclaje y ajuste.

El sesgo de confirmación consiste en la tendencia a centrarnos sobre aquello que coincide con lo que ya creemos y descartar lo que lo desmienta. V. F.

Aplicar el sesgo de confirmación nos ayuda a –. (a) reducir. (b) aumentar. (c) duplicar – la disonancia cognitiva.

La pertenencia a un grupo sirve como apoyo para mantener una creencia porque, cuando somos parte de un grupo: (a) nos cuesta más dudar de la creencia común que de nuestra propia percepción. (b) como mostraban los experimentos sobre la conformidad de Asch, no nos amoldamos a la opinión mayoritaria. (c) a y b son falsas.

La necesidad de reducir la disonancia disminuye cuando tomamos decisiones irrevocables. V. F.

Décadas de investigación han mostrado que cuando desahogamos agresivamente nuestras emociones nos sentimos peor y nos enfadamos más (Tavris, 1989). V. F.

La teoría de la disonancia cognitiva predice que cuando tratamos mal a alguien, lo más probable es que acabemos pensando que no se lo merecía, lo cual reducirá nuestra disonancia. V. F.

El estudio de Kahn (1966) sobre el efecto de la catarsis mostró que, conforme a sus predicciones, poder expresar la ira redujo la tensión sanguínea y el enfado de los participantes, en comparación con quienes no pudieron verbalizar el enfado. V. F.

A juzgar por la anécdota sobre Franklin y algunos estudios posteriores, es probable que hacer un favor a alguien redunde en que -- – nuestra opinión sobre esa persona. (a) mejore. (b) empeore. (c) no cambie.

Las personas que sufren el denominado «síndrome del impostor» no tienen buena opinión de si mismas, por ello, cuando existe evidencia pública de su valía -- – su disonancia cognitiva. (a) se reduce. (b) aumenta. (c) desaparece.

Ross y sus colegas (2004) argumentan que creemos que nuestro juicio es menos objetivo que el de los demás quizá precisamente porque tenemos acceso a nuestras propias reflexiones, emociones y justificaciones, pero no podemos acceder al mundo interior de los demás, que seguramente es mejor. V. F.

En el estudio de Jones y Kohler (1959) acerca de las actitudes sobre la segregación racial, los resultados indicaron que los participantes recordaban mejor: (a) argumentos plausibles en contra de mi postura y argumentos nimios a favor de mis creencias. (b) todos los argumentos racionales, a favor y en contra de mi opinión. (c) los argumentos plausibles favorables a mis creencias y los argumentos nimios que apoyaban la postura contraria.

La mayoría de los recuerdos autobiográficos son como poesías y canciones que podemos reproducir o recordar literalmente. V. F.

La mayoría de los estudios sobre testigos oculares de distintos delitos han demostrado que, si bien no se recuerdan todos los detalles, la identificación de los agresores o delincuentes por parte de los testigos suele ser correcta en el 90% de los casos. V. F.

Tversky y Marsh (2000) demostraron que si leemos una información y posteriormente la elaboramos en nuestros propios términos, cuando tengamos que recordarla, es probable que no podamos distinguir entre los detalles iniciales y los que hemos aportado nosotr@s mism@s. V. F.

Offer y colaboradores (2000) entrevistaron a sus participantes a los 14 años y posteriormente, a los 48 años de edad. Sus resultados indicaron que, transcurridos 34 años,. (a) puesto que se habían criado en las décadas de 1970 y 1980, recordaban haber sido conservadores y muy poco aventureros (. b) sus respuestas eran mucho más cercanas a sus puntos de vista adolescentes que a los actuales. (c) su capacidad de recordar qué es lo que habían dicho acerca de los temas cuando tenían 14 años no era superior al azar.

De acuerdo con Conway y Ross, cuando recordamos acciones consonantes con nuestra propia imagen actual: (a) narramos la historia en primera persona, como participantes. (b) vemos nuestro recuerdo desde fuera, con una perspectiva de tercera persona y lo relatamos como observadores. (c) tomamos la parte por el todo, al estilo de la falacia mereológica.

En experimentos en que los participantes tienen que rastrear detalles como, p.ej., los pases entre jugadores de un equipo de baloncesto, es posible que alguien disfrazado de gorila llegue a pasearse por la cancha, sin que la mayoría se dé cuenta (p.ej., Most & cols., 2001). Esta ceguera atencional se produce porque: (a) somos capaces de concentrar nuestra atención en un aspecto tanto que ignoramos todo lo que sucede alrededor. (b) la información no procesada no era pertinente para la tarea que se estaba llevando a cabo. (c) a y b son ciertas.

Algunas técnicas aplicadas con fines supuestamente terapéuticos (p.ej., interpretar sueños, reelaborar recuerdos por escrito, dibujar): (a) pueden conducir a que las personas confundan la realidad con lo imaginado. (b) dan lugar a lo que Loftus denomina inflación de la imaginación. (c) a y b son ciertas.

Investigadoras como Loftus y Mazzoni han demostrado que es muy sencillo crear falsos recuerdos en los participantes de sus experimentos mediante meras sugerencias verbales. Cuando se les indica que visualicen el acontecimiento, los participantes tienen la sensación de «recordar»: (a) pero en realidad podrían estar meramente imaginándolo. (b) aunque la mayoría se da cuenta perfectamente de que es algo que nunca le sucedió. (c) pero tod@s señalan que están confundiendo los sueños con la realidad.

Durante la infancia se es más vulnerable a la inflación de la imaginación que describe Loftus, porque. (a) hay menos fases REM durante el sueño que en edad adulta. (b) no es posible recordar los acontecimientos. (c) se tienen más dificultades para separar la realidad de la imaginación.

Masten (2001) ha demostrado que la mayoría de los niños son muy resistentes y superan los efectos de la guerra, las enfermedades infantiles, progenitores maltratadores o alcohólicos, las privaciones tempranas y los abusos sexuales. V. F.

En línea con la propuesta de Freud, Kaufman y Zigler (1987) demostraron la relación existente entre sufrir maltrato infantil y convertirse en padre o madre maltratador/a. V. F.

Sobre el recuerdo de los acontecimientos traumáticos podríamos afirmar que. (a) lo más probable es que se reprima, por el dolor que causa a la persona. (b) es habitual que se repita con tanta frecuencia que constituye uno de los síntomas del estrés postraumático. (c) si son por maltrato infantil, darán lugar a ser maltratadores en edad adulta.

Errores judiciales como el lamentable caso Wanninkhof (1999) ponen de manifiesto que ni los jueces ni los integrantes de los jurados se dejan influir por sus sesgos cognitivos a la hora de tomar decisiones. V. F.

Afirma Nogueras que el muy utilizado método Reid de interrogatorio, que lleva el nombre de uno de sus autores, está diseñado para alimentar el propio sesgo de confirmación de los agentes policiales. V. F.

El psicólogo social Kassin realizó un experimento en que emparejaba a personas que se sabía eran culpables o inocentes con interrogadores a quienes se decía la verdad o mentía sobre la culpabilidad. Había, por tanto, cuatro posibles combinaciones: sospechoso culpable e interrogador que sabe que lo es, sospechoso inocente e interrogador que sabe que lo es; y las contrarias, donde el interrogador cree lo contrario de la verdad. La combinación más letal, la que más agresividad y coacción producía por parte del policía interrogador era. (a) un sospechoso culpable con un policía que pensaba que era culpable. (b) un sospechoso culpable con un policía que pensaba que era inocente. (c) un sospechoso inocente con un policía que pensaba que era culpable.

En uno de sus experimentos, Kassin reclutó a presidiarios y les solicitó que grabaran en vídeo tanto confesiones reales de los crímenes que habían cometido, como confesiones inventadas de crímenes que habían perpetrado otros reclusos. Posteriormente pidió a estudiantes universitarios y a policías entrenados que evaluaran las confesiones grabadas y decidieran cuáles eran ciertas. Los Resultados indicaron que: (a) los dos grupos acertaron por encima del azar (50%), pero los estudiantes tenían mucha más confianza en sus decisiones. (b) ninguno de los dos grupos tenía mucha confianza en sus decisiones, pero el de estudiantes acertó más que el de los policías. (c) ninguno de los dos grupos acertó por encima del azar (50%), pero los policías tenían mucha más confianza en sus decisiones.

En una fase de la formación en la técnica Reid para interrogatorios, se enseña a los policías a leer las pistas no verbales. De entre éstas hay que destacar “Si la persona acusada no te mira a los ojos, es que miente”, porque efectivamente, la investigación ha demostrado que esto es cierto el 90% de las veces. V. F.

99. Uno de los pilares del método Reid de interrogatorios es que una persona inocente nunca se va a confesar culpable de un crimen que no ha cometido, pero la evidencia muestra que sí hay personas inocentes que llegan a confesarse culpables de lo que no han hecho. V. F.

La disonancia cognitiva es un malestar que experimentamos cuando tratamos de mantener dos o más pensamientos que son incompatibles entre sí o cuando hay una discrepancia entre nuestra conducta y los valores y normas por los que se supone que aquella se rige. V. F.

Podemos resolver la disonancia cognitiva: (a) cambiando nuestra conducta para que sea consonante con nuestras ideas. (b) usando la justificación: buscamos una historia que podamos contarnos que elimine o reduzca la disonancia y que justifique nuestro comportamiento. (c) a y b son ciertas.

Cuando tenemos una creencia irracional y nos llegan pruebas de que lo que pensamos es falso, sufrimos disonancia cognitiva. Para poder eliminarla, solo aplicamos el sesgo de confirmación: (a) la tendencia a prestar más atención y creer más la información que contradice lo que pensábamos e ignorar la que lo apoya. (b) la tendencia a prestar más atención y creer más la información que confirma lo que ya pensábamos y ignorar la que lo contradice. (c) a y b son falsas.

Una vez que has aceptado hacer una pequeña concesión a alguien, es – -- probable que aceptes hacerle un favor un poco mayor. (a) menos. (b) más. (c) igualmente.

De acuerdo con el Principio de Consistencia de Cialdini, estamos motivados para tratar de que nuestra conducta actual sea -- -- con nuestra conducta previa y con las conductas que hemos manifestado como preferencias anteriormente. (a) consistente. (b) contradictoria. (c) inconsistente.

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