En los individuos con trastorno del sueño
relacionado con la respiración, la
polisomnografía nocturna puede mostrar: Aumento de la fase 1 del sueño y aumento de
la fase REM y de las fases de ondas lentas. Disminución de la fase 1 del sueño y aumento
de la fase REM y de las fases de ondas lentas. Aumento de la fase 1 del sueño y disminución
de la fase REM y de las fases de ondas lentas. Ausencia de las fases 1 y 2 del sueño y
disminución de la fase REM y de las fases de
ondas lentas. La aparición de un periodo de movimientos
oculares rápidos (MOR) durante los primeros
minutos del sueño nocturno se suele considerar
habitualmente como un signo de: El síndrome de Pickwick. El síndrome de Kleine-Levin. Narcolepsia. Mioclonus nocturno. El trastorno del comportamiento del sueño
REM: Presenta la misma frecuencia en hombres que
en mujeres. Es más frecuente en los varones. Es más frecuente en las mujeres. Es más frecuente en los niños. El diagnóstico del trastorno del insomnio se debe
basar principalmente en (DSM 5): La percepción subjetiva de la persona sobre el
sueño o en la información de un cuidador. El resultado de una polisomnografía nocturna. Los datos de actigrafia. El resultado de un test de latencias múltiples
de sueño. Según la clasificación internacional de los
trastornos del sueño, 2ª edición de la American
Academy of Sleep Medicine (AASM 2005), los
trastornos del despertar (desde el sueño no
REM) se clasifican como: Insomnios. Trastorno del ritmo cardíaco. Parasomnia. Trastorno del sueño relacionado con la
respiración. . Señale la afirmación correcta respecto de los
terrores nocturnos: Generalmente se producen en el último tercio
del periodo principal del sueño. Es una parasomnia del sueño REM. Forman parte, junto con el sonambulismo, de
una misma categoría diagnóstica (DSM 5). Suele recordarse el contenido de lo soñado en
gran medida. El diagnóstico de la narcolepsia, aunque
esencialmente clínico, idealmente debe ser
confirmado en laboratorio de sueño a través de: Poligrafía de sueño seguida de tonometría a la
mañana siguiente. Poligrafía de sueño seguida de Test de
Romberg a la mañana siguiente. Polisomnografía nocturna, seguida a la
mañana siguiente del test de latencias
múltiples de sueño (TLMS). Polisomnografía nocturna, seguida a la
mañana siguiente de capnografía. En el marco de los trastornos del sueño, respecto
del síndrome de retraso de fase, cabe afirmar
que: (ANULADA) Los pacientes presentan un sueño de menor
calidad. Es el problema de ritmo circadiano menos
frecuente. Es más frecuente en población general adulta
de edad media que en adolescentes. Existe una forma familiar que presenta el 40%
de los casos. ANULADA. El diagnóstico de síndrome de la apnea/hipopnea
obstructiva del sueño (SAHOS) se realiza a
partir de: Polisomnografía nocturna. Test de latencias múltiples de sueño. Termometría central y periférica. Actigrafía del ritmo sueño-vigilia. El trastorno de la conducta del sueño REM en su
típica forma crónica, afecta preferentemente a: Niños entre 2 y 6 años. Adolescentes entre 12 y 18 años. Personas entre 30 y 40 años. Personas de más de 50-60 años. El síndrome de avance de fase, el tratamiento de
fototerapia: Es eficaz si se realiza al amanecer. Es eficaz si se realiza justo después de la
comida del medio día. Es eficaz si se realiza al atardecer. No es un tratamiento indicado. El sonambulismo es una parasomnia que sucede
preferentemente en la fase de: Adormecimiento (fase 1 de sueño). Segundo tercio de la noche. Sueño REM. Sueño lento profundo (fases 3 y 4 de sueño). Respecto del desarrollo y curso de la narcolepsia
señale la opción INCORRECTA: El comienzo abrupto en niños prepuberales
puede asociarse con la obesidad. El curso suele ser persistente y dura toda la
vida. En el 90% de los casos el primer síntoma que
se manifiesta es la somnolencia. En los niños, la parálisis del sueño se
desarrolla normalmente tras la pubertad. Respecto del insomnio cabe afirmar lo siguiente: En la mayoría de los casos suele tener un
inicio agudo. El instrumento más utilizado para la
evaluación es el registro polisomnográfico. El tratamiento tiene, como uno de sus
objetivos fundamentales lograr una eficiencia
de sueño entre el 50-60%. Técnicas como la intención paradójica o el
biofeedback presentan altos niveles de
eficacia, al igual que la relajación o el control
de estímulos. Por lo que se refiere a los marcadores
diagnósticos de los trastornos del despertar del
sueño NO REM, cabe afirmar lo siguiente: La inestabilidad del sueño profundo NO
REM, tal como se muestra en la
polisomnografía, es un marcador muy fiable
de cara al diagnóstico y diagnóstico
diferencial del sonambulismo. Los despertares de sueño NO REM de los
terrores nocturnos se inician bruscamente, sin
cambios autonómicos anticipatorios. Los trastornos del despertar del sueño NO
REM se presentan con mayor frecuencia
durante el sueño de ondas rápidas. Existen indicadores polisomnográficos
fiables de la tendencia a experimentar
terrores nocturnos cuando se realizan
registros fuera del episodio. Respecto de los terrores nocturnos, cabe afirmar
lo siguiente: Normalmente el sujeto se despierta y tarda en
dormirse debido a la ansiedad. La prevalencia de los episodios de terrores
nocturnos (vs. el trastorno de terrores
nocturnos) es de, aproximadamente, un 0,5%
en la población general. Los estudios con gemelos apuntan a la
ausencia de un componente genético por lo
que se refiere a su etiología. Entre los niños son más frecuentes en
varones que en mujeres, mientras que la
proporción tiende a igualarse en la edad
adulta. El inicio de la hipersomnia suele producirse: En la adolescencia o en los primeros años de
la vida adulta. Principalmente a partir de los 65 años. A cualquier edad. Típicamente en la primera infancia, entre los 0 y los 6 años de edad. En la evaluación de los trastornos del sueño, la
Escala de Epworth (ESS) nos permite: Evaluar el grado de severidad del insomnio
del paciente. Evaluar el grado de somnolencia diurna del
paciente. Evaluar el grado de intensidad del ronquido
del paciente. Evaluar la probabilidad de que sufra un
trastorno del sueño REM.
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