TEMA 3. MUROS DE CONTENCIÓN Y DE SÓTANO DE HA
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![]() TEMA 3. MUROS DE CONTENCIÓN Y DE SÓTANO DE HA Descripción: TEMA 3. MUROS DE CONTENCIÓN Y DE SÓTANO DE HA |



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Un muro de contención se caracteriza principalmente por: Formar parte de la estructura resistente del edificio y transmitir cargas verticales. Ser una construcción exenta cuya función es contener tierras para salvar un desnivel. Trabajar como una viga continua por apoyo en forjados. Recibir cargas verticales importantes además del empuje. Un muro de sótano se diferencia del de contención porque: Solo recibe empujes horizontales del terreno. No transmite cargas al terreno. Forma parte de la estructura resistente y además puede trabajar como “gran viga de cimentación”. No está sometido a compresión. En un muro de contención típico, el cuerpo del muro trabaja esencialmente: A tracción pura. A flexión por el empuje horizontal del terreno. A compresión por cargas verticales de la estructura. A cortante predominante por forjados. En un muro de contención exento, respecto a cargas verticales, lo habitual es que el alzado: Soporte cargas verticales de forjados. Soporte cargas verticales de pilares. No soporte cargas verticales salvo su propio peso. Trabaje siempre como pórtico. Casuística: muro que configura un recinto habitable interior y recibe cargas de forjados/pilares arriba, además del empuje del terreno. ¿Qué tipo es?. Muro de gravedad. Muro de bandeja. Muro de sótano. Muro pantalla. El comportamiento mecánico típico de un muro de contención (en el modelo básico) es: Viga biapoyada en cimiento y forjado. Viga continua en varios vanos. Voladizo/ménsula empotrado en el cimiento, trabajando a flexión. Arco invertido. Casuística: muro con un solo sótano, con apoyo superior en forjado y apoyo inferior en cimiento. El comportamiento se asimila a: Ménsula. Viga biapoyada (un vano). Viga continua (varios vanos). Placa libre. Casuística: muro con dos o más sótanos (varios forjados apoyando). El comportamiento se asimila a: Ménsula. Viga biapoyada. Viga continua (varios vanos). Arco. En muros de sótano, además de la flexión por empuje horizontal, aparece de forma relevante: Torsión dominante. Compresión por cargas verticales. Tracción pura por forjados. Fatiga por vibración. En muros de contención, los problemas principales a resolver (en el planteamiento base) son: Flexión simple y estabilidad (evitar deslizamiento y vuelco). Flexión compuesta y punzonamiento. Torsión y pandeo. Solo fisuración por retracción. En muros de sótano, normalmente no existe riesgo de inestabilidad global (vuelco/deslizamiento) principalmente por: Porque nunca reciben empuje de tierras. Por la coacción al desplazamiento horizontal de forjados, solera inferior y empotramiento/rozamiento en la zapata. Porque su sección siempre es enorme. Porque el terreno no empuja si hay sótano. Casuística: sótano con forjado(s) arriostrando el muro. Si faltara ese arriostramiento (por ejemplo, el forjado no está conectado), ¿qué riesgo aumenta respecto al modelo del documento?. Disminuye el riesgo de vuelco. Disminuye el riesgo de deslizamiento. Aumenta el riesgo de inestabilidad global (vuelco/deslizamiento). Solo cambia el color de tensiones, no la estabilidad. En un muro de contención exento, ¿qué verificación de seguridad es típicamente obligatoria y más característica?. Solo fisuración por temperatura. Vuelco y deslizamiento. Punzonamiento. Vibración. En cuanto a la imagen de la pág. 3 (figuras tipo a/b/c), identifica cuál representa el caso donde el muro recibe una carga vertical en la coronación procedente de un forjado/cubierta. a. b. c. ninguna. En cuanto a la imagen de la pág. 3, identifica cuál representa el caso donde aparecen varios forjados apoyados (varios sótanos) y además cargas verticales por pilares en coronación. a. b. c. Ninguna. Casuística: muro sin forjados conectados (sin arriostramiento), conteniendo tierras entre dos cotas. El modelo más coherente es: Viga biapoyada. Viga continua. Ménsula empotrada en cimentación. Placa apoyada en tres lados. Casuística: muro con forjado en coronación y solera inferior que lo arriostra, conteniendo tierras. La lectura más coherente del documento es: Se trata como muro exento y se ignoran los apoyos. Se trata como viga apoyada (y además con compresión vertical si procede). Se trata como arco. Se trata como “muro de gravedad”. En muros de sótano, además del empuje horizontal del terreno, las cargas verticales pueden provenir de: Solo del propio muro. Solo del cimiento. Forjados y/o pilares que descargan en la coronación, según exista uno o varios sótanos. Únicamente de la presión hidrostática. Si el desnivel se produce por excavación (vaciado de tierras), el muro cumple la función de: Revestimiento decorativo. Contención de un terreno situado a cota superior respecto al otro lado. Forjado sanitario. Pantalla impermeable por defecto. Si el desnivel se produce por aporte de relleno, el muro cumple la función de: Igual: contención del terreno que queda a cota superior. Solo drenaje. Solo estabilización por peso. Solo separación acústica. ¿Cuál es la idea clave para decidir si un muro enterrado debe tratarse “como muro de sótano” (viga) en vez de “muro de contención” (ménsula)?. El color del hormigón. La presencia de apoyos/arriostramientos (forjados/solera) y la existencia de cargas verticales asociadas a la estructura. Que la altura sea menor de 2 m. Que haya relleno granular. Un muro de contención en ménsula sometido a empuje de tierras presenta, de forma típica: Momento máximo en coronación. Momento máximo en el empotramiento (arranque). Momento constante con la altura. Momento máximo en el tercio superior. En un muro de contención tipo ménsula, la zona habitual de tracción principal del alzado (por empuje) se localiza: En la cara del trasdós (lado tierras). En la cara del intradós (lado libre). Alterna sin patrón con la altura. Solo aparece en la zapata, no en el alzado. Casuística: muro de sótano con un solo forjado arriostrando arriba y apoyo en cimentación abajo (viga de un vano). La tracción por flexión se ubica: Siempre en la misma cara en toda la altura. Cambia de cara según el signo del momento en los apoyos y en el vano. Solo en la cara interior. Solo en la cara exterior. En un muro de sótano como viga continua (dos o más sótanos), el diagrama de momentos tiende a presentar: Un único máximo positivo en el centro global. Alternancia de signos con momentos negativos en apoyos (forjados) y positivos en vanos. Momento nulo en apoyos. Momento siempre positivo. Cuando el muro trabaja como viga apoyada en forjados, la existencia de apoyos intermedios suele: Aumentar el momento máximo respecto a la ménsula. Reducir el momento máximo respecto a la ménsula (para la misma altura y empuje). Anular el cortante. Eliminar la necesidad de armado. El cortante en un muro de contención en ménsula, debido al empuje triangular, es típicamente: Máximo en la coronación. Máximo en la base (empotramiento). Máximo en el tercio superior. Nulo en todo el alzado. En un muro de sótano, además del empuje horizontal, aparece con relevancia un esfuerzo: Torsor dominante por retracción. Axil de compresión por cargas verticales (estructura). Tracción axial por asentamiento del relleno. Pandeo como modo principal. Casuística: muro de sótano con carga vertical importante (pilares/forjados) y empuje horizontal. El estado tensional del alzado es: Flexión simple siempre. Flexocompresión (N + M). Solo compresión. Solo cortante. Comparación: en términos de “armado típico”, ¿cuál es la afirmación más coherente?. El muro de contención solo requiere armado vertical; el de sótano solo horizonta. El muro de sótano suele requerir armado más “bidireccional” y en ambas caras por cambios de signo de M. Ambos requieren exactamente el mismo esquema de armado siempre. El muro de contención no requiere armado si es de hormigón armado. En muros de sótano, si aumenta la rigidez del sistema de forjados (arriostramiento más rígido): El muro tiende a comportarse más como ménsula. El muro tiende a comportarse más como viga con apoyos “efectivos”. Se incrementa automáticamente el empuje del terreno. Se elimina la flexión. Casuística: muro de sótano con dos forjados; el tramo inferior recibe mayor empuje. La sección más solicitada a momento positivo suele estar: En el apoyo inferior siempre. En el centro del vano del tramo inferior. En la coronación. En el apoyo superior del tramo superior. En un muro de contención, el trasdós es: La cara vista (lado libre). La cara en contacto con el terreno contenido. La base de hormigón de limpieza. El canto del cimiento que mira al exterior. En la base del muro, el talón es: El vuelo de la zapata hacia el lado libre. El vuelo de la zapata hacia el lado del terreno contenido. El espesor del alzado en coronación. El relleno superior al muro. En un muro de contención, la puntera es: El vuelo de la zapata hacia el lado del relleno. El vuelo de la zapata hacia el lado libre (opuesto al relleno). El tacón de la zapata bajo el alzado. La parte superior del alzado. Un muro de gravedad resiste y se estabiliza principalmente por: Armaduras de tracción en el alzado. Su propio peso. Anclajes al terreno. Postensado. En un muro de gravedad, respecto a la flexión en el alzado: No hay flexión porque el terreno no empuja. Resiste la flexión por su gran espesor. Resiste la flexión por cables de pretensado. Resiste la flexión por contrafuertes. En muros de gravedad, lo habitual es que: Tengan siempre zapata muy definida y delgada. Carezcan normalmente de cimiento diferenciado; el propio ancho del muro hace de “zapata”. Solo se puedan ejecutar con pilotes. Sean siempre más económicos que los de HA. Ventaja constructiva clave de los muros de gravedad: No necesitan encofrado. No necesitan armaduras (no hay oficio de ferralla). No requieren excavación. Se ejecutan sin hormigón. ¿Por qué suelen no utilizarse muros de gravedad en edificación corriente?. Porque son inestables al deslizamiento. Porque generan fisuras por retracción. Por el gran volumen de hormigón (antieconómicos). Porque obligan a excavar por debajo del freático. Casuística: altura pequeña y longitud media o grande, buscando solución sin ferralla. ¿Qué tipología encaja mejor?. Muro de gravedad. Muro de contrafuertes. Muro de bandeja. Muro ménsula. Pregunta con imagen (pág. 6, fig. a/b muros de gravedad): “sin cimiento diferenciado” corresponde a: a). b). ambas. ninguna. Los muros de contrafuertes se vuelven especialmente interesantes cuando la altura del muro: Es menor de 2 m. Es moderada (3–4 m). Es importante y puede rebasar 10–12 m. Es siempre cualquiera si hay sótano. La razón “de diseño” para pasar de losa maciza a losa nervada con contrafuertes es: Incrementar el peso propio. Aligerar el alzado reduciendo volumen de hormigón. Eliminar el empuje activo. Evitar encofrados. Ubicación “más lógica” de los contrafuertes: En el intradós (lado libre). En el trasdós (lado tierras). Bajo la puntera. En coronación. En el sistema con contrafuertes al trasdós, el alzado funciona como cabeza (ala) de una sección: Rectangular simple. En T. En L invertida. Circular. En el sistema con contrafuertes al trasdós, la armadura de tracción principal se dispone típicamente: En la cara del trasdós, repartida horizontalmente. En el lomo del contrafuerte (como nervio). Solo en la puntera. En el eje neutro de la sección. El ahorro de hormigón de los contrafuertes se paga normalmente con: Menor encofrado y ferralla. Mayor complicación de encofrado y ferralla + hormigonado más difícil. Menor coste de mano de obra. Menor necesidad de replanteo. Al decidir entre muro ménsula “macizo” vs contrafuertes, el factor que suele decidir en la práctica es: El color del terreno. La estética. El estudio económico. La normativa de incendios. Pregunta con imagen (pág. 7, fig. a/b contrafuertes): contrafuertes situados en el trasdós corresponde a: a). b). ambas. ninguna. Idea clave del muro de bandeja: Concentrar todo el peso del terreno sobre el talón para estabilizar. El relleno sobre bandejas aporta fuerzas verticales y momentos que compensan los del empuje. Eliminar el relleno del trasdós. Cambiar empuje activo por pasivo automáticamente. ¿Qué mejora aporta el relleno actuando sobre bandejas además de estabilizar?. Aumenta el empuje sobre el alzado. Reduce los esfuerzos de flexión en el alzado al compensar momentos. Elimina la necesidad de cimentación. Obliga a un talón mayor. Consecuencia típica del uso de bandejas: Necesidad de talón muy grande. Talón nulo o muy reducido y alzados más esbeltos (con menor momento de flexión). Necesidad de contrafuertes siempre. Solo aplicable a alturas pequeñas. Principal inconveniente constructivo de los muros de bandeja: Mayor coste por no necesitar encofrado. Mayor coste por bandejas que deben encofrarse y cimbrarse a alturas importantes. Mayor coste por pilotes obligatorios. Mayor coste por no admitir rellenos. Casuística: reducir momento en el alzado aceptando mayor complejidad de encofrado/cimbras. ¿Qué tipología encaja mejor?. Muro de bandeja. Muro de gravedad. Muro ménsula. Muro pantalla. Los muros ménsula se consideran la solución más habitual en edificación porque: A) ✅ Son los más económicos con alturas moderadas B) Son los únicos que resisten empuje C) No requieren cimentación D) Se calculan sin estabilidad. Son los más económicos con alturas moderadas. Son los únicos que resisten empuje. No requieren cimentación. Se calculan sin estabilidad. Casuística (Caso A): intradós en linde medianero, terrenos propios al otro lado. ¿Qué elemento del muro se elimina?. Talón. Puntera. Tacón. Coronación. En el Caso A, para poder construir y encofrar el muro a dos caras se requiere: Excavar en talud hasta la base de la zapata y después verter el relleno. Excavar vertical y hormigonar contra terreno. No excavar; se hace desde arriba. Pilotar y ejecutar pantalla. En el Caso A, el elemento que más ayuda a estabilizar frente a vuelco y deslizamiento es: Peso del relleno cargando sobre el talón. Reacción del terreno en puntera. Solo el peso propio del alzado. Solo la armadura vertical. Casuística (Caso C): trasdós en linde medianero, terrenos propios al lado libre. ¿Qué elemento del muro se elimina?. Talón. Puntera. Talón y puntera. Tacón. En el caso básico sin agua ni sobrecargas, el empuje lateral del terreno se representa típicamente como: Uniforme. Lineal (triangular): cero en coronación y máximo en la base. Concentrado en coronación. Parabólico con máximo en el centro. ¿Qué acción se considera como reacción del terreno “bajo la zapata”?. Empuje lateral. Diagrama de tensiones como reacción del terreno bajo la zapata de cimentación. Peso propio del muro. Fricción en el trasdós. El peso del terreno de relleno sobre el talón contribuye principalmente a: Aumentar el empuje lateral. Aumentar estabilidad (vuelco/deslizamiento) por aumento de acciones verticales estabilizadoras. Reducir el rozamiento. Generar tracción en el trasdós. Para comprobar la seguridad frente al vuelco de un muro de contención, el giro se considera alrededor de: El centro de la base. El punto A (puntera). El centro del talón. La coronación. Si la resultante cae dentro del tercio central de la base, la distribución de tensiones bajo la zapata será: Triangular y parte de la base traccionada. Trapezoidal y toda la base comprimida. Uniforme siempre. Nula si hay rozamiento. Si la resultante cae fuera del tercio central, ¿qué consecuencia es correcta?. Toda la base queda comprimida igualmente. Aparece una zona en tracción (parte de la base traccionada) y la distribución pasa a triangular. Se elimina el cortante en el alzado. No cambia nada en el estado tensional de la base. En un muro de contención tipo ménsula sometido al empuje de tierras, ¿dónde se localizan las tracciones en el alzado?. En el intradós. En el trasdós. En ambas caras por igual en toda la altura. No aparecen tracciones si el hormigón es HA. En el talón de la zapata, el signo típico de tensiones por flexión es: Tracción arriba y compresión abajo. Tracción abajo y compresión arriba. Todo comprimido. Todo traccionado. En la puntera, el signo típico de tensiones por flexión es: Tracción en la cara superior y compresión en la inferior. Tracción en la cara inferior y compresión en la superior. Solo cortante, sin flexión. Solo compresión. En la secuencia correcta de ejecución del armado, lo primero es: Montar el alzado completo y luego hormigonar la zapata. Hormigonar zapata y colocar armadura de la puntera, dejando las barras tipo 1 dobladas en vertical como esperas. Hormigonar el alzado directamente sobre el terreno y después la zapata. Colocar impermeabilización antes del armado. La longitud de “espera” de las barras tipo 1 (dobladas verticales desde la zapata) debe ser, como criterio constructivo, igual a: La mitad de la altura del muro. La longitud de solape L1. El canto del alzado. El recubrimiento nominal. En muros de altura moderada, por criterios de montaje de ferralla, lo habitual es disponer la armadura principal de tracción (tipo 1): Solo en el tercio inferior, anulándola arriba. Al 100% en toda la altura, aunque la zona superior esté menos solicitada. Solo donde el diagrama de momentos sea positivo. Únicamente en la puntera. En muros de mayor altura, una optimización típica es: Aumentar el diámetro en coronación. Cortar aproximadamente el 50% de la armadura tipo 1 a la altura donde deja de ser necesaria, organizándola en dos bloques. Eliminar toda la armadura inferior. Sustituirla por mallazo no estructural. Además de la armadura vertical principal, en el trasdós debe colocarse una armadura horizontal mínima (tipo 2) principalmente para: Aumentar el peso del muro y estabilizar. Controlar fisuración por retracción del hormigón y contracción térmica. Evitar punzonamiento en la base. Sustituir el drenaje. En la cara del alzado que no requiere armadura principal de tracción, aun así debe colocarse: Ninguna armadura (se deja “limpia”). Cuantía geométrica mínima de armadura horizontal (tipo 3) y vertical (tipo 4). Solo armadura vertical, nunca horizontal. Solo armadura horizontal, nunca vertical. La armadura vertical de esa cara arranca desde: La coronación del alzado. La mitad de la altura del muro. El fondo del cimiento, con las esperas necesarias y su solape L2. El primer forjado del sótano. En los esquemas de armado, la longitud L1 representa: El recubrimiento mínimo del muro. La longitud de solape/empalme entre armaduras verticales de espera y las del fuste (armadura principal). La distancia entre estribos. El espesor mínimo del alzado. Para ejecutar correctamente los solapes de armaduras verticales, las barras deben disponerse: En grupos de 4, alternando caras. En parejas, con el plano de sus ejes paralelo al trasdós, para no perder canto útil. En parejas, con el plano de sus ejes perpendicular al trasdós. Siempre en el centro geométrico del muro. La coronación del muro se considera una zona conflictiva principalmente por: Punzonamiento por la zapata. Fisuración intensa por retracción y temperatura. Pérdida de rozamiento en la base. Asientos diferenciales de la solera. Medida recomendada en coronación para reducir la aparición de fisuras verticales: Eliminar la armadura horizontal. Colocar dos barras corridas a lo largo de la coronación. Reducir el recubrimiento al mínimo posible. Aumentar solo el espesor de la zapata. Un muro de sótano recibe simultáneamente: Solo cargas horizontales por empuje del terreno. Solo cargas verticales de forjados. Cargas verticales (pilares/forjados) y cargas horizontales (empuje del terreno). Solo peso propio y rozamiento. El modelo resistente típico del muro de sótano, respecto a un muro de contención, es: Trabaja como ménsula empotrada exclusivamente. Trabaja como una losa/viga apoyada superior e inferiormente (forjado y cimiento), y a la vez como viga de cimentación. Trabaja solo a tracción axial. Trabaja como muro de gravedad. En muros de sótano se admite (como simplificación indicada) considerar el empuje del terreno: Triangular, con resultante en H/3. Constante en toda la altura, con resultante en H/2. Nulo si existe solera. Concentrado en coronación. La suma de cargas verticales ΣN incluye, entre otras: ) Únicamente el peso del muro. Carga de estructura (forjado+pilar) + peso del alzado + peso del cimiento + peso del terreno/solera/pavimento. Solo la carga del terreno sobre el talón. Solo el empuje horizontal E. Para muros de sótano se admite una simplificación en la reacción del terreno bajo la zapata: Distribución triangular con resultante fuera del centro. Distribución uniforme, con resultante aplicada en el centro de la zapata. Distribución nula si hay rozamiento. Distribución parabólica. El coeficiente de seguridad frente al deslizamiento se expresa como: γd = (T2 / (μ·ΣN)) ≥ 1,5. γd = (μ·ΣN / T2) ≥ 1,5. γd = (E / ΣN) ≥ 1,5. γd = (ΣN / E) ≥ 1,5. El dimensionamiento del muro de sótano se realiza, de acuerdo con la lámina, en: Flexión simple. Cortante puro. Flexión compuesta (flexión + compresión). Tracción axial pura. En el caso de 2 sótanos (dos forjados apoyando), el diagrama de momentos flectores mostrado indica un comportamiento más propio de: Una ménsula sin apoyos intermedios. Una viga continua con cambio de signo de momentos en los apoyos. Un elemento sin flexión. Un arco. En los esquemas, la presencia de cargas verticales N/ΣN en el muro implica que, además del momento por empuje, debe considerarse: Solo un aumento del rozamiento. Un axil de compresión que participa en la solicitación (flexocompresión). Que desaparecen las tracciones por flexión. Que el empuje E deja de actuar. En un muro de sótano, a diferencia de uno de contención, la armadura que trabaja a tracción: Solo se dispone en trasdós. Solo se dispone en intradós. Se dispone en trasdós y en intradós (puede haber tracción en ambas caras según momentos/deformada). Solo se dispone en coronación. Además de la armadura de tracción, el Código Estructural exige en muros de sótano: Solo cuantía mínima horizontal en una cara. Solo cuantía mínima vertical en una cara. Cuantía mínima horizontal y vertical en ambas caras. Ninguna cuantía mínima si el muro es grueso. Según la lámina, la separación máxima entre armaduras no debe superar: 20 cm. 30 cm. 40 cm. 50 cm. Si el pilar es del mismo ancho que el muro, la armadura de espera: Se corta al ras de la coronación. Se ata a la del muro con una longitud de anclaje Lb. Se ancla solo en el cimiento. Se resuelve con “A” suplementarias obligatoria. En ese caso (pilar del mismo ancho), los estribos del pilar: Terminan antes de llegar a la zona de espera. Llegan hasta el final de la armadura de espera. Solo se colocan en el primer metro. No son necesarios nunca. Si el pilar es más ancho que el muro, la solución correcta es: Mantener las esperas solo en coronación y anclar con Lb en el muro. Colocar “A” suplementarias para sujetar esperas. La armadura debe bajar con el pilar y anclarse en el cimiento; los estribos llegan hasta el cimiento. No se puede apoyar un pilar más ancho que el muro. Si el pilar es de ancho menor que el muro, la armadura de espera: No se introduce en el muro. Se prolonga dentro del muro una longitud de anclaje Lb. Debe anclarse siempre en la zapata con patilla. Se resuelve solo con soldadura. En ese caso (pilar menor), si el muro sobresale notablemente por ambos lados del pilar, el documento indica que: Son obligatorios estribos adicionales. No se necesitan estribos (y se pueden usar armaduras “A” para ayudar al montaje y sujeción). Hay que aumentar el canto del muro. Se elimina la longitud Lb. Respecto a “llevar la solera hasta el muro” (solera a tope), el texto indica que: Es imprescindible para evitar deslizamiento. Normalmente no es necesario y además impide la libre dilatación de la solera. Es obligatorio siempre por el Código Estructural. Solo depende del tipo de hormigón. La solución correcta entre solera y cimiento recomienda interponer como mínimo: 5 cm de arena. 10 cm de zahorra sin compactar. 15–20 cm de sub-base granular compactada. 30–40 cm de hormigón de limpieza. Si se ejecuta la solera directamente sobre el cimiento (solución incorrecta), lo más probable es: Disminuir el asiento. Que se fisure la solera sobre la arista del cimiento por asientos diferenciales (la solera asienta, el cimiento no). Aumentar la adherencia muro-solera y mejorar durabilidad. Eliminar retracciones. En excavación de cimiento, el procedimiento indicado es: Excavar todo hasta cota final y dejarlo abierto varios días. Excavar hasta ~20 cm por encima de la cota del hormigón de limpieza y retirar esos 20 cm justo antes de verterlo. Excavar solo 5 cm antes del hormigón de limpieza. No hace falta refinar el fondo. El hormigón de limpieza se vierte con espesor aproximado de: 3–5 cm. 7–10 cm. 12–15 cm. 20 cm. Las armaduras de espera que se solaparán con el fuste deben: Terminar rectas sin patilla. Terminar en una patilla de 15–20 cm para mantenerse verticales y poder atarse a la armadura del fondo. No atarse nunca a la armadura del cimiento. Quedar apoyadas sin sujeción porque el hormigón las fija. La junta entre cimiento y alzado se considera especialmente desfavorable porque coincide con: Zona de mínimo momento flector y mínimo cortante. Zona de máximo axil y mínimo cortante. Zona de máximo momento flector y máximo esfuerzo cortante, y además coincide con el solape de armaduras. Zona sin armado longitudinal. Una forma de ejecutar esa junta es mediante un “diente” o resalte en el cimiento de: 2–3 cm. 5–8 cm. 10–12 cm. 15–20 cm. Si se opta por dejar la junta con rugosidad natural, la condición correcta para conseguirla es: Fratasar y alisar la superficie para cerrar poros. No fratasar ni alisar la superficie del cimiento (dejar rugosidad natural). Aplicar pintura bituminosa antes de hormigonar el alzado. Colocar un geotextil entre cimiento y alzado. La necesidad de juntas de contracción se debe a que el acortamiento del hormigón por retracción y contracción térmica queda: Libre en cimiento y alzado, sin restricciones. Coartado: en el cimiento por el rozamiento con el hormigón de limpieza, y en el alzado por su unión al cimiento ya hormigonado. Coartado solo por el peso propio del muro. Coartado únicamente por el empuje del terreno. En el cimiento, para clima caluroso (T media ≥ 18 ºC) y ambiente seco (HR ≤ 60%), la distancia orientativa entre juntas de contracción es: 12 m. 16 m. 20 m. 24 m. Si el cimiento va a permanecer mucho tiempo expuesto antes de hormigonar el alzado, las distancias entre juntas deben: Aumentarse al doble. Mantenerse igual. Reducirse aproximadamente a 1/3. Eliminarse porque ya no son necesarias. Para un muro con H ≤ 2,40 m, la distancia recomendada entre juntas verticales de contracción en el alzado es: H. 2H. 3H. 4H. Para un muro con 2,40 < H ≤ 3,60 m, la distancia recomendada entre juntas verticales de contracción en el alzado es: 2H. 3H. H/2. 4H. Si se busca una junta absolutamente estanca, una solución indicada es: Diente de conexión sin ningún elemento adicional. Banda elastomérica (neopreno/caucho/PVC) incorporada a ambas partes del muro. Rugosidad natural sin limpieza previa. Continuidad de armadura horizontal sin tratamiento de junta. En juntas de dilatación (por acciones térmicas), se recomienda disponer una junta como máximo cada: 10 m en temperaturas moderadas. 20 m en zonas de temperaturas extremas. 40 m en cualquier caso. Solo cuando haya filtraciones. En zonas de temperaturas moderadas, la recomendación de separación máxima es: 15 m. 20 m. 30 m. 60 m. ¿En qué casos la junta afecta también al cimiento (no solo al alzado)?. Cuando cambie la altura del muro. En zonas de temperaturas extremas. Cuando cambie la profundidad del plano de cimentación y en cambios de dirección en planta (si no se estudia continuidad). Cuando el muro tenga H ≤ 2,40 m. La ejecución por bataches se utiliza principalmente cuando: Se puede excavar en talud y encofrar por ambas caras sin problema. No es posible excavar en talud por el trasdós y encofrar por las dos caras (caso típico: muro medianero). El terreno es muy blando y no cohesivo. Se quiere acelerar el fraguado del hormigón. El terreno adecuado para aplicar bataches, según el criterio general, es: Terrenos sueltos y colapsables. Terrenos suficientemente compactos. Terrenos siempre saturados con presión hidrostática alta. Cualquier terreno, sin condición. La lógica estructiva del método consiste en: Excavar todo el perímetro completo y después hormigonar al final. Excavar por tramos alternos (bataches) y sustituir progresivamente por tramos de muro hormigonado para mantener la estabilidad del terreno durante el proceso. Hormigonar primero el trasdós y luego excavar. Ejecutar únicamente la solera y después el muro. |





