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Intervención Psicología y Salud Tema 7

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Título del Test:
Intervención Psicología y Salud Tema 7

Descripción:
Psicología y salud sexual (Preguntas de Pilar Casanueva)

Fecha de Creación: 2020/04/28

Categoría: Otros

Número Preguntas: 60

Valoración:(15)
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Temario:

La salud sexual debe ser tenida en cuenta en el plano personal y social. V. F.

Son comportamientos de una sociedad sexualmente sana mostrar tolerancia hacia personas con diferentes valores y modos de vida sexuales y rechazo a los estereotipos respecto a la sexualidad de las diversas poblaciones. V. F.

La sexualidad se manifiesta en aspectos de la vida de las personas como la comunicación, placer y reproducción. V. F.

Desde una perspectiva social, la formación de profesionales de la salud en la sexualidad humana, el fomento de la investigación sobre la sexualidad y el acceso universal a la educación para la salud son comportamientos de una sociedad sexualmente sana. V. F.

Las definiciones que desde los años 50 han formulado los distintos organismos internacionales sobre la salud sexual, son muy operativas, ya que orientan sobre las acciones concretas que se pueden realizar para fomentar la salud sexual en individuos y comunidades. V. F.

La intervención psicológica en el ámbito de la salud sexual se dirige solo a ayudar e intervenir con personas que sufren trastornos sexuales. V. F.

La educación para la salud sexual (EpSS) es un tipo de actuación dirigida a adultos fuera del ámbito educativo y los contenidos, actividades y lenguaje , se adaptan a la edad de la población. V. F.

En las actuaciones de EpSS, es importante el conocimiento de los estadios evolutivos en el desarrollo de las personas. V. F.

El trabajo en promoción de la salud (PSS), son programas exclusivamente dirigido a grupos de personas sexualmente sanas e intervienen en actitudes en relación a la sexualidad. V. F.

La intervención clínica se caracteriza por ser un tipo de actuación profesional que se ofrece para ayudar a personas que presentan un trastorno o disfunción sexual. V. F.

El proceso de sexuación se inicia con la pubertad y termina con la muerte. V. F.

La sexuación es la construcción de la propia sexualidad, de la identidad sexual, por los factores biológicos, psicológicos, genéticos y ambientales que son los que acaban conformando la diferenciación psicosexual de cada persona. V. F.

Las características sexuales secundarias son culturales y constituyen la feminidad o masculinidad de una persona. V. F.

Las características sexuales primarias se desarrollan durante la pubertad como consecuencia de la puesta en marcha de la acción de las hormonas. V. F.

Las características sexuales terciarias son cualidades psicológicas y sociales que son promovidas en un sexo y desalentadas en otro. V. F.

La candidez y la dulzura en las mujeres y el espíritu combativo en hombres, son características primarias. V. F.

La respuesta sexual se refiere al proceso que engloba los cambios fisiológicos y los fenómenos psicológicos por los que pasa una persona como resultado de una estimulación erótica efectiva. V. F.

En el modelo de Masters y Johnson la fase de meseta es la de mayor importancia para que se produzca un incremento de la tensión sexual. V. F.

En el modelo de Masters y Johnson la fase de meseta depende tanto de la efectividad del estimulo como de la sensibilidad de cada persona. V. F.

El modelo de Masters y Johnson hace referencia al concepto de deseo. V. F.

La propuesta de Kaplan de sustituir la fase de activación por deseo ha sido muy aceptada por la comunidad científica. V. F.

Basson considera que el deseo no forma parte de la secuencia de fases de la respuesta sexual y que es un elemento que puede aparecer antes o en el transcurso de la propia respuesta. V. F.

Según Basson el deseo no precede a la estimulación sexual, un bajo deseo espontaneo es considerado normal y no disfuncional, y el deseo sexual no es necesario para la excitación sexual. V. F.

Muchos sexólogos consideran que el modelo de Basson también es aplicable con las consideraciones apropiadas a la respuesta sexual masculina. V. F.

En los problemas relacionados con las infecciones de transmisión sexual como sífilis, gonorrea, las estrategias adecuadas de afrontamiento serían actividades de prevención y educación sexual. V. F.

En los problemas relacionados con la identidad sexual una estrategia seria la ayuda para el acomodamiento al nuevo rol. V. F.

Los factores predisponentes son los que actúan facilitando la aparición a medio y largo plazo y los precipitantes son los que desencadenan a corto plazo la aparición de disfunciones. V. F.

Son factores predisponentes episodios de cansancio excepcional, ansiedad o depresión, trastornos orgánicos y cambios consecuencia de la edad. V. F.

Son factores predisponentes la falta de información sexual, modelos paternos/maternos inadecuados , inseguridad en el rol psicosexual. V. F.

Son factores precipitantes problemas esporádicos de alcohol, disfunción en la pareja, infarto, cambios consecuencia de la edad, episodios de ansiedad o depresión. V. F.

Son factores de mantenimiento las circunstancias que consolidan las conductas sexuales disfuncionales como la ansiedad ante la interacción sexual, miedo a la intimidad, rechazo al cuerpo de la pareja, atención inadecuada a la pareja en la interacción sexual. V. F.

Las experiencias sexuales traumáticas en la infancia y adolescencia pueden ser factores precipitantes y predisponentes. V. F.

La intervención psicológica para la promoción de la salud sexual, tiene como objetivo fomentar actitudes saludables, pero no es su objetivo favorecer comportamientos respetuosos hacia la sexualidad de otros. V. F.

La actitud hacia la sexualidad es una predisposición a sentir, actuar, opinar sobre eventos sexuales, situaciones y conductas sexuales , pero no sobre las normas o costumbres sociales (matrimonio) o situaciones como el desnudo. V. F.

Las actitudes presentan un componente afectivo, cognitivo y comportamental cuanto mas vinculados estén entre sí, más fácil será modificar la actitud. V. F.

El componente cognitivo se refiere a los sentimientos de una persona y su valoración del objeto de actitud. V. F.

El componente conductual se refiere tanto a las intenciones de conducta como sus acciones respecto al objeto. V. F.

El componente afectivo se refiere a los sentimientos de una persona y su valoración del objeto de actitud. V. F.

Cuando ocurre un cambio en uno de los elementos componentes de las actitudes, este hecho no afecta a uno o todos sus componentes. V. F.

Entre las estrategias generales para el cambio de actitudes sexuales encontramos la de sustituir creencias erróneas por conocimientos contrastados, propiciar el conocimiento de las actitudes de otros, practicar conductas que manifiesten actitudes deseadas. V. F.

Después del cambio de actitudes no es necesario un entrenamiento especifico en habilidades sociales , pues los hábitos mantenidos durante tiempo no son resistentes al cambio ni necesitan intervención específica para readaptarlos. V. F.

Conviene incluir como objetivos en los programas de promoción de salud sexual, el respeto a las interacciones sexuales de otras personas, pero se expresa el desacuerdo ante escenarios inadecuados, y la utilización del lenguaje correcto y socialmente aceptado. V. F.

Entre las herramientas que el psicólogo puede utilizar para ayudar a las personas interesadas en mejorar su capacidad de disfrute sexual está, el darles información sobre la anatomía sexual y el proceso de respuesta sexual y darles información rigurosa sobre los conocimientos actuales sobre sexualidad. V. F.

La disminución de la actividad sexual en el grupo de personas mayores se explica exclusivamente por los cambios fisiológicos y el envejecimiento. V. F.

La disminución de la actividad sexual en el grupo de personas mayores se explica por los cambios fisiológicos y el envejecimiento, y por factores psicosociales, expectativas y las actitudes impuestas por el entorno social y los factores psicológicos propios de cada persona. V. F.

Los modelos de salud sexual pueden ser formales o informales. V. F.

Entre los modelos de educación sexual formal se incluyen el modelo higienista pero no la educación procreadora, ni la educación profesionalizada. V. F.

En la educación procreadora la información se presenta de modo moralizador, se opone a la anticoncepción y valora negativamente la masturbación, homosexualidad y las relaciones prematrimoniales. V. F.

El modelo higienista su objetivo es evitar riesgos derivados de la actividad sexual y ofrece una visión positiva y segura asociada a las prácticas sexuales. V. F.

El modelo de educación para la revolución sexual y social propone que los educadores sexuales serán activistas, que desarrollen contenidos que mezclan lo sexual con lo político y se asocian al pensamiento freudiano-marxista. V. F.

La educación profesionalizada propone la necesidad de una educación sexual basada en conocimientos científicos y avalada por la participación de especialistas en su implantación. Se propone que sean los sexólogos los que se encarguen de su implantación. V. F.

El papel del psicólogo en la educación sexual se deberá centrar en formar a profesores, ejercer como consultor de padres y profesores en estas actividades, pero no debe hacerse cargo del diseño del programa formativo ya que no le corresponde. V. F.

En la intervención psicológica en disfunciones sexuales es necesario intervenir sobre la desinformación, la ansiedad sexual y los desajustes en la actividad durante la respuesta sexual. V. F.

La ansiedad está presente en la casi totalidad de los problemas sexuales, y la respuesta sexual es una actividad que resulta incompatible con la ansiedad. V. F.

La intervención psicológica en problemas sexuales se dirige al individuo y lo lleva a cabo un terapeuta. V. F.

En la intervención psicológica en problemas sexuales los problemas sexuales no son un síntoma de problemas sexuales subyacentes y se pueden explicar en términos de aprendizaje. V. F.

En nuestro país no existe la figura del sexólogo de una forma legal reconocida, y pueden intervenir todos los profesionales de la salud en el abordaje de estos problemas. V. F.

El modelo higiniesta ofrece una visión negativa, peligrosa asociada a las prácticas sexuales y contempla evitar costes económicos al sistema de salud. V. F.

Para algunos autores, las estrategias de educación sexual formal que se siguen en nuestro país, en el sistema educativo, se caracterizan "por lo que silencian y ocultan más que por lo que explicitamente enseñan". V. F.

Actuar sobre la respuesta de ansiedad asociada al sexo puede tener como consecuencia adicional la eliminación del problema disfuncional. V. F.

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