cualitativa 2
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Título del Test:![]() cualitativa 2 Descripción: cualitativa |




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La metodología positivista asigna a la sociología la misión de investigar sobre las acciones sociales, las cuales consisten en maneras de actuar, de pensar y de sentir exteriores al individuo. V. F. En la metodología cuantitativa, el lenguaje se erige a la vez en instrumento y en objeto de estudio. V. F. En la metodología cualitativa, de poco sirven las hipótesis formuladas antes del trabajo de campo pues no harían sino constreñirlo. V. F. En los diseños multimétodo, la llamada estrategia de “triangulación” vincula la metodología cuantitativa ya que los resultados logrados por una de ellas sirven para perfeccionar la aplicación de la otra. V. F. El origen de la encuesta se halla vinculado a las necesidades del marketing, a la investigación de mercados. V. F. Desde la óptica cuantitativa se analizan matrices de datos y para ello se utilizan los análisis comprensivos, mientras que la perspectiva cualitativa analiza los discursos para lo que emplea análisis explicativos. V. F. Uno de los puntos débiles atribuidos a la llamada “Grounded Theory” es su escaso énfasis en la elaboración de teoría que esté fundamentada en los datos empíricos recogidos de la investigación social. V. F. Se llama “técnica” al procedimiento general que permite a los investigadores sociales orientarse hacia sus objetivos y “método” al instrumento específico que posibilita la recogida de la información necesaria. V. F. Como apunta Ruiz Olabuénaga, la búsqueda del saber horizontal es más propia de la definición del problema en términos de investigación cuantitativa, mientras que la investigación cualitativa prefiere por el contrario recurrir al saber vertical. V. F. En el método cualitativo, definir el problema es delimitar bien sus fronteras, circunscribir con precisión sus contenidos o dimensiones. V. F. En el muestreo intencional, los sujetos que componen la muestra utilizada en el estudio son elegidos siguiendo las leyes del azar. V. F. En la perspectiva cualitativa, el proceso científico de investigación equivale al de una abstracción progresiva, que va de lo particular a lo general, de lo condicionado por las circunstancias a los incondicional absoluto. V. F. En los estudios cualitativos, la forma más natural de codificar es la deductiva puesto que es la mejor estrategia de apertura a posibles significados no previstos inicialmente. V. F. Para investigar sobre un fenómeno novedoso en una determinada sociedad si se decide usar la observación, es mejor aplicarla de modo sistematizado pues teniendo de antemano bien delimitado el campo que se va a estudiar (lugares y sujetos) y los aspectos o conductas que nos interesan (categorías de observación), los resultados son mas precisos y provechosos que en un uso no estructurado de la técnica. V. F. En la observación participante el investigador ha de evitar en lo posible el mantenimiento de una estrategia de marginalidad: se prevendrá así tanto la máxima identificación con un grupo determinado, como el máximo alejamiento. V. F. Cuando la observación participante está poco o nada estructurada suele llevarse a cabo durante amplios periodos de tiempo, cuando, por el contrario, está muy bien sistematizada, suele concretarse antes con detalle los momentos y la frecuencia con que se aplicará. V. F. En la fase de la “entrada de campo”, al iniciarse la practica de la observación participante, se debe tratar de limitar el tiempo que se pasa en el “escenario” de acuerdo con Taylor y Bogdan, una hora es por lo general suficiente en este comienzo del trabajo de campo del estudio. V. F. Según estos mismos autores, un investigador que aplique esta modalidad de la técnica ha de empatizar con la gente hasta cierto limite: por ejemplo, jamás ha de ayudarla, prestarle favores, puesto que ello generaría desconfianza en el escenario social que observa. V. F. Taylor y Bogdan advierten por otro lado que no es bueno que el observador participante actúe en la comunidad que estudia como un “incompetente aceptable” que formula preguntas sobre lo que todo el mundo sabe, pues ello significaría una disminución del “rapport” con los informantes. V. F. Los “informes periódicos” y las “plantilla o fichas de seguimiento”, al ser básicamente registros de conducta, no son recomendables cuando se practican observaciones abiertas. V. F. En opinión de Jesus Ibáñez (lectura de Miguel Valles), la confesión se convierte en técnica de investigación social en forma de entrevista en profundidad; pero el grupo de discusión, en cambio, ya no es propiamente una confesión. V. F. Valles destaca la función de contraste, ilustración o profundización temática, y no tanto su utilidad como técnica exploratoria o preparatoria en la fase inicial de cualquier estudio, como el principal uso potencial de la entrevista en profundidad. V. F. Valles entiende el “casillero tipológico” como un dispositivo muestral, de carácter instrumental, del que se sirve el investigador para hacer operativa una selección de entrevistados orientada a controlar la heterogeneidad de la muestra en variables analíticas relevantes. V. F. En la práctica de la entrevista, afirma este autor, es corriente que el entrevistador se desplace desde una posición de rol (superioridad, igualdad o inferioridad respecto al entrevistado) a otra. V. F. En cuanto a los requisitos de muestreo, el número total de las entrevistas a realizar dependerá de la combinación de los criterios de representatividad (otorgar a todos los sectores de la población las mismas posibilidades de construir la muestra) y de saturación (punto en el que, por mucho que se entreviste, ya no se descubre nada nuevo respecto al objeto de la investigación). V. F. A fin de combatir los obstáculos potenciales que existen en el proceso de comunicación en que se asiente la entrevista, hay quien apunta el concepto de habitus de Bourdieu como puente entre la subjetividad expresiva de la conciencia y la objetividad construida de las estructuras sociales. V. F. Una de las principales ventajas que ofrece la entrevista en profundidad es que, al estar basada en la intervención comunicativa entre dos personas, evita problemas potenciales de “reactividad” o escasa fiabilidad y validez de los resultados. V. F. Valles recalca la importancia de la táctica de la post-entrevista: éste apéndice de la entrevista, a “micrófono cerrado”, constituye una oportunidad extraordinaria para recoger información. V. F. En la encuesta, según Jesus Ibáñez, la subjetividad del investigador está escindida del proceso objetivo de su trabajo, es sujeto gramatical, pero no sujeto en proceso. V. F. Ibáñez afirma que para que el grupo de discusión funcione es preciso que haya en él una heterogeneidad inclusiva, que permita la transacción y el intercambi. V. F. En el muestreo estadístico, afirma Ibáñez, las unidades (entrevistados) son seleccionadas en cuanto elementos clasificables. En la selección de actuantes del grupo de discusión se tiene en cuenta más las relaciones que los elementos. V. F. La selección de una muestra estructural, añade, está regida por la extensión (se busca a personas que reproduzcan la forma extensiva del conjunto); la selección de una muestra estadística se rige en cambio por la comprensión (se buscan personas para generar el conjunto de relaciones que se investigan). V. F. Para Ibáñez, la discusión del tema es una devoración simbólica del preceptor, subtendida por la búsqueda inconsciente de una figura sustitutiva, el consenso, padre ideal que sólo aparece en el elemento de la idea. V. F. Explicando la dinámica de funcionamiento del grupo de discusión, Jesus Ibáñez habla del concepto de “transferencia”, aludiendo a la intervención que ha de hacer el moderador en el debate (aprovechando por ejemplo algún silencio) para redistribuir la palabra desde los individuos que están monopolizando el debate (los lideres) hasta las que, por el momento, menos están participando (los silenciados). V. F. El análisis cuantitativo de contenido tiene un alcance limitado porque parte de una hipótesis estructural del lenguaje y no de una hipótesis clasificatoria. V. F. Los sociogramas son registros biográficos centrados en determinados aspectos que parte han sido extraídos de una numerosa muestra de relatos de vida solicitados por el investigador, a efectos comparativos. V. F. Según Bertaux, las investigaciones socio-estructurales suelen asentarse en la recogida de un alto numero de relatos de vida, mientras que las socio-simbólicas tienden a estar más familiarizadas con los estudios de caso único. V. F. En la perspectiva etnosociológica, señala Bertaux, las experiencias vividas suponen yacimientos de saberes que pueden servir siempre que se liberen de la poderosa influencia del modelo autobiográfico. V. F. Para Bertaux, la función expresiva de los relatos de vida no pertenece a la misma lógica que sus otras funciones de investigación, la de exploración y la analítica. V. F. Hay dos formas de recopilar una entrevista: grabándolo o tomando notas por escrito de ella. Bertaux aconseja utilizar únicamente la primera, animando a emplear la grabadora como si fuera una extensión natural de nuestro cuerpo. V. F. |