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una diferencia relevante entre el seguro de transporte y la responsabilidad del transportista es que: la responsabilidad del transportista siempre es ilimitada. ambos cubren exactamente los mismos riesgos y cantidades. el seguro solo se aplica en transporte internacional. el seguro cubre los daños dentro de los límites pactados, mientras que la responsabilidad del transportista está sujeta a límites legales.

en el transporte internacional por carretera, la normativa que regula la responsabilidad del transportista es: la normativa interna de la empresa transportista. el código de comercio nacional. el convenio de Varsovia. el convenio CMR.

la inclusión de reservas en el documento de transporte es importante porque: permite demostrar que la mercancía fue entregada correctamente. sustituye la obligación de comunicar el siniestro a la aseguradora. garantiza automáticamente el cobro de la indemnización. sirve como prueba inicial de que el daño existía en el momento de la entrega.

cuando el daño no es visible en el momento de la entrega, se considera daño oculto y: queda excluido de cualquier cobertura de seguro. se presume automáticamente responsabilidad del destinatario. no puede reclamarse en ningún caso. debe comunicarse dentro del plazo legal establecido desde la recepción de la mercancía.

la correcta gestión documental ante un siniestro es esencial porque: sustituye la necesidad de realizar una reclamación formal. evita que la aseguradora solicite información adicional. permite acreditar la existencia del seguro, las condiciones del transporte y la realidad de los daños sufridos. garantiza que no sea necesario conservar pruebas gráficas.

la función principal del perito designado por la aseguradora es: determinar las causas del siniestro y valorar los daños para calcular la indemnización correspondiente. sustituir la documentación aportada por el asegurado. representar legalmente al asegurado frente a terceros. autorizar directamente el pago inmediato de la indemnización sin análisis previo.

en caso de siniestro, uno de los documentos básicos que suele exigir la aseguradora es: una declaración jurada del destinatario sin pruebas adicionales. el contrato de transporte o documento equivalente que acredite las condiciones del envío. un informe verbal del conductor del vehículo. únicamente la factura de compra de la mercancía.

cuando se detecta un daño en la mercancía en el momento de la entrega, una actuación correcta por parte del destinatario consiste en: comunicar el daño únicamente al remitente varios días después. devolver automáticamente la mercancía sin dejar constancia documental. reflejar la incidencia de forma clara y detallada en el documento de transporte antes de firmar. aceptar la mercancía sin realizar ninguna anotación para no retrasar la descarga.

las indemnizaciones en el transporte no son iguales para todos los medios porque: el transportista decide libremente el importe a indemnizar. todas las mercancías se indemnizan por unidad sin tener en cuenta el peso. cada medio de transporte se rige por convenios y normativas específicas con límites indemnizatorios distintos. dependen únicamente del valor comercial declarado por el remitente.

la correcta gestión de la documentación ante un siniestro es fundamental porque: sustituye completamente la necesidad de intervención de la aseguradora. evita la obligación de respetar los plazos legales establecidos. permite acreditar el seguro, el transporte realizado y los daños sufridos para tramitar la reclamación. solo es necesaria en caso de siniestros de gran magnitud.

el plazo para formular reclamaciones al transportista es relevante porque: no influye en la resolución del siniestro. solo se aplica cuando el daño es total. una vez superado, se pierde el derecho a reclamar por los daños sufridos. depende exclusivamente de la voluntad del asegurado.

en el transporte de mercancías, la responsabilidad del transportista comprende: solo los daños causados por accidentes de tráfico. únicamente los daños producidos durante la carga en origen. exclusivamente los daños cuando exista culpa directa demostrada. la custodia de la mercancía desde su recepción hasta la entrega en destino, incluyendo pérdidas, daños y retrasos.

la valoración económica de los daños sufridos por la mercancía debe realizarse teniendo en cuenta que: el destinatario decide unilateralmente el importe de la indemnización. el importe se calcula según el valor asegurado y los límites establecidos en la normativa aplicable. el transportista fija libremente la cantidad a pagar. siempre se indemniza el valor de venta al público sin excepciones.

la correcta conservación de pruebas tras una incidencia es fundamental porque: elimina la intervención del perito. facilita la acreditación del daño, su causa y la posible responsabilidad durante el proceso de reclamación. garantiza una resolución inmediata del siniestro. sustituye la necesidad de realizar comunicación formal a la aseguradora.

en el transporte multimodal, la responsabilidad del traslado recae principalmente en: el destinatario final de la mercancía. la aseguradora, independientemente del contrato firmado. cada transportista por separado según el tramo realizado. el operador logístico que asume la responsabilidad global bajo un único contrato.

la comunicación inicial del siniestro a la compañía aseguradora debe realizarse de forma adecuada porque: garantiza el cobro inmediato de la indemnización sin más trámites. elimina la necesidad de informar a las autoridades en caso de accidente. sirve para dejar constancia del aviso y permitir el inicio del proceso de valoración del siniestro. permite sustituir el informe del perito asignado por la aseguradora.

en un siniestro con pérdida parcial de la mercancía, una actuación correcta consiste en: esperar a que el transportista inicie el procedimiento. rechazar toda la mercancía aunque parte esté en buen estado. reclamar únicamente cuando la pérdida sea total. cuantificar el daño sufrido y aportar pruebas que justifiquen la reclamación.

el transportista puede quedar exento de responsabilidad cuando el daño se produce por: retrasos derivados de una mala planificación del transporte. errores en la documentación de transporte. causas relacionadas con embalaje inadecuado, manipulación del cargador o naturaleza propia de la mercancía. falta de comunicación previa del destinatario.

cuando se produce una incidencia durante el transporte de mercancías, la correcta gestión del siniestro resulta fundamental porque: permite actuar conforme a los procedimientos establecidos, reclamar dentro de plazo y evitar pérdidas económicas o conflictos legales posteriores. sustituye la necesidad de disponer de un seguro de transporte en vigor durante la operación logística. elimina automáticamente cualquier responsabilidad del transportista con independencia de las causas del daño. garantiza que todas las incidencias se resuelvan sin necesidad de aportar documentación justificativa.

uno de los objetivos principales de la gestión de incidencias en el transporte consiste en: identificar responsabilidades, aplicar correctamente los procedimientos de reclamación y calcular la indemnización correspondiente. reducir el número de siniestros mediante la eliminación total de riesgos durante el transporte. evitar la participación de aseguradoras para simplificar la resolución del siniestro. retrasar la comunicación del daño hasta conocer su coste final exacto.

cuando ocurre un siniestro, el asegurado tiene la obligación de comunicarlo a la aseguradora: únicamente si los daños superan un importe económico elevado. dentro del plazo establecido en la póliza, que generalmente no supera los siete días desde que se conoce el hecho. solo cuando la mercancía se haya perdido de forma total. una vez finalizado el transporte y entregada la mercancía.