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CASOS PRÁCTICOS TEMA 2.2 DELINCUENCIA

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Título del Test:
CASOS PRÁCTICOS TEMA 2.2 DELINCUENCIA

Descripción:
Cuestionario sobre Justicia Restaurativa y Delitos de Odio

Fecha de Creación: 2025/12/30

Categoría: Otros

Número Preguntas: 20

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Temario:

Una víctima de delito de odio acude a consulta psicológica 8 meses después de sufrir una agresión verbal reiterada por parte de sus vecinos. Refiere dormir mal "desde hace meses", presenta sobresaltos constantes y evita salir de casa. El psicólogo considera que estos síntomas, aunque interfieren significativamente en su vida diaria, no configuran aún un diagnóstico psiquiátrico formal. Según el documento, esta situación corresponde a: Sintomatología subclínica con alto impacto funcional que requiere intervención temprana para prevenir la cronificación hacia trastornos diagnosticables. Indicadores tempranos de Trastorno de Estrés Postraumático que, al cumplir los 6 meses desde el incidente, ya pueden diagnosticarse formalmente. Victimización secundaria derivada de la respuesta institucional inadecuada que ha agravado el cuadro inicial de estrés agudo. Manifestaciones de estigma interiorizado que se expresan mediante conductas evitativas sin relevancia clínica hasta que no aparezcan trastornos de adaptación.

En un proceso de justicia restaurativa, el victimario (con prejuicio medio hacia el colectivo) ofrece disculpas verbales mirando directamente a la víctima, pero el facilitador detecta incongruencias en su lenguaje no verbal (postura corporal cerrada, ausencia de expresiones faciales acordes). La víctima, sin embargo, parece aceptar las disculpas. Según el texto, ¿cuál es la actuación correcta del facilitador?. Interrumpir el proceso inmediatamente porque la falta de credibilidad en las disculpas incrementará la ira de la víctima cuando esta lo procese posteriormente. Permitir que continúe porque el contacto ocular directo es el indicador más fiable de sinceridad, independientemente de otros elementos no verbales. Estar atento a la credibilidad de las disculpas mediante el lenguaje no verbal, ya que estas solo reducen la ira si la víctima las percibe como sinceras. Introducir un intérprete cultural que traduzca las diferencias en paralenguaje, ya que la incongruencia puede deberse a variables culturales idiosincrásicas.

Un niño de 12 años de etnia gitana es agredido y le roban su bicicleta. Por vergüenza, no lo cuenta en casa. Su familia lo recrimina por "caprichoso" al no usar la bicicleta. Diez años después, sufre discriminación laboral y desarrolla un cuadro ansioso-depresivo grave. Este caso ilustra principalmente: La acumulación del daño por agresiones reiteradas que genera secuelas comparables a un único evento muy violento. El aislamiento social doble: trauma de la agresión inicial más incomprensión familiar, que reactiva el trauma infantil no gestionado ante nueva discriminación. La victimización secundaria producida por la respuesta institucional inadecuada que no protegió al menor en el primer incidente. El estigma interiorizado que hace que la víctima sienta que merece la agresión por pertenecer a un grupo estigmatizado.

Durante un diálogo inclusivo entre una víctima marroquí y un victimario español, ambos tienen un dominio deficitario (pero no nulo) del inglés como lengua franca. El facilitador debe decidir si incorporar un intérprete. Según el documento, ¿qué criterio debe primar?. Usar intérprete siempre porque la comprensión verbal exacta de los motivos del victimario es el factor que más incrementa la satisfacción de la víctima (69%). Evitar el intérprete para forzar la conexión a través del lenguaje no verbal y contacto ocular, favoreciendo la empatía sobre la precisión lingüística. Usar intérprete solo en la fase de narración de la víctima (storytelling), ya que es donde se requiere mayor precisión para reducir la ansiedad. Alternar con y sin intérprete en diferentes fases, ya que el dilema no tiene solución óptima según el texto.

En una valoración hospitalaria de urgencias, un paciente presenta fracturas maxilofaciales tras una agresión. El protocolo específico para delitos de odio se activa. Según el documento, ¿qué interpretación preliminar justifica esta diferenciación protocolaria?. Las fracturas maxilofaciales son biomarcadores específicos de delitos de odio que permiten diagnóstico diferencial con otros tipos de violencia. El mayor ensañamiento sugiere violencia expresiva y simbólica (dañar por lo que representa) versus violencia instrumental (usar fuerza para un fin). La gravedad de las lesiones faciales correlaciona directamente con el nivel de radicalización del agresor, permitiendo estratificar el riesgo. Los protocolos hospitalarios europeos han demostrado que las víctimas de odio presentan invariablemente más fracturas que víctimas de robos.

Una mujer trans denuncia acoso continuado por parte de un compañero de trabajo. Durante la instrucción judicial, tarda varios meses en presentar su denuncia formal, muestra reticencia a colaborar, presenta lagunas en sus recuerdos y su relato es desordenado. El fiscal interpreta estos comportamientos como indicadores de baja credibilidad. Según el texto, esta interpretación: Es correcta porque la denuncia tardía y la poca colaboración son incompatibles con un trauma genuino de delito de odio. Ignora que estos comportamientos son síntomas del propio trauma (especialmente TEPT) y representan victimización secundaria. Requiere evaluación de estigma interiorizado, ya que estos síntomas solo aparecen cuando la víctima ha asimilado la valoración negativa social. Debería complementarse con el Test de las Muñecas adaptado para identificar el nivel de interiorización del prejuicio.

Un facilitador prepara un proceso restaurativo donde el victimario ha completado un Programa de Diversidad previo. Durante la reunión preparatoria, el victimario expresa: "Entiendo que lo que hice estuvo mal, pero tampoco para tanto, hay gente que lo pasa peor". ¿Qué evaluación es más ajustada?. Nivel de prejuicio medio-bajo con desarrollo parcial de preocupación empática; candidato óptimo para proceso restaurativo completo. Señal de radicalización que contraindica el proceso; riesgo alto de daño adicional a la víctima por ausencia de remordimiento genuino. Manifestación del "Síndrome del Blanco Apaleado" donde el victimario se siente víctima del sistema sancionador. Indica que el Programa de Diversidad fue insuficiente pero no contraindica el proceso; requiere trabajo adicional de toma de perspectiva cognitiva.

Según el documento, ¿cuál de las siguientes afirmaciones sobre la relación entre autoeficacia y autoestima en contextos de estigma es CORRECTA?. La autoeficacia (las cartas) se puede mejorar mediante aprendizaje, mientras que la autoestima (los garbanzos) es el capital emocional que determina la capacidad de arriesgarse. El estigma daña principalmente la autoeficacia porque limita las oportunidades reales, mientras que la autoestima se mantiene intacta como mecanismo de defensa psicológico. La autoestima alta compensa la baja autoeficacia, por lo que las víctimas resilientes con "muchos garbanzos" pueden superar las limitaciones del estigma. Ambas son construcciones exclusivamente individuales (biopsicológicas) que no dependen del apoyo social ni las condiciones del entorno.

En un metanálisis sobre justicia restaurativa, se reporta que el 69% de las víctimas comprendió que la ofensa fue dirigida específicamente contra ellas. ¿Qué implica este dato en el contexto del documento?. Que el 31% restante no desarrolló empatía suficiente durante el diálogo inclusivo, indicando un fallo en el proceso de facilitación. Que comprender la selección específica como objetivo incrementa la culpa interiorizada, siendo un factor de riesgo que debe gestionarse cuidadosamente. Que el diálogo inclusivo aumenta la claridad cognitiva sobre los motivos del victimario, lo cual contribuye a la capacidad terapéutica del proceso. Que este porcentaje es significativamente inferior al 85% de satisfacción general, revelando una limitación estructural del modelo restaurativo.

Una comunidad religiosa conservadora participa en un proceso restaurativo tras un delito de odio homófobo. Durante el diálogo inclusivo, varios miembros comunitarios expresan que "aunque la agresión estuvo mal, el estilo de vida de la víctima va contra nuestros valores". Según el texto, esto representa: Cultura del prejuicio comunitaria que revictimiza sistemáticamente e impide verdadera reparación; el proceso debe replantearse. Imposición de valores dominantes que perturba la expresión, pero es gestionable si el facilitador establece reglas de respeto claras. Manifestación esperada de la reprobación comunitaria necesaria para generar vergüenza en el victimario y producir remordimiento. Barrera cultural que requiere "traducción cultural" para generar un lenguaje común y evitar malentendidos por connotaciones distintas.

Una víctima de delito de odio participa en un proceso restaurativo donde narra su historia detalladamente en un ambiente seguro. Tres meses después, reporta que puede recordar el incidente sin experimentar las palpitaciones y ansiedad intensas que antes la paralizaban. Este cambio se explica principalmente por: El de-condicionamiento: separar el recuerdo de la emoción traumática al narrarlo en contexto positivo, más la construcción de identidad enriquecida. La reducción del 65% en ansiedad reportada por Walters (2014) como efecto directo de la promesa de no reincidencia del victimario. El empoderamiento derivado de la participación activa en la decisión sobre cómo reparar el daño, que es el factor principal de reducción de ansiedad. La disminución de la hipervigilancia tras recibir disculpas creíbles, lo que permite la reorganización saludable de la identidad incorporando la experiencia.

Un victimario con alto nivel de prejuicio pero cuyo incidente concreto tuvo motivación principalmente económica (robo) es propuesto para justicia restaurativa. ¿Qué indica el documento sobre este escenario?. Es candidato inadecuado porque existe "Prejuicio Alto/Bajo detonante", donde el odio apenas justifica el incidente específico. Es el escenario óptimo porque combina alta causalidad (prejuicio explica conducta) con baja radicalización (motivación instrumental). Requiere análisis caso por caso: no es la radicalización sino la motivación específica del delito lo que determina la viabilidad del proceso. Debe clasificarse como "Prejuicio Bajo-Medio/Alta motivación" si el factor discriminatorio fue determinante en la selección de la víctima.

Durante la reunión preparatoria, el facilitador pregunta al victimario: "¿Cuándo te vendría bien para el encuentro con la víctima?" Según el documento, esta formulación: Es correcta porque establece el marco temporal necesario para garantizar la libertad informada y evitar manipulación. Constituye manipulación porque da por hecho la participación; debe preguntar SI desea participar, no CUÁNDO. Es apropiada solo después de que el victimario haya expresado remordimiento genuino mediante la combinación de culpa y vergüenza. Debe complementarse con información sobre consecuencias legales para que el consentimiento sea verdaderamente informado.

Una adolescente con discapacidad del desarrollo debe participar como víctima en un proceso restaurativo. El facilitador propone utilizar pictogramas y cómics para preparar su narración. Según el texto, esta estrategia busca: Reducir el estigma asociado a la etiqueta de "víctima" utilizando categorías sociales que ella prefiera usar. Evitar la terminología clínica (trastornos) ayudándola a expresarse en términos de sintomatología física o psicológica. Facilitar la narración verbal cuando esta es compleja por la discapacidad, mediante herramientas creativas de expresión. Prevenir la victimización secundaria que ocurriría si no pudiera expresar adecuadamente el daño específico de la victimización por odio.

Los resultados del Test de las Muñecas (Clark) donde niños racializados atribuyen características positivas a muñecos blancos y negativas a muñecos negros demuestran: Que el estigma es contagioso y afecta a cualquiera que se relacione con el grupo estigmatizado, incluso sin pertenecer a él. Que la interiorización del prejuicio ocurre antes de la capacidad de racionalización, afectando la autopercepción desde edades tempranas. El mecanismo de aprendizaje vicario: basta ver lo que sucede a otros miembros del grupo para aprender el miedo y la vulnerabilidad. Que los indicadores de estigma social incluyen creencias estereotipadas, valoraciones negativas y conductas discriminatorias efectivas.

Un operador jurídico argumenta que la justicia restaurativa en delitos de odio no puede sustituir la justicia retributiva porque "muchas víctimas no denuncian, y sin denuncia no hay proceso". Según el documento, este argumento: Es válido y representa precisamente una laguna de la justicia restaurativa: la falta de alcance cuando no hay denuncia previa. Confunde las lagunas de ambos sistemas: es la justicia retributiva la que no alcanza a víctimas que no denuncian o donde no se acredita el delito. Ignora que la justicia restaurativa tiene objetivos independientes (reparación, aprendizaje, mejora social) que no requieren proceso penal previo. Es correcto porque la infra-detección de motivaciones de odio es una deficiencia específica del modelo restaurativo, no del sancionador.

Una víctima de delito de odio manifiesta durante el proceso restaurativo: "No quiero que me llamen víctima, yo no soy eso". El facilitador debería: Explicar que la categoría "víctima" es técnico-jurídica y necesaria para el proceso, aunque emocionalmente sea rechazada. Respetar las categorías sociales que la persona prefiera usar, abordando el tema con cuidado en reuniones preparatorias. Interpretar esto como estigma interiorizado que requiere trabajo terapéutico antes de continuar con el proceso restaurativo. Normalizar la resistencia como parte del proceso de construcción de identidad enriquecida, manteniendo la terminología técnica.

Según el documento, la expresión "los delitos de odio duelen más" (vinculada a Evanski) hace referencia a: La mayor prevalencia de sintomatología diagnosticable en estas víctimas comparada con víctimas de otros delitos. La profundidad y extensión de las secuelas, incluyendo el efecto acumulativo de cada ataque que reactiva el dolor de ataques pasados. La gravedad superior de los cuadros clínicos, donde el TEPT es más frecuente que el estrés agudo común en otros delitos. El ensañamiento físico medido mediante mayor número de fracturas maxilofaciales en protocolos hospitalarios europeos.

Un victimario que ha participado en justicia restaurativa es incorporado a un seguimiento donde Servicios Sociales debe verificar el cumplimiento de la reparación acordada. El documento sugiere que estas agencias pueden tener: Un rol único como comunidad proveedora de recursos para ayudar en la reparación material y simbólica. Un doble rol: proveedoras de recursos y "comunidad victimario" por responsabilidad en no atender necesidades previas. Función exclusiva de prevenir victimización secundaria, sin participación en la reparación que corresponde al victimario. Responsabilidad principal en fomentar la reprobación comunitaria que genera vergüenza necesaria para el remordimiento.

Una persona refugiada sufre un delito de odio y posteriormente debe cambiar de ciudad por temor a represalias. Inicia una nueva vida pero pierde su red social y su empleo. Según el documento, esta situación ilustra: Victimización secundaria derivada de respuesta institucional inadecuada que no garantizó su seguridad en la ubicación original. Conducta evitativa producto de hipervigilancia y anticipación de que el daño volverá a ocurrir, típica del estigma. Dimensión económica y vital del impacto: exilio forzado (sexilio/migración) con alto coste emocional y social de empezar de cero. Descalabro económico por pérdida de empleo que requiere incorporación de agencias como comunidad proveedora de recursos.

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