La discapacidad intelectual: definición, dimensiones
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Título del Test:![]() La discapacidad intelectual: definición, dimensiones Descripción: y sistemas de apoyo |




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Basándonos en la organización mundial de la salud (OMS), podemos decir que. Discapacidad y deficiencia son conceptos sinónimos. La discapacidad es consecuencia de una deficiencia. La diferencia entre deficiencia y discapacidad es que la primera se refiere a lo psíquico y la segunda a lo físico. La deficiencia refleja las consecuencias sociales, culturales, económicas y ambientales de una discapacidad o minusvalía. La definición de retraso mental que da la AAMR en 1992 supone un cambio de paradigma. El nuevo paradigma se basa en : El cociente intelectual o CI. Los apoyos. El sistema de clasificación de la Organización Mundial de la salud. El déficit intelectual. La AAMR actualmente define el retraso mental como una discapacidad que se caracteriza por: Limitaciones en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa. Rendimiento académico por debajo de la media. Originarse despues de los 18 años. a) y c) son correctas. El sistema de clasificación de retraso mental según la AAMR se basa en: El contexto social. El nivel de adaptación. La intensidad de los apoyos necesarios. El CI (ligero, moderado, grave y profundo). Siguiendo un criterio cuantitativo podemos considerar que una persona tiene retraso mental si su CI esta por debajo de: 50. 60. 70. 80. Los principales criterios de diagnostico de retraso mental son: Capacidad intelectual, capacidad comunicativa y habilidades funcionales. Adaptación social, CI y niveles de interacción. Salud física, salud mental y etiología. Capacidad intelectual, conducta adaptativa y edad de comienzo. La persona con retraso mental leve: No es capaz de realizar actividades mentales muy complejas. Aunque adquiere el lenguaje no es capaz de alcanzar la capacidad para mantener una conversación. Necesita ayuda y supervisión constante. a) y b) son correctas. El nivel de adaptación es una de las dimensiones que definen el retraso mental según la AAMR. Las habilidades adaptativas pueden ser de tres tipos: Ambientales, culturales y laborales. Conceptuales, sociales y prácticas. Físicas, mentales y sociales. Comunicativas, interactivas y académicas. En cuanto al trabajo. Las personas con retraso mental no pueden acceder al mundo laboral, pues reciben prestaciones económicas por discapacidad. Es fundamental para que la persona con retraso mental adquiera cierta independencia. La persona con retraso mental puede conseguir un buen funcionamiento laboral si recibe los apoyos necesarios. b) y c)son correctas. Respecto a las habilidades sociales, las personas con retraso mental: Tienen dificultades para percibir los estímulos sociales. Son capaces de reaccionar perfectamente ante situaciones nuevas. Solo pueden relacionarse de forma adecuada con otros discapacitados que tengan su mismo grado de retraso. a) y b) son correctas. En lo referente a la salud física de la persona con retraso mental podemos decir que: Tiene una salud mucho más deficitaria que el resto de la población debido principalmente a las frecuentes autoagresiones. El retraso mental siempre va asociado con crisis convulsivas más o menos frecuentes. Es fundamental contar con la colaboración de los familiares pues muchas veces no son capaces de identificar los signos de enfermedad y/o de comunicarlos. a) y b) son ciertas. En cuanto a la salud mental de estas personas podemos considerar cierta la siguiente afirmación: A mayor grado de discapacidad psíquica mayor probabilidad de presentar problemas emocionales. A mayor grado de discapacidad psíquica menor probabilidad de presentar problemas emocionales. Solo las personas con retraso mental severo o profundo muestran problemas emocionales. Solo las personas con retraso mental ligero o moderado muestran problemas emocionales. El comportamiento de un adulto con retraso mental: Es equiparable bajo todos los aspectos y en todas las circunstancias al de un niño. Es diferente al comportamiento infantil, pues han desarrollado una cierta madurez humana y social. Se puede equiparar a la de un niño cuya edad cronológica corresponda con su edad mental. Siempre es disruptivo, lo que imposibilita las relaciones sociales. Sobre la sexualidad del adulto con retraso mental es correcto decir que: Son personas asexuadas, es decir carecen de deseo y capacidad sexual. Poseen una sexualidad descontrolada, no son capaces de autorregularse. Pueden mantener relaciones sexuales esporádicas, pero no son capaces de mantener relaciones relativamente estables. Su sexualidad es muy parecida a la del resto de individuos, pudiendo incluso hacer una clara elección de su pareja y mantener una relación más o menos estable. El pobre autoconcepto que suele presentar la persona con retraso mental se atribuye principalmente a: El bajo CI. La falta de integración social. El modo en que la sociedad reacciona ante ellos. La carencia de normativa legal que apoye a este colectivo. Respecto al diagnostico etiológico podemos decir que: Solo se conoce en el 50% de los casos. Es fundamental para predecir el nivel de funcionamiento intelectual. Es imprescindible para conocer de antemano el nivel de adaptación que tendrá la persona con retraso mental. Todas las opciones son correctas. El contexto social influye en el grado de autonomía que pueda alcanzar la persona con retraso mental porque: Un ambiente excesivamente protector dará como resultado personas totalmente independiente. En un ambiente demasiado protector la persona con retraso mental siempre dependerá de los demás, incluso en cosas para las que está capacitado. Si mostramos unas expectativas superiores a la capacidad real de la persona estaremos favoreciendo su desarrollo, pues intentará por todos los medios no defraudar. B) y c) son correctas. La escolarización del niño con retraso mental: Debe hacerse en centros de educación especial, preferiblemente en internado, para sacar el máximo partido de los programas de desarrollo. Debe hacerse en centros de educación especial pero reservando el régimen de internado solo para los casos en que la convivencia con la familia sea perjudicial para el niño. Siempre que sea posible debe hacerse en centros de integración donde compartan clases con niños normales. El niño con retraso mental no puede ser escolarizado. Al hablar de apoyos hacemos referencia a la: La modalidad de escolarización de los niños con retraso mental. Las prestaciones económicas que reciben las personas con discapacidad física. Una de las dimensiones que define el retraso mental según la AAMR. Los recursos que se ofrecen a la persona con retraso mental para favorecer su desarrollo en las distintas áreas. Respecto a las distintas intensidades de los apoyos podemos considerar cierta la afirmación: El apoyo intermitente se refiere a ayudas puntuales en momentos críticos y periodos cortos. El apoyo limitado es intensivo pero durante tiempo limitado, siempre requiere la intervención de un especialista. El apoyo extenso es el que se extiende también a la familia de la persona con retraso mental. El apoyo generalizado se refiere a ayudas en momentos puntuales y cortos, pero en muchos entornos diferentes. La definición de la AARM de 1992 sobre retraso mental. Supone un cambio de paradigma en el modo de evaluar la discapacidad intelectual. Supone un cambio de paradigma en el modo de afrontar las estrategias de intervención. Supone una marcha atrás en las investigaciones realizadas en los 80. A) y b ) son correctas. El cambio de enfoque en el concepto de retraso mental: Requiere el uso de estrategias centradas en el individuo exclusivamente. Requiere el uso de estrategias que disminuyan, o incluso eliminen el retraso mental. Hace necesario un cambio en las estrategias de intervención poniendo, también a partir de ahora, el énfasis en el entorno. Presupone que no es necesario ningún tipo de intervención, sino que la persona con discapacidad intelectual es capaz, por si misma de mejorar su calidad de vida. Se habla por primera vez del modelo de los apoyos en la discapacidad intelectual en: En la séptima edición del manual de la AAMR (1972). En la octava edición del manual de la AAMR (1982). En la novena edición del manual de la AAMR (1992). En la décima edición del manual de la AAMR (2002). Las diferentes definiciones sobre retraso mental de la AAMR coinciden al señalar que para considerar el diagnostico del retraso mental tiene que manifestarse antes de: Los 18 años. Los 20 años. Los 25 años. Los 30 años. La definición de 1992 establece que si se ofrecen los apoyos apropiados durante un periodo prolongado: La persona con retraso mental dejará de tenerlo. El funcionamiento en la vida de la persona con retraso mental mejorará generalmente. La persona con discapacidad intelectual seguirá teniendo retraso mental, pero aumentará su CI. b) y c) son correctas. La primera aproximación al modelo de los apoyos tuvo un gran impacto: Entre los profesionales y los investigadores del retraso mental. En los familiares de las personas con discapacidad intelectual. Porque estimuló la reflexión y el cambio de concepción sobre las personas con retraso mental y las implicaciones prácticas. Todas son correctas. Los apoyos: Solo los necesitan las personas con retraso mental. Los necesitan tanto las personas con retraso mental, como el resto de individuos cuando carecen de las capacidades que requieren las demandas del entorno. Solo los necesitan las personas que no son capaces de caminar por si mismas. a) y c) son correctas. Los recursos que se ofrecen a las personas con retraso mental para favorecer su desarrollo e independencia en las distintas áreas se conocen con el nombre de: Recursos de desarrollo. Modificación de conducta. Apoyos. Recursos de accesibilidad. Entre las funciones del apoyo podemos citar: Planificación financiera. Plan de trabajo individualizado. La comunicación y el lenguaje. Todas son correctas. Los apoyos naturales son: Los que parten de diversas instituciones o de los servicios generales que se ofrecen en la sociedad. Los que parten del entorno inmediato de la persona con discapacidad intelectual, es decir, de la familia y los amigos. Los ofrecidos por profesionales y agencias. a y c son correctas. Las ayudas puntuales en momentos críticos y durante periodos cortos se conocen como: Apoyo intermitente. Apoyo limitado. Apoyo extenso. Apoyo generalizado. Para dar el diagnóstico el retraso mental debemos verificar si existen limitaciones significativas del funcionamiento mental. Para ello utilizaremos : La observación directa. Test de CI estandarizados y baremados con la población general. Test de inteligencia elaborados por el personal de apoyo para cada individuo en particular. Escalas de observación y registro. Una de las funciones del proceso de evaluación de la discapacidad intelectual desde el modelo de los apoyos es la clasificación y descripción. Esta función se centra en: Detectar las limitaciones del individuo para poder saber donde necesita apoyos. Detectar los puntos fuertes o capacidades para poder trabajar a partir de ellas. Dar un diagnóstico exacto del tipo de discapacidad. a) y b) son correctas. El perfil de apoyos identifica qué tipos de apoyo son necesarios, la intensidad de los mismos y qué persona va a ser la encargada de proporcionar los apoyos en cada una de las nueve áreas de apoyo. Entre estas áreas podemos citar: Social. Desarrollo humano. Vida en el hogar. Todas son correctas. A la hora de planificar las actividades de apoyo: Nos centraremos en diseñar las actividades ideales para cada persona, aunque no dispongamos de los medios necesarios. Tendremos en cuenta que las mismas actividades han de ser útiles para distintos sujetos que pertenezcan a entornos diferentes. Esto nos ahorrará mucho tiempo y trabajo. Tendremos en cuenta en todo momento los interes y preferencias de la persona, ya que ello aumenta las probabilidades de éxito de la intervención. Todas son correctas. El modelo de los apoyos centra su atención en: La persona. El ambiente. La interacción que se establece entre la persona y el ambiente. El tipo de discapacidad que presenta el individuo. Desde el modelo de los apoyos se pretende ofrecer una atención: Integral y globalizadora. Centrada en el contexto de la persona donde presente una mayor problemática. A través de un único profesional según sean las limitaciones del individuo, para evitar contaminaciones de otras disciplinas. Todas son correctas. El planteamiento multidimensional que propone la AAMR en 1992 hace referencia a: La existencia de una serie de aspectos o características personales y ambientales que pueden variar en el tiempo (dimensiones) y que están influyendo en el funcionamiento individual. La existencia de múltiples etiologías que están en la base del retraso mental. Las multiples dimensiones desde la que se puede abordar el tratamiento del retraso mental. Las distintas dimensiones o nivel de gravedad que puede presentar la persona con retraso mental. El conjunto de habilidades conceptuales, sociales y practicas aprendidas por las personas para funcionar en su vida diaria y responder a los cambios y demandas ambientales se conoce como: Habilidades intelectuales. Conducta adaptativa. Habilidades sociales. Consideraciones emocionales y psicológicas. Las actividades de la vida diaria se consideran: Habilidades conceptuales. Habilidades sociales. Habilidades prácticas. Habilidades laborales. Podemos identificar distintos niveles en los ambientes donde se desarrolla la vida de una persona. La vecindad, la comunidad y aquellas organizaciones que proporcionan algún tipo de servicios (educativos, de rehabilitación o apoyos) pertenecen al: Microsistema. Mesosistema. Macrosistema. Megasistema. El deficit: Es una falta o impedimento en una capacidad funcional. Es una deficiencia de calidad o de cantidad en esas habilidades funcionales. Supone una desventaja con respecto al resto de la población. Todas son correctas. Desde el modelo de los apoyos se considera el retraso mental: Un trastorno médico o mental. Algo inherente al individuo. Fruto de las interrelaciones que se establecen entre las capacidades del propio sujeto y el entorno en el que vive inmerso. Todas son correctas. Para establecer el diagnóstico de retraso mental, el modelo de los apoyos: Utiliza como principal instrumento los test estandarizados los cuales obtenemos un CI. Sobre la base de estos resultados se establece el diagnóstico de retraso mental en mayor o menor grado según el intervalo en que se sitúe el CI obtenido. Utiliza el CI obtenido a través de pruebas estandarizadas, pero es solo uno de los recursos que se consideran. No utiliza bajo ningún concepto los test estandarizados mediante los que se obtiene un CI. Ninguna de las anteriores es correcta. Desde el modelo de los apoyos la intervención se dirige a: Completar o suplir el déficit. Hacer por estas personas lo que ellos no pueden hacer por sí solos debido a su discapacidad. Ofrecer desde el entorno donde vive la persona, las ayudas necesarias para que su nivel de funcionamiento mejore. Todas son correctas. |