Psicología - psicología clinica y de salud
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Título del Test:![]() Psicología - psicología clinica y de salud Descripción: Preparación examenes nacionales ECAES |




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En la tensión consciente, preconsciente, inconsciente, se plantea teóricamente una eliminación del concepto de tiempo. Esto puede entenderse como: El lenguaje no tiene tiempo. Atemporalidad del psiquismo. El deseo es atemporal. Compresión dinámica del psiquismo. CASO: Felipe es un niño de 11 años que estudio en un colegio prestigioso y de un alto nivel académico en la ciudad. Es hijo único, sus padres, ambos profesionales, con especializaciones en el exterior y con una posición económica alta, vienen a consulta donde Usted como psicólogo para saber qué tiene el menor y qué puede hacer. Están muy preocupados porque si no mejora lamentablemente lo tienen que sacar del colegio y unido a todo lo que ello implica también perderían la gran suma de dinero que invirtieron en el bono desde que lo matricularon allí desde los 5 años. En resumen mencionan los siguientes datos relevantes para el diagnóstico: Se ha comportado así siempre, bueno desde que está estudiando a menudo se mueve en exceso, no se puede quedar sentado, corre y salta muchísimo donde no debería y lo peor es que no se cansa, como si tuviera un motor que nunca se apaga, ni en la casa, ni en el colegio, ni en los cócteles y reuniones importantes a las que asistimos. Habla todo lo que Ud. quiera, hasta le responde sin siquiera haber terminado de dar la pregunta e interrumpe continuamente a sus compañeros en clase y hasta cuando hablamos por teléfono de negocios con otros contratistas. Va atrasado con relación al grupo, realmente va perdiendo el año y sus amigos, los cuales no se lo soportan porque cuando no se hace lo que él quiere les pega, hasta la profesora no sabe que más hacer. Por favor ayúdenos, nos estamos frustrando y desesperando, díganos que tenemos qué hacer, es nuestro único hijo. Con base en la información que se mencionó anteriormente por favor responda, Cuál considera que es la hipótesis preliminar más acertada con respecto a su diagnóstico: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio del déficit de atención. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio hiperactivo impulsivo. Trastorno negativista desafiante. Trastorno disocial. La psicoterapia centrada en el cliente fue desarrollada por: Víctor Frankl. Carl Rogers. Fritz Perls. Abraham Maslow. Cuando un psicólogo clínico aplica pruebas para hacer una valoración psicológica, se puede afirmar que: es correcto puesto que permite inferir el diagnóstico. las pruebas psicológicas son instrumentos de alta confiabilidad y validez. permite conocer y profundizar la problemática del consultante. se utiliza como una herramienta más para el proceso de evaluación. Los filósofos griegos sostuvieron que el cuerpo humano estaba conformado por cuatro humores, de cuyo equilibrio dependía la personalidad y bienestar del individuo. Estos son: salivar, biliar, hormonal y linfático. sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. óxido, vapor, sustancia gris y saliva. flemático, sanguíneo, hepático y colérico. En una situación en la que el psicólogo rompe la confidencialidad para prevenir el daño inminente a una víctima, está haciendo uso del principio de: no malevolencia. buena voluntad. justicia. precaución. Un paciente de 35 años es llevado a consulta por presentar hace más de 8 días dolor de cabeza, insomnio y apatía. Relata tener constantemente la sensación de calor que sube de los pies, pero lo que más le molesta es un torbellino de ideas que se "revuelven en su cabeza" y la continua voz que le ordena "que debe entregar partes de su cuerpo a Jesucristo", por lo cual ha intentado en repetidas ocasiones cercenar sus piernas y brazos. Al recibir al paciente el psicoterapeuta debe: hacer interconsulta con psiquiatría. recolectar la mayor cantidad de información posible para la evaluación. entrevistar familiares. realizar una evaluación semiológica. Un paciente de 35 años es llevado a consulta por presentar hace más de 8 días dolor de cabeza, insomnio y apatía. Relata tener constantemente la sensación de calor que sube de los pies, pero lo que más le molesta es un torbellino de ideas que se "revuelven en su cabeza" y la continua voz que le ordena "que debe entregar partes de su cuerpo a Jesucristo", por lo cual ha intentado en repetidas ocasiones cercenar sus piernas y brazos. Teniendo en cuenta el caso presentado anteriormente, el principal criterio clínico para hospitalización del paciente serían las posibilidades de contención, porque: tiene dolencias físicas que deben ser atendidas. es urgente disminuir el nivel térmico de su cuerpo. existe alto riesgo de auto- lesión. se ha convertido en riesgo para la familia. Un paciente de 35 años es llevado a consulta por presentar hace más de 8 días dolor de cabeza, insomnio y apatía. Relata tener constantemente la sensación de calor que sube de los pies, pero lo que más le molesta es un torbellino de ideas que se "revuelven en su cabeza" y la continua voz que le ordena "que debe entregar partes de su cuerpo a Jesucristo", por lo cual ha intentado en repetidas ocasiones cercenar sus piernas y brazos. En el caso relatado anteriormente se encuentra un síntoma típico de la psicosis, que es: alucinaciones. despersonalización. delirio. transliteraciones. La técnica de juego de roles en la que los consultantes hacen representaciones con el propósito de lograr cierto grado de catarsis y espontaneidad que aumente el insight y la autocomprensión se denomina: sociodrama. genograma. psicodrama. sociograma. Uno de los siguientes aspectos descarta el diagnóstico de Déficit de Atención con Hiperactividad: trastorno de lectura. trastorno de la expresión oral y escrita. retardo mental. comportamiento perturbador. El modelo de terapia de pareja donde siempre están presentes los dos miembros de la pareja con un solo terapeuta es: coterapia. colaborativo. conjunta. simultánea. Es llevado a consulta un menor de siete años por sus padres, quienes están preocupados porque su hijo está presentando un problema de encopresis desde hace dos años. Esta pareja tiene otro hijo de dos años. Se observan manifestaciones de ansiedad en el padre quien presenta dificultades para dormir. Hay antecedentes de maltrato físico y psicológico en la relación de pareja. Escoja el proceso de atención clínica que más se ajusta al caso: evaluación y profundización de la problemática de la pareja y su incidencia en la sintomatología del niño. el trabajo de intervención psicológica con el niño implicará mejora de la problemática de la pareja. el clínico debe darle primacía a la problemática del menor sin hacer intervenciones con la pareja. se debe atender y resolver primero la problemática de la pareja. Uno de los siguientes abordajes terapéuticos evita la tradición diagnóstica en lo referente al empleo de pruebas y la categorización de los procesos mentales. El terapeuta se sitúa siempre en el marco interno del consultante, sin olvidar nunca su condición. terapia no directiva. terapia centrada en el cliente. terapia breve y focal. terapia de insight. Se considera esencial en la intervención psicológica con un consultante: la interacción planificada. la identificación con el terapeuta. la liberación de emociones. la relación terapéutica. Un psicólogo clínico ha aplicado la prueba de inteligencia WISC-R a Juan, un niño de 8 años remitido por problemas de aprendizaje y sospecha de trastorno negativista desafiante. Los resultados de la prueba arrojaron un C.I. de 64. El psicólogo puede concluir que: Juan presenta incapacidad para progresar en el trabajo escolar tan rápidamente como otros niños. el trastorno negativista desafiante es una consecuencia de su bajo rendimiento escolar. Juan requiere un examen físico y diagnóstico del estado mental. los problemas de aprendizaje de Juan no están relacionados con su nivel de C.I., pues éste se ubica en los parámetros normales. Para diseñar y aplicar un programa de prevención del estrés en una comunidad, el psicólogo interviene desde la psicología: social. de la salud. clínica. cultural. Los elementos fundamentales de toda psicoterapia son: terapeuta-consultante-foco. terapeuta-consultante-vínculo terapéutico. terapeuta-diagnóstico-devolución. terapeuta-técnicas psicodiagnósticasevaluación. En psicología clínica se realiza la evaluación, diagnóstico y tratamiento del estado psicológico de una persona y para esto el psicoterapeuta utiliza: pruebas, entrevista y terapia. entrevista y comportamiento preverbal. pruebas, entrevista y comportamiento. test proyectivos y test objetivos. Una(s) de las técnicas de intervención usadas desde el enfoque cognoscitivo - conductual es (son): 1. reestructuración de pensamiento 2. la interpretación del vínculo terapéutico 3. solución de problemas 4. la intención paradójica. si las opciones 1, 2 y 3 son correctas. si las opciones 1 y 3 son correctas. si las opciones 2 y 4 son correctas. si sólo la opción 4 es correcta. si todas las opciones son correctas. El proceso de evaluación clínica involucra: 1. el contacto inicial y la entrevista con el paciente 2. elección y aplicación de pruebas psicológicas 3. las inferencias diagnósticas 4. la hipótesis de intervención. si las opciones 1, 2 y 3 son correctas. si las opciones 1 y 3 son correctas. si las opciones 2 y 4 son correctas. si sólo la opción 4 es correcta. si todas las opciones son correctas. Constituyen estrategias para la recolección de datos en un proceso de evaluación clínica con un menor de cuatro años: 1. entrevista con los padres 2. valoración del comportamiento 3. aplicación de pruebas psicológicas 4. elaboración de autoregistro. si las opciones 1, 2 y 3 son correctas. si las opciones 1 y 3 son correctas. si las opciones 2 y 4 son correctas. si sólo la opción 4 es correcta. si todas las opciones son correctas. Luisa era una secretaría de contabilidad de 34 años, inteligente, atractiva y soltera, que vivía con sus padres. Luisa se quejaba de que estaba preocupada por pensamientos de contagio de cáncer. Decía: "Tengo miedo de salir y tengo miedo de encontrarme a personas que lo tengan en la familla. Me lavo las manos 20 veces al día y me ducho muchas veces, pero no puedo librarme de ello. Tengo miedo de dar la mano a la gente. No hago bien nada. Me he quedado en casa sin ir a trabajar la última semana. Tomo jabón y me lavo por fuera y por dentro". Caminaba con la cabeza agachada para ver si alguien había escupido en la acera. Si compraba algo de menos de cinco mil pesos, pensaba que le traería muy mala suerte. Solía salir mucho con hombres, pero gradualmente eso comenzó a fastidiarla. Los que querían ser serios le disgustaban mucho. Decía: "No confío en los hombres serios. Pueden herirme al hacer que me implique. Nunca me ha herido un chico hasta ahora, porque lo he dejado yo antes que él me dejara a mi". Temía el rechazo y la pérdida de control. Continuaba: "Cuando yo era pequeña me asustaba decir "hola" a la gente por miedo a que no me devolvieran el saludo". Aprendió pronto a evitar situaciones que no controlaba y a defenderse evitando cualquier implicación seria con otros. Los siete años anteriores había salido con Jaime. Luisa se sentía segura con él, pues tenía otro compromiso. El salía con otras mujeres. Sin embargo, dos años antes de acudir a la consulta "El salía con otra mujer y dejó de hacerlo. Yo quería que se divorciara. Diez días después de hablar sobre eso, visité a una amiga y me dijo que su padre tenia cáncer. Fue entonces cuando empezó. El dijo que obtendría el divorcio y lo hizo. El año pasado salí con otros, pero no sirvió de nada. Tengo problemas para dormir." Luisa sentía que tenía que seguir viendo a Jaime, con quien mantenía relaciones sexuales, pues aunque rechazaba cualquier avance serio, se sentía atraída hacia él. Desarrolló una extraña compulsión a beber agua jabonosa. Advertía: "Me da miedo parar, porque cuando solía irrigarme cogí la infección". Al preguntarle qué necesitaba limpiar de si misma, contestó: "Jaime. Se presentó de repente hace una semana. Bebimos un par de copas. Me dijo seis veces que me amaba. No me hace bien". En ese punto, lloró. Describió sentimientos ambivalentes hacia él. Por un lado, deseaba que la dejara sola, pero le gustaba mucho estar con él. "Puede que fuera el sexo. Era muy bonito y muy agradable. Pero no me daba lo que yo quería. Por tanto, no me preocupo por el sexo porque siempre acabo llevando la peor parte. Me lo tomó demasiado en serio. Cuando me preocupo por alguien, lo hago hasta el final". Continuó saliendo con otros hombres, prefiriendo los casados o mayores y, por tanto, no disponibles como parejas serias. El motivo inicial de consulta de Luisa es: 1. síntomas depresivos 2. dificultades en su trabajo 3. crisis con la pareja 4. estados de ansiedad. si las opciones 1, 2 y 3 son correctas. si las opciones 1 y 3 son correctas. si las opciones 2 y 4 son correctas. si sólo la opción 4 es correcta. si todas las opciones son correctas. Luisa era una secretaría de contabilidad de 34 años, inteligente, atractiva y soltera, que vivía con sus padres. Luisa se quejaba de que estaba preocupada por pensamientos de contagio de cáncer. Decía: "Tengo miedo de salir y tengo miedo de encontrarme a personas que lo tengan en la familla. Me lavo las manos 20 veces al día y me ducho muchas veces, pero no puedo librarme de ello. Tengo miedo de dar la mano a la gente. No hago bien nada. Me he quedado en casa sin ir a trabajar la última semana. Tomo jabón y me lavo por fuera y por dentro". Caminaba con la cabeza agachada para ver si alguien había escupido en la acera. Si compraba algo de menos de cinco mil pesos, pensaba que le traería muy mala suerte. Solía salir mucho con hombres, pero gradualmente eso comenzó a fastidiarla. Los que querían ser serios le disgustaban mucho. Decía: "No confío en los hombres serios. Pueden herirme al hacer que me implique. Nunca me ha herido un chico hasta ahora, porque lo he dejado yo antes que él me dejara a mi". Temía el rechazo y la pérdida de control. Continuaba: "Cuando yo era pequeña me asustaba decir "hola" a la gente por miedo a que no me devolvieran el saludo". Aprendió pronto a evitar situaciones que no controlaba y a defenderse evitando cualquier implicación seria con otros. Los siete años anteriores había salido con Jaime. Luisa se sentía segura con él, pues tenía otro compromiso. El salía con otras mujeres. Sin embargo, dos años antes de acudir a la consulta "El salía con otra mujer y dejó de hacerlo. Yo quería que se divorciara. Diez días después de hablar sobre eso, visité a una amiga y me dijo que su padre tenia cáncer. Fue entonces cuando empezó. El dijo que obtendría el divorcio y lo hizo. El año pasado salí con otros, pero no sirvió de nada. Tengo problemas para dormir." Luisa sentía que tenía que seguir viendo a Jaime, con quien mantenía relaciones sexuales, pues aunque rechazaba cualquier avance serio, se sentía atraída hacia él. Desarrolló una extraña compulsión a beber agua jabonosa. Advertía: "Me da miedo parar, porque cuando solía irrigarme cogí la infección". Al preguntarle qué necesitaba limpiar de si misma, contestó: "Jaime. Se presentó de repente hace una semana. Bebimos un par de copas. Me dijo seis veces que me amaba. No me hace bien". En ese punto, lloró. Describió sentimientos ambivalentes hacia él. Por un lado, deseaba que la dejara sola, pero le gustaba mucho estar con él. "Puede que fuera el sexo. Era muy bonito y muy agradable. Pero no me daba lo que yo quería. Por tanto, no me preocupo por el sexo porque siempre acabo llevando la peor parte. Me lo tomó demasiado en serio. Cuando me preocupo por alguien, lo hago hasta el final". Continuó saliendo con otros hombres, prefiriendo los casados o mayores y, por tanto, no disponibles como parejas serias. En el cuadro clínico de Luisa pueden identificarse los siguientes síntomas: 1. miedo al contagio 2. evitación de relaciones inseguras 3. problemas para dormir 4. sentimientos ambivalentes. si las opciones 1, 2 y 3 son correctas. si las opciones 1 y 3 son correctas. si las opciones 2 y 4 son correctas. si sólo la opción 4 es correcta. si todas las opciones son correctas. Luisa era una secretaría de contabilidad de 34 años, inteligente, atractiva y soltera, que vivía con sus padres. Luisa se quejaba de que estaba preocupada por pensamientos de contagio de cáncer. Decía: "Tengo miedo de salir y tengo miedo de encontrarme a personas que lo tengan en la familla. Me lavo las manos 20 veces al día y me ducho muchas veces, pero no puedo librarme de ello. Tengo miedo de dar la mano a la gente. No hago bien nada. Me he quedado en casa sin ir a trabajar la última semana. Tomo jabón y me lavo por fuera y por dentro". Caminaba con la cabeza agachada para ver si alguien había escupido en la acera. Si compraba algo de menos de cinco mil pesos, pensaba que le traería muy mala suerte. Solía salir mucho con hombres, pero gradualmente eso comenzó a fastidiarla. Los que querían ser serios le disgustaban mucho. Decía: "No confío en los hombres serios. Pueden herirme al hacer que me implique. Nunca me ha herido un chico hasta ahora, porque lo he dejado yo antes que él me dejara a mi". Temía el rechazo y la pérdida de control. Continuaba: "Cuando yo era pequeña me asustaba decir "hola" a la gente por miedo a que no me devolvieran el saludo". Aprendió pronto a evitar situaciones que no controlaba y a defenderse evitando cualquier implicación seria con otros. Los siete años anteriores había salido con Jaime. Luisa se sentía segura con él, pues tenía otro compromiso. El salía con otras mujeres. Sin embargo, dos años antes de acudir a la consulta "El salía con otra mujer y dejó de hacerlo. Yo quería que se divorciara. Diez días después de hablar sobre eso, visité a una amiga y me dijo que su padre tenia cáncer. Fue entonces cuando empezó. El dijo que obtendría el divorcio y lo hizo. El año pasado salí con otros, pero no sirvió de nada. Tengo problemas para dormir." Luisa sentía que tenía que seguir viendo a Jaime, con quien mantenía relaciones sexuales, pues aunque rechazaba cualquier avance serio, se sentía atraída hacia él. Desarrolló una extraña compulsión a beber agua jabonosa. Advertía: "Me da miedo parar, porque cuando solía irrigarme cogí la infección". Al preguntarle qué necesitaba limpiar de si misma, contestó: "Jaime. Se presentó de repente hace una semana. Bebimos un par de copas. Me dijo seis veces que me amaba. No me hace bien". En ese punto, lloró. Describió sentimientos ambivalentes hacia él. Por un lado, deseaba que la dejara sola, pero le gustaba mucho estar con él. "Puede que fuera el sexo. Era muy bonito y muy agradable. Pero no me daba lo que yo quería. Por tanto, no me preocupo por el sexo porque siempre acabo llevando la peor parte. Me lo tomó demasiado en serio. Cuando me preocupo por alguien, lo hago hasta el final". Continuó saliendo con otros hombres, prefiriendo los casados o mayores y, por tanto, no disponibles como parejas serias. La obsesión relacionada con el ritual compulsivo en Luisa se manifiesta con: 1. ideas de contaminación 2. rituales de lavado y limpieza 3. ideas de enfermedad y muerte 4. rituales de comprobaciones. si las opciones 1, 2 y 3 son correctas. si las opciones 1 y 3 son correctas. si las opciones 2 y 4 son correctas. si sólo la opción 4 es correcta. si todas las opciones son correctas. Luisa era una secretaría de contabilidad de 34 años, inteligente, atractiva y soltera, que vivía con sus padres. Luisa se quejaba de que estaba preocupada por pensamientos de contagio de cáncer. Decía: "Tengo miedo de salir y tengo miedo de encontrarme a personas que lo tengan en la familla. Me lavo las manos 20 veces al día y me ducho muchas veces, pero no puedo librarme de ello. Tengo miedo de dar la mano a la gente. No hago bien nada. Me he quedado en casa sin ir a trabajar la última semana. Tomo jabón y me lavo por fuera y por dentro". Caminaba con la cabeza agachada para ver si alguien había escupido en la acera. Si compraba algo de menos de cinco mil pesos, pensaba que le traería muy mala suerte. Solía salir mucho con hombres, pero gradualmente eso comenzó a fastidiarla. Los que querían ser serios le disgustaban mucho. Decía: "No confío en los hombres serios. Pueden herirme al hacer que me implique. Nunca me ha herido un chico hasta ahora, porque lo he dejado yo antes que él me dejara a mi". Temía el rechazo y la pérdida de control. Continuaba: "Cuando yo era pequeña me asustaba decir "hola" a la gente por miedo a que no me devolvieran el saludo". Aprendió pronto a evitar situaciones que no controlaba y a defenderse evitando cualquier implicación seria con otros. Los siete años anteriores había salido con Jaime. Luisa se sentía segura con él, pues tenía otro compromiso. El salía con otras mujeres. Sin embargo, dos años antes de acudir a la consulta "El salía con otra mujer y dejó de hacerlo. Yo quería que se divorciara. Diez días después de hablar sobre eso, visité a una amiga y me dijo que su padre tenia cáncer. Fue entonces cuando empezó. El dijo que obtendría el divorcio y lo hizo. El año pasado salí con otros, pero no sirvió de nada. Tengo problemas para dormir." Luisa sentía que tenía que seguir viendo a Jaime, con quien mantenía relaciones sexuales, pues aunque rechazaba cualquier avance serio, se sentía atraída hacia él. Desarrolló una extraña compulsión a beber agua jabonosa. Advertía: "Me da miedo parar, porque cuando solía irrigarme cogí la infección". Al preguntarle qué necesitaba limpiar de si misma, contestó: "Jaime. Se presentó de repente hace una semana. Bebimos un par de copas. Me dijo seis veces que me amaba. No me hace bien". En ese punto, lloró. Describió sentimientos ambivalentes hacia él. Por un lado, deseaba que la dejara sola, pero le gustaba mucho estar con él. "Puede que fuera el sexo. Era muy bonito y muy agradable. Pero no me daba lo que yo quería. Por tanto, no me preocupo por el sexo porque siempre acabo llevando la peor parte. Me lo tomó demasiado en serio. Cuando me preocupo por alguien, lo hago hasta el final". Continuó saliendo con otros hombres, prefiriendo los casados o mayores y, por tanto, no disponibles como parejas serias. Del caso puede deducirse que Luisa tiene un trastorno obsesivo compulsivo PORQUE el rasgo de personalidad más sobresaliente en Luisa es el temor a establecer vínculos duraderos. si ambas afirmaciones son verdaderas y la segunda es una razón o explicación correcta de la primera. si ambas afirmaciones son verdaderas pero la segunda NO es una razón o explicación correcta de la primera. si la primera afirmación es verdadera pero la segunda es falsa. si la primera afirmación es falsa pero la segunda es verdadera. si ambas afirmaciones son falsas. Luisa era una secretaría de contabilidad de 34 años, inteligente, atractiva y soltera, que vivía con sus padres. Luisa se quejaba de que estaba preocupada por pensamientos de contagio de cáncer. Decía: "Tengo miedo de salir y tengo miedo de encontrarme a personas que lo tengan en la familla. Me lavo las manos 20 veces al día y me ducho muchas veces, pero no puedo librarme de ello. Tengo miedo de dar la mano a la gente. No hago bien nada. Me he quedado en casa sin ir a trabajar la última semana. Tomo jabón y me lavo por fuera y por dentro". Caminaba con la cabeza agachada para ver si alguien había escupido en la acera. Si compraba algo de menos de cinco mil pesos, pensaba que le traería muy mala suerte. Solía salir mucho con hombres, pero gradualmente eso comenzó a fastidiarla. Los que querían ser serios le disgustaban mucho. Decía: "No confío en los hombres serios. Pueden herirme al hacer que me implique. Nunca me ha herido un chico hasta ahora, porque lo he dejado yo antes que él me dejara a mi". Temía el rechazo y la pérdida de control. Continuaba: "Cuando yo era pequeña me asustaba decir "hola" a la gente por miedo a que no me devolvieran el saludo". Aprendió pronto a evitar situaciones que no controlaba y a defenderse evitando cualquier implicación seria con otros. Los siete años anteriores había salido con Jaime. Luisa se sentía segura con él, pues tenía otro compromiso. El salía con otras mujeres. Sin embargo, dos años antes de acudir a la consulta "El salía con otra mujer y dejó de hacerlo. Yo quería que se divorciara. Diez días después de hablar sobre eso, visité a una amiga y me dijo que su padre tenia cáncer. Fue entonces cuando empezó. El dijo que obtendría el divorcio y lo hizo. El año pasado salí con otros, pero no sirvió de nada. Tengo problemas para dormir." Luisa sentía que tenía que seguir viendo a Jaime, con quien mantenía relaciones sexuales, pues aunque rechazaba cualquier avance serio, se sentía atraída hacia él. Desarrolló una extraña compulsión a beber agua jabonosa. Advertía: "Me da miedo parar, porque cuando solía irrigarme cogí la infección". Al preguntarle qué necesitaba limpiar de si misma, contestó: "Jaime. Se presentó de repente hace una semana. Bebimos un par de copas. Me dijo seis veces que me amaba. No me hace bien". En ese punto, lloró. Describió sentimientos ambivalentes hacia él. Por un lado, deseaba que la dejara sola, pero le gustaba mucho estar con él. "Puede que fuera el sexo. Era muy bonito y muy agradable. Pero no me daba lo que yo quería. Por tanto, no me preocupo por el sexo porque siempre acabo llevando la peor parte. Me lo tomó demasiado en serio. Cuando me preocupo por alguien, lo hago hasta el final". Continuó saliendo con otros hombres, prefiriendo los casados o mayores y, por tanto, no disponibles como parejas serias. Luisa se sentía segura sólo en aquellas relaciones que le garantizaban vínculos estables PORQUE Luisa busca en sus relaciones una manera de resolver su ambivalencia. si ambas afirmaciones son verdaderas y la segunda es una razón o explicación correcta de la primera. si ambas afirmaciones son verdaderas pero la segunda NO es una razón o explicación correcta de la primera. si la primera afirmación es verdadera pero la segunda es falsa. si la primera afirmación es falsa pero la segunda es verdadera. si ambas afirmaciones son falsas. |