Protocolo de Acogida en Atención al Paciente

El objetivo principal del protocolo de acogida es: Reducir los trámites administrativos. Garantizar una atención inicial segura, informada y humanizada al paciente. Reemplazar la valoración médica. Acelerar el alta hospitalaria.

La primera impresión en la acogida del paciente depende principalmente de: Los documentos entregados. El tiempo de espera. La actitud y comunicación del profesional. El uniforme del profesional.

¿Qué información debe ofrecerse en la acogida?. Servicios disponibles y pasos del proceso asistencial. Únicamente normas de seguridad. Solo información administrativa. Únicamente horarios de visita.

En el protocolo de acogida, la identificación del paciente debe ser: Opcional. Delegada a la familia. Clara, verificable y segura. Realizada solo al final del proceso.

La comunicación durante la acogida debe ser: Rápida para no demorar. Científica y técnica. Principalmente escrita. Clara, empática y adaptada al paciente.

Un paciente con deterioro cognitivo leve llega solo. ¿Qué acción inicial es correcta según el protocolo de acogida?. Asumir que comprende todo mientras no indique lo contrario. Entregar información escrita únicamente. Evaluar capacidad de comprensión y adaptar la comunicación utilizando técnicas de apoyo. Esperar a que llegue un familiar sin intervenir.

Durante la acogida, la verificación de identidad debe realizarse utilizando: Cualquier dato verbal proporcionado por el paciente. Un solo identificador fiable. Identificación solo visual por parte del profesional. Al menos dos identificadores independientes y contrastables.

La acogida debe priorizar la detección de riesgos porque: Permite acelerar el proceso de admisión. Reduce eventos adversos mediante identificación temprana de amenazas clínicas y sociales. Evita realizar pruebas médicas innecesarias. Garantiza el cumplimiento de la normativa únicamente.

Si un paciente manifiesta ansiedad elevada en la llegada, el profesional debe: Remitir inmediatamente a salud mental. Ignorar la situación si no afecta al motivo de consulta. Trasladarlo rápidamente al servicio correspondiente. Aplicar contención emocional, validar preocupaciones y adaptar el ritmo informativo.

En un servicio saturado, el principio ético más relevante para la acogida es: Beneficencia exclusivamente. Justicia solo entre pacientes con cita. Equidad y priorización. Autonomía por encima de cualquier otro principio.

Al evaluar la comprensión del paciente durante la acogida, la técnica más eficaz es: Preguntar “¿Lo ha entendido?”. Repetir la explicación sin modificaciones. Entregar un folleto informativo detallado. Uso de la técnica teach-back (que el paciente explique con sus palabras).

Un error frecuente en la acogida es. Realizar una escucha activa. Verificar la identidad dos veces. Dar información excesiva sin priorizar lo esencial. Adaptar el lenguaje al paciente.

Un paciente llega agitado y habla de forma incoherente. Según protocolo, lo primero es: Avisar a seguridad. Completar la documentación administrativa. Llamar inmediatamente al médico. Priorizar su seguridad e identificar si hay riesgo vital o descompensación aguda.

¿Cuál es el error más grave al registrar la identificación del paciente?. Registrar fecha de nacimiento y nombre. Confirmar verbalmente los datos. Copiar datos de un acompañante sin validación directa del paciente o documento oficial. Utilizar el número de historia clínica.

La escucha activa en la acogida incluye: Interrumpir para agilizar. Solo registrar lo que el paciente dice. Parafrasear, validar emociones y analizar contenido verbal y no verbal. Mantener silencio prolongado.

El consentimiento informado durante la acogida: No es necesario en fases iniciales. Es un trámite administrativo. Siempre debe completarse en ese momento. Se aborda si la intervención inmediata lo requiere, respetando capacidad y autonomía.

Si el paciente llega sin documentación y no puede identificarse: No se le puede atender. Se debe esperar a que traiga documentos. No se registra su ingreso. Se procede como “paciente sin identificar”.

En la acogida hospitalaria, un factor clave para la continuidad asistencial es: Transmitir información clara y precisa al siguiente nivel asistencial. Entregar al paciente una copia del historial. Reducir el tiempo en admisión. Minimizar el contacto con otros profesionales.

La valoración inicial emocional del paciente se realiza para: Detectar depresión de forma diagnóstica. Identificar ansiedad, miedo o barreras que puedan afectar la comunicación. Establecer un tratamiento inmediato. Completar el formulario administrativo.

El protocolo de acogida también sirve para: Crear alarma. Reducir normas del centro. Detectar riesgos clínicos, sociales o emocionales desde el inicio. Evitar documentación.