Gestión administrativa del transporte y la logística
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Título del Test:
![]() Gestión administrativa del transporte y la logística Descripción: Reto 10 - UAX |



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En un siniestro con pérdida parcial de la mercancía, una actuación correcta consiste en: Reclamar únicamente cuando la pérdida sea total. Esperar a que el transportista inicie el procedimiento. Cuantificar el daño sufrido y aportar pruebas que justifiquen la reclamación. Rechazar toda la mercancía, aunque parte esté en buen estado. En el transporte de mercancías, la responsabilidad del transportista comprende: Solo los daños causados por accidentes de tráfico. Únicamente los daños producidos durante la carga en origen. Exclusivamente los daños cuando exista culpa directa demostrada. La custodia de la mercancía desde su recepción hasta la entrega en destino, incluyendo pérdidas, daños y retrasos. Cuando se produce una incidencia durante el transporte de mercancías, la correcta gestión del siniestro resulta fundamental porque: Sustituye la necesidad de disponer de un seguro de transporte en vigor durante la operación logística. Permite actuar conforme a los procedimientos establecidos, reclamar dentro de plazo y evitar pérdidas económicas o conflictos legales posteriores. Garantiza que todas las incidencias se resuelvan sin necesidad de aportar documentación justificativa. Elimina automáticamente cualquier responsabilidad del transportista con independencia de las causas del daño. Una diferencia relevante entre el seguro de transporte y la responsabilidad del transportista es que: El seguro solo se aplica en transporte internacional. La responsabilidad del transportista siempre es ilimitada. El seguro cubre los daños dentro de los límites pactados, mientras que la responsabilidad del transportista está sujeta a límites legales. Ambos cubren exactamente los mismos riesgos y cantidades. El plazo para formular reclamaciones al transportista es relevante porque: Una vez superado, se pierde el derecho a reclamar por los daños sufridos. Depende exclusivamente de la voluntad del asegurado. Solo se aplica cuando el daño es total. No influye en la resolución del siniestro. Cuando ocurre un siniestro, el asegurado tiene la obligación de comunicarlo a la aseguradora: Solo cuando la mercancía se haya perdido de forma total. Dentro del plazo establecido en la póliza, que generalmente no supera los siete días desde que se conoce el hecho. Únicamente si los daños superan un importe económico elevado. Una vez finalizado el transporte y entregada la mercancía. Cuando se detecta un daño en la mercancía en el momento de la entrega, una actuación correcta por parte del destinatario consiste en: Reflejar la incidencia de forma clara y detallada en el documento de transporte antes de firmar. Comunicar el daño únicamente al remitente varios días después. Aceptar la mercancía sin realizar ninguna anotación para no retrasar la descarga. Devolver automáticamente la mercancía sin dejar constancia documental. La inclusión de reservas en el documento de transporte es importante porque: Garantiza automáticamente el cobro de la indemnización. Sustituye la obligación de comunicar el siniestro a la aseguradora. Sirve como prueba inicial de que el daño existía en el momento de la entrega. Permite demostrar que la mercancía fue entregada correctamente. Cuando el daño no es visible en el momento de la entrega, se considera daño oculto y: No puede reclamarse en ningún caso. Debe comunicarse dentro del plazo legal establecido desde la recepción de la mercancía. Queda excluido de cualquier cobertura de seguro. Se presume automáticamente responsabilidad del destinatario. En el transporte internacional por carretera, la normativa que regula la responsabilidad del transportista es: El código de comercio nacional. El convenio de Varsovia. El convenio CMR. La normativa interna de la empresa transportista. La correcta gestión documental ante un siniestro es esencial porque: Sustituye la necesidad de realizar una reclamación formal. Permite acreditar la existencia del seguro, las condiciones del transporte y la realidad de los daños sufridos. Garantiza que no sea necesario conservar pruebas gráficas. Evita que la aseguradora solicite información adicional. La comunicación inicial del siniestro a la compañía aseguradora debe realizarse de forma adecuada porque: Permite sustituir el informe del perito asignado por la aseguradora. Elimina la necesidad de informar a las autoridades en caso de accidente. Garantiza el cobro inmediato de la indemnización sin más trámites. Sirve para dejar constancia del aviso y permitir el inicio del proceso de valoración del siniestro. En el transporte multimodal, la responsabilidad del traslado recae principalmente en: El destinatario final de la mercancía. El operador logístico que asume la responsabilidad global bajo un único contrato. La aseguradora, independientemente del contrato firmado. Cada transportista por separado según el tramo realizado. La correcta conservación de pruebas tras una incidencia es fundamental porque: Garantiza una resolución inmediata del siniestro. Sustituye la necesidad de realizar comunicación formal a la aseguradora. Facilita la acreditación del daño, su causa y la posible responsabilidad durante el proceso de reclamación. Elimina la intervención del perito. Uno de los objetivos principales de la gestión de incidencias en el transporte consiste en: Reducir el número de siniestros mediante la eliminación total de riesgos durante el transporte. Identificar responsabilidades, aplicar correctamente los procedimientos de reclamación y calcular la indemnización correspondiente. Retrasar la comunicación del daño hasta conocer su coste final exacto. Evitar la participación de aseguradoras para simplificar la resolución del siniestro. La correcta gestión de la documentación ante un siniestro es fundamental porque: Permite acreditar el seguro, el transporte realizado y los daños sufridos para tramitar la reclamación. Solo es necesaria en caso de siniestros de gran magnitud. Sustituye completamente la necesidad de intervención de la aseguradora. Evita la obligación de respetar los plazos legales establecidos. La función principal del perito designado por la aseguradora es: Sustituir la documentación aportada por el asegurado. Determinar las causas del siniestro y valorar los daños para calcular la indemnización correspondiente. Representar legalmente al asegurado frente a terceros. Autorizar directamente el pago inmediato de la indemnización sin análisis previo. La valoración económica de los daños sufridos por la mercancía debe realizarse teniendo en cuenta que: El destinatario decide unilateralmente el importe de la indemnización. El importe se calcula según el valor asegurado y los límites establecidos en la normativa aplicable. El transportista fija libremente la cantidad a pagar. Siempre se indemniza el valor de venta al público sin excepciones. En caso de siniestro, uno de los documentos básicos que suele exigir la aseguradora es: El contrato de transporte o documento equivalente que acredite las condiciones del envío. Únicamente la factura de compra de la mercancía. Un informe verbal del conductor del vehículo. Una declaración jurada del destinatario sin pruebas adicionales. El transportista puede quedar exento de responsabilidad cuando el daño se produce por: Causas relacionadas con embalaje inadecuado, manipulación del cargador o naturaleza propia de la mercancía. Falta de comunicación previa del destinatario. Retrasos derivados de una mala planificación del transporte. Errores en la documentación de transporte. Las indemnizaciones en el transporte no son iguales para todos los medios porque: Cada medio de transporte se rige por convenios y normativas específicas con límites indemnizatorios distintos. El transportista decide libremente el importe a indemnizar. Dependen únicamente del valor comercial declarado por el remitente. Todas las mercancías se indemnizan por unidad sin tener en cuenta el peso. |




