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técnico especialista III

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Título del Test:
técnico especialista III

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tema 16

Fecha de Creación: 2023/06/23

Categoría: Otros

Número Preguntas: 36

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La primera aproximación al modelo de los apoyos tuvo un gran impacto: Entre los profesionales e investigadores de la discapacidad intelectual. En los familiares de las personas con discapacidad intelectual. Porque que estimuló la reflexión y el cambio de concepción sobre las personas con discapacidad intelectual y las implicaciones prácticas. Todas son correctas.

Las ayudas puntuales en momentos críticos y durante periodos cortos se conocen como: Apoyo intermitente. Apoyo limitado. Apoyo extenso. Apoyo generalizado.

Respecto a las habilidades sociales, las personas con discapacidad intelectual. Tienen dificultades para percibir los estímulos sociales. Son capaces de reaccionar perfectamente ante situaciones nuevas. Sólo pueden relacionarse de forma adecuada con otras personas que tengan su mismo grado discapacidad. a) y b) son correctas.

La definición de 1992 establecía que si se ofrecen los apoyos apropiados durante un periodo prolongado: La persona con discapacidad intelectual, dejará de serlo. El funcionamiento en la vida de la persona con discapacidad intelectual mejorará generalmente. La persona con discapacidad intelectual seguirá teniendo su discapacidad, pero aumentará su CI. b) y c) son correctas.

El contexto social influye en el grado de autonomía que pueda alcanzar la persona con discapacidad intelectual porque: Un ambiente excesivamente protector dará como resultado personas totalmente independientes. En un ambiente demasiado protector la persona con discapacidad intelectual siempre dependerá de los demás, incluso en cosas para las que está capacitado. Si mostramos unas expectativas superiores a la capacidad real de la persona estaremos favoreciendo su desarrollo, pues intentará por todos los medios no defraudar. b) y c) son correctas.

La definición de retraso mental que daba la AAMR en 1992 supuso un cambio de paradigma. El nuevo paradigma se basó en: El cociente intelectual o CI. Los apoyos. El sistema de clasificación de la Organización Mundial de la Salud. El déficit intelectual.

Desde el modelo de los apoyos la intervención se dirige a: Completar o suplir el déficit. Hacer por estas personas lo que ellos no pueden hacer por sí solos debido a su discapacidad. Ofrecer desde el entorno donde vive la persona, las ayudas necesarias para que su nivel de funcionamiento mejore. Todas son correctas.

Al hablar de apoyos hacemos referencia a: La modalidad de escolarización de los niños con discapacidad intelectual. Las prestaciones económicas que reciben las personas con discapacidad intelectual. Una de las dimensiones que definen discapacidad intelectual según la AAMR. Los recursos que se ofrecen a la persona con discapacidad intelectual para favorecer su desarrollo en las distintas áreas.

Entre las funciones del apoyo podemos citar: Planificación financiera. Plan de trabajo individualizado. La comunicación y el lenguaje. Todas son correctas.

El nivel de adaptación es una de las dimensiones que definen la discapacidad intelectual según la AAIDD. Las habilidades adaptativas pueden ser de tres tipos: Ambientales, culturales y laborales. Conceptuales, sociales y prácticas. Físicas, mentales y sociales. Comunicativas, interactivas y académicas.

Los apoyos naturales son: Los que parten de diversas instituciones o de los servicios generales que se ofrecen en la sociedad. Los que parten del entorno inmediato de la persona con discapacidad intelectual, es decir, de la familia y los amigos. Los ofrecidos por profesionales y agencias. a) y c) son correctas.

El sistema de clasificación de discapacidad intelectual según la AAIDD se basa en: El contexto social. El nivel de adaptación. La intensidad de los apoyos necesarios. El CI (ligero, moderado, grave y profundo).

Se habla por primera vez del modelo de los apoyos en la discapacidad intelectual en: En la séptima edición del manual de la AAMR (1972). En la octava edición del manual de la AAMR (1982). En la novena edición del manual de la AAMR (1992). En la décima edición del manual de la AAMR (2002).

A la hora de planificar las actividades de apoyo: Nos centraremos en diseñar las actividades ideales para cada persona, aunque no dispongamos de los medios necesarios. Tendremos en cuenta que las mismas actividades han de ser útiles para distintos sujetos que pertenezcan a entornos diferentes. Esto nos ahorrará mucho tiempo y trabajo. Tendremos en cuenta en todo momento los intereses y preferencias de la persona, ya que ello aumenta las probabilidades de éxito de la intervención. Todas son correctas.

La definición de la AARM de 1992 sobre discapacidad intelectual: Supuso un cambio de paradigma en el modo de evaluar la discapacidad intelectual. Supuso un cambio de paradigma en el modo afrontar las estrategias de intervención. Supuso una marcha atrás en las investigaciones realizadas en los 80. a) y b) son correctas.

Desde el modelo de los apoyos se pretende ofrecer una atención: Integral y globalizadora. Centrada en el contexto de la persona donde presente una mayor problemática. A través de un único profesional, según sean las limitaciones del individuo, para evitar contaminaciones de otras disciplinas. Todas son correctas.

El planteamiento multidimensional que proponía la AAMR en 1992 hacía referencia a: La existencia de una serie de aspectos o características personales y ambientales que pueden variar en el tiempo (dimensiones), y que están influyendo en el funcionamiento individual. La existencia de múltiples etiologías que están en la base de la discapacidad intelectual. Las múltiples dimensiones desde las que se puede abordar el tratamiento de la discapacidad intelectual. Las distintas dimensiones o nivel de gravedad que puede presentar la persona con discapacidad intelectual.

La Asociación Americana de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo, AAIDD (anteriormente Asociación sobre Retraso Mental, AAMR) actualmente define la discapacidad intelectual como una discapacidad que se caracteriza por: Limitaciones en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa. Rendimiento académico por debajo de la media. Originarse después de los 18 años. a) y c) son correctas.

El pobre autoconcepto que suele presentar la persona con discapacidad intelectual se atribuye principalmente a: El bajo CI. La falta de integración social. El modo en que la sociedad reacciona ante ellos. La carencia de normativa legal que apoye a este colectivo.

Las diferentes definiciones sobre discapacidad intelectual de la AAIDD (antes AAMR) coinciden al señalar que para considerar el diagnóstico de la discapacidad intelectual tiene que manifestarse antes de: Los 18 años. Los 20 años. Los 25 años. Los 30 años.

Los principales criterios de diagnóstico de discapacidad intelectual son. Capacidad intelectual, capacidad comunicativa y habilidades funcionales. Adaptación social, CI y niveles de interacción. Salud física, salud mental y etiología. Capacidad intelectual, conducta adaptativa y edad de comienzo.

Los apoyos: Sólo los necesitan las personas con discapacidad intelectual. Los necesitan tanto las personas con discapacidad intelectual, como el resto de individuos cuando carecen de las capacidades que requieren las demandas del entorno. Solo los necesitan las personas que no son capaces de caminar por sí mismas. a) y c) son correctas.

Respecto a las distintas intensidades de los apoyos podemos considerar cierta la afirmación. El apoyo intermitente se refiere a ayudas puntuales en momentos críticos y durante periodos cortos. El apoyo limitado es intensivo pero durante tiempo limitado, siempre requiere la intervención de un especialista. El apoyo extenso es el que se extiende también a la familia de la persona con discapacidad intelectual. El apoyo generalizado se refiere a ayudas en momentos puntuales y cortos, pero en muchos entornos diferentes.

El perfil de apoyos identifica qué tipos de apoyo son necesarios, la intensidad de los mismos y qué persona va a ser la encargada de proporcionar los apoyos en cada una de las nueve áreas de apoyo. Entre estas áreas podemos citar: Social. Desarrollo humano. Vida en el hogar. Todas son correctas.

Siguiendo un criterio cuantitativo podemos considerar que una persona tiene discapacidad intelectual si su CI está por debajo de: 50. 60. 70. 80.

En lo referente a la salud física de la persona con discapacidad intelectual podemos decir que: Tienen una salud mucho más deficitaria que el resto de la población debido principalmente a las frecuentes autoagresiones. La discapacidad intelectual siempre va asociada con crisis convulsivas más o menos frecuentes. Es fundamental contar con la colaboración de los familiares, pues muchas veces no son capaces de identificar los signos de enfermedad y/o de comunicarlos. a) y b) son ciertas.

Respecto al diagnóstico etiológico podemos decir que: Sólo se conoce en el 50% de los casos. Es fundamental para predecir el nivel de funcionamiento intelectual. Es imprescindible para conocer de antemano el nivel de adaptación que tendrá la persona con discapacidad intelectual. Todas las opciones son correctas.

Sobre la sexualidad del adulto con discapacidad intelectual es correcto decir que. Son personas asexuadas, es decir, carecen de deseo y capacidad sexual. Poseen una sexualidad descontrolada, no son capaces de autorregularse. Pueden mantener relaciones sexuales esporádicas, pero no son capaces de mantener relaciones relativamente estables. Su sexualidad es muy parecida a la del resto de individuos, pudiendo incluso hacer una clara elección de su pareja y mantener una relación más o menos estable.

Desde el modelo de los apoyos se considera la discapacidad intelectual: Un trastorno médico o mental. Algo inherente al individuo. Fruto de las interrelaciones que se establecen entre las capacidades del propio sujeto y el entorno en el que vive inmerso. Todas son correctas.

El modelo de los apoyos centra su atención en. La persona. El ambiente. La interacción que se establece entre la persona y el ambiente. El tipo de discapacidad que presenta el individuo.

Para dar el diagnóstico de discapacidad intelectual debemos verificar si existen limitaciones significativas del funcionamiento mental. Para ello utilizamos: La observación directa. Test de CI estandarizados y baremados con la población general. Test de inteligencia elaborados por el personal de apoyo para cada individuo en particular. Escalas de observación y registro.

Los recursos que se ofrecen a las personas con discapacidad intelectual para favorecer su desarrollo e independencia en las distintas áreas se conocen con el nombre de: Recursos de desarrollo. Modificación de conducta. Apoyos. Recursos de accesibilidad.

El cambio de enfoque en el concepto de la discapacidad intelectual: Requiere el uso de estrategias centradas en el individuo exclusivamente. Requiere el uso de estrategias que disminuyan, o incluso, eliminen la discapacidad intelectual. Hace necesario un cambio en las estrategias de intervención, poniendo, también a partir de ahora, el énfasis en el entorno. Presupone que no es necesario ningún tipo de intervención, sino que la persona con discapacidad intelectual es capaz, por sí misma, de mejorar su calidad de vida.

Una de las funciones del proceso de evaluación de la discapacidad intelectual desde el modelo de los apoyos es la clasificación y descripción. Esta función se centra en: Detectar las limitaciones del individuo para poder saber donde necesita apoyos. Detectar las limitaciones del individuo para poder saber donde necesita apoyos. Dar un diagnóstico exacto del tipo de discapacidad. a) y b) son correctas.

El comportamiento de un adulto con discapacidad intelectual: Es equiparable bajo todos los aspectos y en todas las circunstancias al de un niño. Es diferente al comportamiento infantil, pues han desarrollado una cierta madurez humana y social. Se puede equiparar a la de un niño cuya edad cronológica corresponda con su edad menta. Siempre es disruptivo, lo que imposibilita las relaciones sociales.

En cuanto a la salud mental de estas personas podemos considerar cierta la siguiente afirmación. A mayor grado de discapacidad intelectual, mayor probabilidad de presentar problemas emocionales. A mayor grado de discapacidad intelectual, menor probabilidad de presentar problemas emocionales. Sólo las personas con discapacidad intelectual severa o profunda muestran problemas emocionales. Sólo las personas con discapacidad intelectual ligera o moderada muestran problemas emocionales.

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