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Criminología - Historia del delito y del castigo

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Título del Test:
Criminología - Historia del delito y del castigo

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Batería de preguntas PARTE 1

Fecha de Creación: 2024/06/28

Categoría: Otros

Número Preguntas: 25

Valoración:(7)
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A comienzos del siglo XIX, la pena capital que se aplicaba a los militares era: La horca. El garrote. El descuartizamiento. El fusilamiento.

A comienzos del siglo XIX, los cadalsos se instalaban, normalmente: En espacios cerrados. En plazas y zonas relevantes de las ciudades. En las afueras de las ciudades. En romerías, ferias y verbenas.

A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los ilustrados y reformistas liberales consideraban que la ejecución por garrote: Era brutal, despiadada y había que prohibirla. Nunca hablaron sobre ella. Comparada con otros métodos, significaba un avance hacia la humanización de las ejecuciones. Era un sistema que venía de Francia y por lo tanto resultaba sospechoso.

A finales del siglo XIX, para el criminólogo italiano Cesare Lombroso, "el atraso criminal de la mujer" significaba que las mujeres: Asesinaban con armas más rudimentarias. Estaban superando paulatinamente su miedo a matar. Tenían menor capacidad para delinquir. Cometían unos delitos particulares que figuraban en las últimas páginas de los códigos penales.

A inicios del siglo XIX las convulsiones políticas que conducen a la construcción del Estado liberal otorgaron protagonismo a la pena de muerte, ¿es esto cierto?. Si lo es, ejemplo de lo cual lo constituyeron los numerosos casos de declaración de estado de guerra para intensificar la labor represiva a cargo de la autoridad militar frente a movimientos de insurgencia y contrainsurgencia a propósito del carlismo antiliberal y el republicanismo además del incipiente movimiento obrero. No es cierto. El liberalismo era contrario a la pena de muerte. No es cierto porque el liberalismo era contrario al carácter público y ejemplarizante de la pena de muerte. No es cierto porque durante el siglo XIX se ajusticiaron con pena de muerte a muchas menos personas que en siglos anteriores.

A la altura de 1900, el arma más habitual en los duelos celebrados en España era: El sable. La espada. La pistola. El arcabuz.

A la altura de 1900, el código del honor estipulaba que: Cualquier hombre podía batirse en duelo para defender su honor. Cualquier hombre y cualquier mujer podían batirse en duelo para defender su honor. Cualquier mujer podía batirse en duelo para defender su honor. Solo los varones pertenecientes a la élite de la sociedad podía batirse en duelo para defender su honor.

A la altura de 1900, el código del honor prescribía que, en un pleito de honor, el ofendido y el ofensor: Debían acudir a un juzgado de guardia e interponer una denuncia para resolver el conflicto. Debían designar cada uno dos padrinos que estudiaran la naturaleza de la ofensa y cómo solucionar el conflicto. Debían resolver el conflicto inmediatamente en una lucha mano a mano. Ninguna de las anteriores es correcta.

A la altura de 1900, la Iglesia Católica: Condenaba a los duelistas que fallecieron en un lance de honor a la pena de privación de sepultura eclesiástica. Ya hacía tiempo que no condenaba a los duelistas que fallecieron en un lance de honor a la pena de privación de sepultura eclesiástica. Excomulgada a los duelistas, pero aconsejaba que se les enterrará en los cementerios católicos para salvar su alma. La Iglesia Católica nunca cuestionó los duelos, ni condenó a los duelistas que fallecieran en un lance de honor a la pena de privación de sepultura eclesiástica.

A la teoría general de creación y fijación de las leyes fue conocida asimismo como: Ciencia de la Legislación. Ciencia de la Jurisprudencia. Ciencia del ius puniendi. Ciencia penalista.

A los condenados en aplicación de la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo de 1940: Se les aplicaba la redención de penas por trabajo para favorecer su reinserción en la sociedad. Se les aplicaba la redención de penas por trabajo si sus condenas eran superiores a 10 años de cárcel. Se les aplicaba la redención de penas por trabajo si aumentaba en exceso la población penitenciaria. No se les aplicaba la redención de penas por trabajo porque eran sujetos no aptos para la corrección.

A lo largo de casi todo el s. XIX, hubo unas normas que atribuyeron funciones de orden público al Capitán General del Ejército en la Región correspondiente, las cuales permitían a cada jefe militar convertir cualquier tumulto callejero en un delito contra el Estado y situaban al ejército en el papel principal represor de las revueltas sociales y la pena de muerte en el lugar de la acción punitiva, siendo estas normas: Los Fueros de Castilla. Las Reales Ordenanzas de Carlos III. Las Partidas de Alfonso X. Las Leyes Regias Militares de Espartero.

A mediados del siglo XIX, la justicia militar fue incrementando sus atribuciones sobre los delitos políticos. La Ley general de Orden Público de 1867: Sometía todos los delitos políticos al ámbito de la jurisdicción civil. Sometía los delitos políticos a la jurisdicción militar en caso de declararse el Estado de Guerra. Creaba una jurisdicción especial, ni civil, ni militar, para los delitos políticos. Sometía los delitos políticos al ámbito del Derecho canónico.

A mediados del siglo XIX se conocía corno "quincenarias" ha: Las reclusas condenadas a quince años de prisión por crímenes de sangre. Las prostitutas castigadas con elevadas multas que pagaban con quince días de prisión. Las reclusas condenadas a quince meses y un día por un delito de hurto. Las prostitutas detenidas por ejercer en la calle, condenadas a quince semanas de prisión.

A partir de 1900, con la prohibición de los ajusticiamientos públicos, con la excepción de la justicia militar, la pena de muerte dictada por la justicia ordinaria, se ejecutaría: En garrote, de día y dentro de las prisiones. En horca, de día y dentro de las prisiones. En horca, al alba y dentro de las prisiones. En garrote, de noche y dentro de las prisiones.

A principios del siglo XIX, los gastos que conllevaba la ejecución de la pena de muerte se sufragaban: Mediante un tributo especia. A costa de la fortuna del ejecutado. Mediante colectas públicas de limosna por parte de los limosneros municipales o de las congregaciones religiosas. El trabajo de verdugos y enterradores no conllevaba ningún coste porque era voluntario.

A propósito de la congregación para la doctrina de la fe...: Debe su actual denominación al concilio Vaticano II convocado por el Papa Juan XXIII y tras su muerte presidido por el Papa Pablo VI. Se caracteriza por una mayor flexibilidad y menor rigor que instituciones anteriores, promoviendo estudios sobre los diversos temas, fomentando congresos y rechazando las doctrinas contrarias a la fe sólo tras oír a los obispos de los lugares afectados y examinando y prohibiendo libros sólo tras escuchar a sus autores y contar con grupos de consultores y peritos, muchas veces profesores universitarios. Una de sus principales funciones es la de auxiliar a los obispos en el ejercicio de la función que tienen asignados como auténticos maestros de la fe y doctores. Todas las anteriores son ciertas y además, en contraposición a los viejos usos del secreto inquisitorial, hace públicos sus documentos a través de la librería editora vaticana, en los que se recogen observaciones y enmiendas a teólogos consagrados y sobre temas como la admisión de las mujeres al sacerdocio, eutanasia, celibato sacerdotal, discriminación de homosexuales, aborto etc.

A propósito de los cátaros ¿qué podemos afirmar?. Negaban el culto a las imágenes y la práctica de los sacramentos. Se propagó desde el sur de Francia y norte de Italia a Alemania incluso Inglaterra. Fueron especialmente perseguidos por la inquisición episcopal medieval. Todas son ciertas.

A propósito de los fueros municipales...: A conceden gran importancia al grupo de parientes y vecinos a través de respuestas conjuntas como la asistencia penal activa o pasiva y la asistencia procesal, actuando los parientes como conjuradores o fiadores en los casos de acusación y lo mismo en el ámbito vecinal. Sus instituciones están inspiradas en el Liber Ludiciorum, derecho visigodo de inspiración romana. Desconocían la responsabilidad penal colectiva de parientes y vecinos o instituciones como el duelo judicial o la venganza de sangre. No distinguían entre el homicidio cometido con intención de matar de quien mata en legítima defensa o de forma casual por accidente, reservando para todos los casos la pena de muerte.

¿A qué obedece la expresión “presos sociales”?: A aquellos presos que habían sufrido la aplicación de la LPRS. Al colectivo de presos drogodependendientes condenados por delitos patrimoniales. A presos provenientes de zonas marginales. A presos simpatizantes o integrantes de un movimiento reivindicativo.

A raíz de la promulgación de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1870, la jurisdicción militar conocería de los delitos y faltas cometidos por militares, así como determinados delitos cometidos por paisanos, entre otros: Los que afectaban a la seguridad del orden público. Los que afectaban a la seguridad del Estado. Los que afectaban a la seguridad de los ejércitos. Todas las respuestas son correctas.

A través de las consideraciones de los Tribunales, en referencia a la reforma de la Ley de Vagos y Maleantes de 1954, la homosexualidad se consideró delito y fue castigada con: Internamiento en establecimiento de trabajo o custodia. Prohibición de residir en un determinado lugar o territorio. Sumisión a la vigilancia de los delegados. Todas son correctas.

Al comenzar el siglo XX: La Orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl perdió todas sus competencias en las prisiones de mujeres. La Orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl fue disuelta. La Orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl extendió su actividad a todas las prisiones provinciales femeninas. Hacía ya tiempo que la Orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl no trabajaba en las prisiones de mujeres.

Alfonso de Castro se fijó principalmente, en su obra “De iusta haereticorum punitione”, en el delito de: Parricidio. Herejía. Hurto. Asesinato.

Además de acudir a archivos militares y a los fondos originados por los consejos de guerra, si queremos seguir los rastros de la pena de muerte, debemos buscar en: Las fuentes orales de la tradición popular. Los legajos de los tribunales de justicia. Los expedientes de los tribunales de justicia. Los legajos de los tribunales de justicia y en los expedientes de los tribunales.

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